Tendencias del Teatro Español del Siglo XX: De la Posguerra a la Democracia
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Tendencias del Teatro Español del Siglo XX Anterior a 1936
Introducción
Hay dos tendencias:
- El teatro comercial o inmovilista: España se mantiene al margen de la renovación teatral que se está produciendo en Europa en autores como H. Ibsen, L. Pirandello, A. Chéjov, etc. El motivo de esto es que los empresarios están poco dispuestos a arriesgar dinero, sobre todo por el gusto del público, ya acomodado, y por la actitud de autores consagrados que tampoco quieren arriesgar su popularidad.
- El teatro renovador: de autores menos conformistas como Valle-Inclán, Unamuno… pero sus logros se ven muy reducidos y en muchos casos sus obras no llegan a representarse.
El Teatro Comercial
Tiene tres modalidades:
- La alta comedia o comedia benaventina: por ser Jacinto Benavente (Premio Nobel de Literatura) su máximo creador y representante. Tras las críticas recibidas por su obra “El nido ajeno” se acomoda a una crítica suave sobre problemas poco conflictivos sobre la moral burguesa, como su obra “Lo cursi”. En general, su teatro, de una cuidada elaboración escénica y una maestría del diálogo, tuvo gran aceptación del público. Sin embargo, sus mejores obras se apartan de este teatro burgués, como son “Los intereses creados”, obra en la que, con elementos del arte, enfrenta amor y dinero. “La malquerida” es un drama rural, con fuertes pasiones en un medio asfixiante que condiciona el comportamiento de los personajes.
- Teatro poético o modernista: teatro escrito en verso con un estilo modernista sensorial sobre asuntos históricos desde una ideología conservadora.
Autores:
- Francisco Villaespesa con “Doña María de Padilla”.
- Eduardo Marquina con “En Flandes se ha puesto el sol”.
- Los hermanos Machado se alejan de los temas históricos, profundizan en la psicología de los personajes en “La Lola se va a los puertos”.
- Teatro humorístico o cómico popular: escrito para un público poco exigente con la finalidad de pasar un rato divertido. Sus temas son fáciles, sobre vicios y virtudes en tono amable de los espectadores; personajes exteriorizados, populares y castizos como “El señorito granuja” o “Pobre honrado”, con un lenguaje vulgarizado y humorístico que reproduce hablas de distintas zonas de España.
Autores:
- Carlos Arniches, escribe sainetes sobre el Madrid castizo como “El santo de la Isidra”. Sus principales obras son llamadas tragedias grotescas en las que, con tono cómico, lleva a cabo cierta crítica social, como en “La señorita de Trevélez”.
- Los hermanos Álvarez Quintero llevan a sus obras el costumbrismo andaluz, como en “El genio alegre”.
- Pedro Muñoz Seca crea el género teatral denominado astracán, que basa su humor en el chiste fácil y en situaciones absurdas, como en “La venganza de Don Mendo”.
El Teatro Renovador
Tuvo poco eco como representación, salvo con el teatro de García Lorca. Junto con el de Valle-Inclán, son los renovadores del teatro del siglo XX.
En la Generación del 98
Los autores que innovan en el teatro:
- Unamuno: sus obras, sin apenas acción, son puro diálogo sobre conflictos interiores, como en “Fedra” y “El otro”.
- Azorín: incorpora al teatro procedimientos simbolistas y surrealistas, y se centra fundamentalmente en el tema excesivo del paso del tiempo, como en “Lo invisible”.
- Valle-Inclán: autor teatral español más importante del Siglo de Oro y, sin embargo, no vio representadas sus obras. Se alejaba del teatro comercial tanto en planteamientos temáticos radicales como en la riqueza expresiva de su lenguaje y en la libre concepción del tiempo y espacio escénicos.
Trayectoria:
- Etapa modernista en su faceta más brillante y decadente: “Cuento de abril” y “El yermo de las almas”.
- Etapa centrada en su Galicia natal: recoge con un ritmo vertiginoso de acciones y un lenguaje cada vez más duro pasiones violentas, supersticiones y mitos. Las obras más importantes son la trilogía de “Comedias bárbaras” (compuesta por “Águila de blasón”, “Romance de lobos” y “Cara de plata”) y “Divinas palabras”.
