El Templo Griego: El Partenón y la Escultura Clásica

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El Templo Griego: El Partenón

Características generales del templo griego

Los griegos conciben el templo como la casa del dios: es un espacio destinado a contener la estatua del dios, no un lugar de reunión de los fieles, de ahí su pequeño tamaño. Las ceremonias se realizaban en el exterior. Los primeros templos eran apenas cabañas de madera. La forma definitiva se fijó durante la época arcaica (s. VII-VI a. C.):

  • Edificio arquitrabado, sostenido por columnas
  • Se alza sobre una plataforma de varios escalones, el último de los cuales se llama estilóbato.
  • Planta rectangular.
  • Cubierta a dos aguas.

Las partes esenciales de un templo son las siguientes (aunque, en este aspecto, hay variaciones):

  • PRONAOS: especie de vestíbulo que precede a la naos
  • NAOS (cella la llaman los romanos): habitación que albergaba la gran estatua del dios.
  • OPISTODOMOS: destinada a guardar las ofrendas y el tesoro del templo; no tenía comunicación directa con la naos.

Los templos griegos se suelen clasificar en relación a sus COLUMNAS. Casi siempre las había en la fachada principal. A veces, las había también en la parte posterior y en las laterales. Combinando estas distintas posibilidades, se han establecido varios tipos de templos:

  • Según el número de columnas de la fachada:
    • Tetrástilos (4 columnas)
    • Hexástilos (6)
    • Octástilos (8)
  • Según la situación de las columnas:
    • Si estaban entre los muros del pronaos ("In antis")
    • Si quedaban fuera de los muros del pronaos:
      • Próstilo, si solo las tenía delante
      • Anfipróstilo, si las tenía delante y detrás
      • Períptero, si rodeaban el edificio por los cuatro lados
      • Tolo. Circular, con columnas alrededor

Una parte esencial de los templos era la decoración escultórica con temas míticos y religiosos. Tenían forma de relieve y se concentraban en determinados puntos:

  • Los dos frontones (grandes triángulos en las fachas delantera y trasera)
  • El friso:
    • Metopas y triglifos del friso dórico
    • Friso corrido del orden jónico

Entre los principales templos griegos, podemos reseñar los siguientes:

  • Templo de Zeus en Olimpia y templos de la Acrópolis de Atenas (Partenón, Erecteion y el Templo de Atenea Niké).

EL PARTENÓN

Fue construido, entre el 447 y el 432 a.C. por los arquitectos Ictinos y Calícrates. Fidias se encargó de la escultura.

Está ubicado en la Acrópolis de Atenas y forma un excepcional conjunto con el Erecteion, el Templo de Atenea Niké y los Propileos (monumental entrada al conjunto)

El Partenón formaba parte del proyecto de Pericles para embellecer Atenas después de las Guerras Médicas. En el mismo lugar, ya había existido un templo dedicado a Atenea, diosa protectora de Atenas, que había sido destruido por los persas durante las Guerras Médicas.

Es un templo rectangular períptero, octástilo, de columnas dóricas muy esbeltas. Sobre ellas, se sitúa un friso dórico de triglifos y metopas. En el interior hay otro friso, de tipo jónico, corrido y sin divisiones.

La decoración escultórica corrió, como hemos dicho, a cargo de Fidias y su taller cuyo trabajo consistió en crear un gran programa destinado a ensalzar a la ciudad de Atenas a través de sus dioses y sus fiestas cívicas.

Un elemento destacado del conjunto es la estatua crisoelefantina (es decir, de oro y marfil) de Atenea que se colocó en el interior del templo.

Las metopas narraban cuatro luchas mitológicas: la Centauromaquia (batallas míticas entre lapitas y centauros), la Gigantomaquia, la Amazonomaquia y la guerra de Troya.

En el friso interior, se representa la gran procesión de la fiesta de las Panateneas.

Los frontones (última parte en ser decorada y de la que menos se ha conservado) contenían:

  • El frontón oeste, una representación de la disputa entre Atenea y Poseidón por el patronazgo de Atenas.
  • El frontón este, el nacimiento de Atenea.