- Etapa del esperpento: es una gran contribución del teatro español al teatro universal del siglo XX. El esperpento consiste en una denuncia de la sociedad española contemporánea (actitud de compromiso que justifica la intrusión de Valle-Inclán en la Generación del 98) mediante una visión deformada de la realidad siguiendo la técnica de los espejos cóncavos. Esta deformación se consigue caricaturizando a los personajes hasta convertirlos en simples marionetas o fantoches, y a través del lenguaje que refleja los más diversos registros (ironía, violencia, ternura…). “Luces de bohemia” (1920), con la que se inicia esta etapa. En esta obra, además de exponer en qué consiste el esperpento, describe la última noche de la vida del poeta ciego, bohemio y pobre, Max Estrella, que recorre la noche madrileña antes de morir para reflejar los aspectos más miserables de la vida humana. La trilogía “Martes de Carnaval” está formada por “Los cuernos de don Friolera”, “Las galas del difunto” y “La hija del capitán”, en las que ridiculiza mitos de la cultura española (Don Juan, el honor...).
En el Novecentismo
Se realiza un teatro culto, intelectual, siguiendo la línea del teatro europeo. Destaca “El señor de Pigmalión” de Jacinto Grau.
En el Vanguardismo
Ramón Gómez de la Serna escribe teatro para los que no quieren ir al teatro, como en “Los medios seres”.
En el Teatro de la Generación del 27
La Generación del 27 contribuye a la renovación del teatro al incorporar técnicas vanguardistas y al desarrollar el concepto social del teatro. Es decir, se crearon compañías o asociaciones teatrales (La Barraca, Misiones Pedagógicas, Teatro del Pueblo) con la finalidad de acercar el teatro al pueblo y educar a un público distinto al del teatro comercial. Entre los autores del 27:
- Pedro Salinas: plantea en el teatro conflictos éticos del ser humano, como en “Judith y el tirano”.
- Rafael Alberti: teatro de concepción vanguardista que evoluciona hacia el compromiso, como en “El adefesio”.
- Max Aub: trata el tema de la incomunicación humana en “Cara o Cruz” y “Morir por cerrar los ojos”.
- Alejandro Casona: escribe un teatro poético-lírico que mezcla el ensueño y la realidad con una intención didáctica y social, como en “La sirena varada”. Su gran éxito lo obtendrá después de la guerra, en el exilio.
- Federico García Lorca:
Caracterización general de su teatro:
- Concibe el teatro como obra social y didáctica. Fundó La Barraca.
- Tema: vitalismo trágico. Los convencionalismos políticos, sociales, religiosos… impiden la realización personal, de donde deriva la frustración y la tragedia.
- Estilo: Lorca poetiza la vida cotidiana mediante simbolismos metafóricos y la incorporación de música y costumbres populares.
Principales obras, tres etapas:
- La primera etapa (años 20): escribe un teatro popular e infantil, como “Retablillo de Don Cristóbal”. Aparecen obras del amor imposible como “La zapatera prodigiosa”.
- La segunda etapa (1930-1933): el viaje a Nueva York influye en su trayectoria teatral, pues incorpora a sus obras el lenguaje surrealista y la denuncia de una sociedad llena de prejuicios, como en “El público” y “Así que pasen cinco años”.
- La tercera etapa (1933-1936), año de su fusilamiento: las mujeres son ahora las portadoras del destino trágico. El drama “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores” y, sobre todo, sus tragedias “Bodas de sangre”, “Yerma” y “La casa de Bernarda Alba”, conflicto entre el autoritarismo (rigurosísimo luto que impone Bernarda Alba a sus hijas por la muerte de su esposo) frente a la libertad (sus hijas, en especial la más joven, se suicida, y las otras cuatro acatan la autoridad de la madre).
Teatro de Humor Intelectual
Una serie de autores intentan renovar el teatro de humor sustituyendo el chiste fácil por juegos con el lenguaje y situaciones absurdas, inverosímiles, tras las que hay una crítica social: la sociedad es tan absurda como las escenas planteadas en el teatro.
Autores:
- Enrique Jardiel Poncela: “Angelina o el honor de un brigadier”, “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”.
- Miguel Mihura: en su obra “Tres sombreros de copa” realiza una burla de la sociedad burguesa provinciana. La estrenó en 1932, fue un fracaso.
Sin embargo, después de la Guerra Civil, estos autores se van adaptando al gusto del público y es cuando triunfan verdaderamente. Enrique Jardiel Poncela con “Eloísa está debajo de un almendro” y Miguel Mihura con “Melocotón en almíbar” y “Maribel y la extraña familia”.