Para lograr una armonía visual, tuvieron que hacer ciertas correcciones ópticas a las medidas matemáticas:

  • Curvaturas del entablamento y del estilóbato para evitar el efecto de vencimiento por el centro (pandeo)
  • Inclinación de las columnas hacia dentro para impedir la sensación de caída y crear el llamado efecto piramidal.
  • Éntasis (ensanchamiento del fuste de las columnas en su centro), para impedir el efecto de concavidad que tienen las columnas de lados rectos.
  • Mayor anchura de las columnas de los ángulos para anular la sensación de que son puntos débiles.
  • Desigual distancia en los espacios entre las columnas.

El Partenón se conservó bastante bien hasta finales del siglo XVII, cuando estalló el polvorín que los turcos habían instalado en su interior. A principios del siglo XIX, el británico Lord Elgin compró parte de sus esculturas, que hoy pueden admirarse en el Museo Británico de Londres.

La Escultura. Los Grandes Maestros de los Siglos V y IV.

Policleto y Fidias. Praxíteles y Scopas. Lisipo y su Canon.

Los tipos principales de la escultura griega ya quedaron establecidos durante la época arcaica:

  • El kouros (tipo ideal de varón joven, desnudo, de tamaño superior al natural, con los brazos pegados al cuerpo y la pierna derecha adelantada) y la koré (figura femenina, en pie, portadora de ofrendas; se presenta vestida). Las figuras se presentan rígidas, hieráticas e inexpresivas.
  • Las estelas funerarias
  • Los relieves para decorar los templos.

En las primeras décadas del siglo V a. C., se añade, al uso tradicional del mármol, el bronce, pero se han conservado pocas esculturas en bronce.

SIGLO V a. C

Hacia mediados del siglo V a.C. se inicia la época clásica del arte griego. Coincide con el auge de Atenas. Es la era de Pericles.

En la época clásica, los griegos reprodujeron la realidad, basándose en las proporciones del cuerpo humano y aplicaron tres conceptos a las estatuas:

  • La armonía de proporciones, fijaron como módulo la cabeza, así durante el s.V la proporción armónica fue de siete cabezas y en el siglo IV, se elevó a ocho.
  • El principio de la diartrosis, que les hizo acentuar la división entre el tronco y las extremidades; y dentro del torso marcaron nítidamente los pectorales, la cintura y el pliegue inguinal.
  • Y la postura del contraposto, con la que rompieron la ley de la frontalidad, así una pierna actúa de sostén y la otra se flexiona, desnivelándose la línea recta de las caderas.

Debemos destacar que las esculturas griegas estaban policromadas.

Los inicios de la escultura clásica griega están determinados por la figura de MIRÓN. Su principal obra es: El discóbolo (solo lo conocemos por copias romanas) es un atleta en el momento previo al lanzamiento, que refleja una actitud tensa y concentrada.

POLICLETO. Pensaba que el arte debía estar regido por principios matemáticos. Escribió un tratado (Kanon) en el que establecía las relaciones matemáticas entre las partes del cuerpo y sus proporciones ideales (por ejemplo, la cabeza respecto al cuerpo debía tener una relación 1:7).

Su mayor interés estuvo en el cuerpo masculino desnudo, al que trató de representar en sus proporciones perfectas, la ruptura de la ley de la frontalidad mediante el contraposto y el principio de la diartrosis (división entre el tronco y las extremidades). Su obra clave es el Doríforo. Representa a un joven desnudo que lleva en su mano izquierda una lanza. La pierna derecha recibe el peso mientras la izquierda se adelanta y parece iniciar un movimiento (contraposto). Esto hace que la figura, aunque esté en reposo, presente un notable dinamismo.

Del mismo tipo es su otra obra clave, el Diadúmeno, posible representación del dios Apolo ciñéndose la cinta de los campeones.

FIDIAS. Representa la plenitud del clasicismo en una época en la que Atenas estaba en su momento de máximo esplendor.

Aparte de la perfección de las proporciones, Fidias se preocupó por expresar en su obra el sentimiento religioso que, a su juicio, iba ligado a la belleza. Sus figuras de dioses dejan de ser simples esculturas para convertirse en imágenes de culto que provocan la devoción del fiel (como luego hará la iglesia católica con las imágenes procesionales).

Dirigió la decoración del Partenón, esculpiendo sus metopas, frisos y frontones, en los cuales desarrollaría un programa escultórico para exaltar la grandeza de la diosa Atenea y de la propia ciudad:

En las metopas del Partenón, se narraban cuatro luchas mitológicas: la Centauromaquia, la Gigantomaquia, la Amazonomaquia y la guerra de Troya.

El friso del muro exterior de la naos se reservó para representar la Procesión de las Panateneas, un acontecimiento festivo y religioso que congregaba cada año a miles de personas para llevar a la diosa el peplo sagrado, tejido por las doncellas de la ciudad.

El frontón oriental mostraba el Nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus ante la mirada de los dioses.

El frontón occidental narraba la Disputa entre Poseidón y Palas Atenea por el dominio del Ática.

Todas estas composiciones están perfectamente adaptadas a la arquitectura del edificio. Se estructuran en grupos y se caracterizan por el movimiento y la riqueza plástica de los ropajes, con numerosos pliegues que dejan traslucir la anatomía femenina (técnica de los paños mojados).

Fidias esculpió también la gigantesca estatua de la diosa Atenea para el interior del Partenón, realizada en oro y marfil (crisoelefantina). No se ha conservado.

Aparte del conjunto del Partenón, hay que señalar otras obras de Fidias, la Atenea Promakhos, una figura gigantesca de Atenea vestida de guerrera para conmemorar la victoria sobre los persas y la Atenea Lemnia, que establece el prototipo de belleza serena en actitud pacífica.

Fidias trabajó también en Olimpia, donde esculpió la estatua de Zeus para el templo del mismo nombre y los relieves del exterior.

SIGLO IV a.C.

El siglo V a.C. termina mal para Atenas, es vencida por Esparta en la Guerra del Peloponeso y termina su periodo de esplendor. La crisis supuso, en el terreno artístico, cambios. La belleza serena fue sustituida por expresiones de sufrimiento psicológico (pathos), los sentimientos y emociones.

En este nuevo contexto, hay que situar la obra de PRAXÍTELES:

Destaca por su finura en el tratamiento del mármol. Se interesó por reflejar la belleza juvenil y temas agradables y llenos de encanto (charis): estilizó las figuras y arqueó suavemente los cuerpos (la llamada curva praxiteliana).

Destaquemos dos de sus obras:

  • La Afrodita de Cnido. Bajo la excusa del baño sagrado, muestra a la diosa desnuda. Se trata del primer desnudo íntegro femenino del arte griego.
  • Hermes y Dionisos, su obra maestra, es la estatua original. Muestra a Hermes ofreciendo al pequeño Dionisos un racimo de uvas. Es una escena llena de gracia, en la que los personajes divinos se muestran comunicativos y sonrientes.

SCOPAS. Se caracterizó por su fuerza expresiva y por la capacidad para transmitir estados de ánimo atormentados (pathos).

Destaca su obra Ménade Danzante, que transmite el frenesí de los cultos dionisiacos y provoca un efecto emocional que está cercano al helenismo.

LISIPO. Se puede considerar el último representante de la escultura griega clásica. Funde las tendencias anteriores en sus obras. Sus principales aportaciones fueron las siguientes:

  • Se interesa por los rasgos individuales, lo que lo acerca al retrato.
  • Modificó el canon de Policleto haciéndolo más esbelto (1:8 entre cabeza y cuerpo)
  • Amplia la temática tradicional. Esculpe atletas, pero también niños, y viejos mostrando los rasgos de la edad.

Destaremos el Apoxiomeno. Figura de un atleta con el brazo extendido limpiándose con el estrígile el polvo de la palestra. Este adelantamiento del brazo supo ampliar el espacio escultórico e introducir el concepto de profundidad.

El Hércules Farnese es una robusta figura del dios. Lleva una mano detrás, lo que obliga al espectador a girar para ver lo que lleva. Se trata de la manzana de la inmortalidad que ha cogido en las Hespérides.

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