Teatro Posterior a 1936
Introducción
La Guerra Civil, que supuso un fuerte impacto en cualquier manifestación cultural, lo hizo de manera especial en el teatro por su carácter público, pues junto a la muerte y el exilio de autores, directores y actores, hay que añadir versiones comerciales e ideológicas marcadas por la censura, que no solo afecta al texto sino también a la representación.
Década de los 40: Teatro de Posguerra
- Continúa la comedia burguesa que sigue la forma de Jacinto Benavente, comedia benaventina: defensa de los valores tradicionales, suave crítica a la burguesía, buena construcción argumental. Representada por autores como Torcuato Luca de Tena y Joaquín Calvo Sotelo.
- Continúa el teatro de humor heredado tanto del sainete, astracán, chiste fácil, de baja calidad literaria, como del humor intelectual de Jardiel Poncela (“Eloísa está debajo de un almendro”) y Miguel Mihura (“Tres sombreros de copa”), aunque reducen sus audacias adaptándose a los gustos del público.
Décadas de los 50 y 60: Teatro Realista de Protesta y Denuncia
Con las obras “Historia de una escalera” (1949) de Antonio Buero Vallejo y “Escuadra hacia la muerte” (1953) de Alfonso Sastre, se inicia un teatro distinto que pone en escena problemas del momento dentro de una corriente existencialista. Este teatro derivará hacia la preocupación social, dando lugar al teatro del realismo social.
Características:
- Temática: pone en escena, dentro de lo que la censura permite, la injusticia social, la explotación del ser humano, la hipocresía, la violencia de los poderosos.
- Personajes: son víctimas en un callejón sin salida.
- Forma: utiliza un lenguaje directo. Con técnica de realismo, utiliza el sainete para reflejar las costumbres y también emplea símbolos para salvar problemas con la censura.
Principales autores:
- Rodríguez Méndez: “Los inocentes de la Moncloa”.
- Carlos Muñiz: “El tintero”.
- Lauro Olmo: “La camisa”.
- Martín Recuerda: “Los salvajes en el Puente San Gil”.
Décadas de 60-70: Teatro No Realista de Protesta y Denuncia
Teatro crítico que trata los mismos temas pero con distinta forma.
Se incorporan:
- Técnicas vanguardistas: simbolismo, surrealismo, dadaísmo.
- Novedades del teatro europeo como teatro épico de Bertolt Brecht, el teatro de la crueldad de A. Artaud o el teatro del absurdo de Ionesco o Beckett.
- Importantes los elementos extraverbales como las luces, el sonido, el mimo…
- Improvisación y el teatro colectivo, participación del público.
Autores:
- Autores anteriores que siguen innovando como A. Buero Vallejo.
- Autores propios de esta etapa: José Ruibal, Martínez Mediero, Francisco Nieva y Fernando Arrabal, que tras fracasar en España con el estreno de su obra “Los hombres del triciclo”, emigra a Francia y, escribiendo en francés, consigue triunfar fundando el teatro pánico, presidido por la confusión, el humor, el azar y la euforia.
- Grupos de teatro independiente que funcionan al margen de las salas de los teatros establecidos como “Los Goliardos”, “Tábano” y “La Cuadra”.
Teatro desde 1975: Teatro en Democracia
La democracia trajo la posibilidad de manifestar abiertamente cualquier tendencia, tanto en la forma como en el contenido. Multiplicidad de manifestaciones teatrales que van desde el teatro empresa, cines económicos, al teatro institucional con finalidad cultural.
Autores:
- Continúa A. Buero Vallejo (“Jueces en la noche”, “Misión al pueblo desierto”), que se consagra como el autor español más importante del teatro de la segunda mitad del siglo XX.
- Triunfa el teatro de Antonio Gala, que alterna el simbolismo con dramas realistas o recreaciones históricas para plantear conflictos individuales (amor, libertad, soledad) en obras como “Petra Regalada” o “Samarcanda”.
- Línea realista sobre problemas de la sociedad contemporánea que mezcla el humor, la farsa, el sainete en autores como Alonso de Santos (“La estanquera de Vallecas”) o Fernando Fernán Gómez (“Las bicicletas son para el verano”).
- Grupos de teatro independientes se profesionalizan, como “Els Joglars”. Se añaden “Tricicle” y “Dagoll Dagom”.