Tecnócratas y la Era del Desarrollo en el Franquismo
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Gobierno de Tecnócratas
El libro "Los ingenieros de Franco" está pensado para provocar esa reacción: la sorpresa ante el influjo nacionalcatólico en la ciencia y la tecnología de la España franquista. Lino Camprubí ejerce como investigador en el Instituto Max Planck de Berlín (Alemania), una de las instituciones científicas más prestigiosas del mundo. Fruto de su investigación, aparece el análisis de la fundación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con "personas del Opus Dei muy ligadas a su líder", Escrivá de Balaguer. Esta es una clave: familias, intereses, el esqueleto formal del régimen. Cada capítulo, asegura Lino Camprubí, "transforma la visión" sobre temas y momentos fundamentales del franquismo: de la autarquía a la industrialización, nacionalcatolicismo y totalitarismo, pactos con Estados Unidos, el paso del carbón al petróleo, sindicatos verticales o la soberanía de Gibraltar. Un apartado concreto recoge la colonización faraónica de la marisma sevillana y el despliegue tecnológico (que también humano) usado en lo que hoy es el mayor arrozal de España. O la descolonización del Sáhara, nunca completada por el interés en los fosfatos de Marruecos ("tiene el 75% de la producción mundial", subraya) y con el "beneplácito de EEUU" como "aliado" marroquí. De ahí la huida española, la Marcha Verde, y la expulsión saharaui.
Planes de Desarrollo
Los Planes de Desarrollo Económico y Social fueron tres planes de planificación indicativa con los que se superó el período estructural económico denominado Autarquía, que se remontaba a la posguerra. Arrancan del Plan de Estabilización de 1959 y su principal impulsor fue Laureano López Rodó. Provocaron un potente crecimiento económico, con una tasa media acumulativa del 7,2 % anual en el aumento del PIB. A esos años se les conoce como Desarrollismo. Buena parte del éxito de los planes estuvo basado en una balanza comercial desequilibrada (las importaciones permitían el take-off económico), cuyo déficit se compensaba con remesas de la emigración española a Europa y con ingresos por turismo, aparte de las entradas directas de capital extranjero, que se liberalizaron. La industrialización contó con la existencia de los denominados polos de desarrollo: zonas de preferente instalación de empresas industriales, como Valladolid y Vigo (donde se instalaron fábricas automovilísticas de Renault y Citroën respectivamente), Puertollano (refinería), etc. Se fijaba, con carácter indicativo, una serie de objetivos económicos y se estimulaba a los empresarios privados a invertir en determinados sectores o lugares mediante subvenciones, créditos o facilidades fiscales, buscando solucionar las deficiencias de la industria. Se pusieron en marcha tres planes de duración cuatrienal entre 1964 y 1975. El franquismo utilizó las ayudas americanas para llevar a cabo una política de infraestructuras que disminuyera el déficit energético del país. La propaganda de inauguración de pantanos por el caudillo llegó a convertirse en un tópico.
Desarrollismo
El Desarrollismo o estructuralismo es una teoría económica referida al desarrollo surgida en América Latina a mediados del siglo XX, que sostiene que el orden económico mundial sigue un esquema centro industrial-periferia agrícola, razón por la cual se produce un deterioro estructural de los términos de intercambio en el comercio internacional en perjuicio de los países periféricos, que reproduce el subdesarrollo y amplía la brecha entre países desarrollados y países subdesarrollados. Como consecuencia de ese diagnóstico, el desarrollismo sostiene que los países no desarrollados deberían tener Estados activos, con políticas económicas que impulsen la industrialización, para alcanzar una situación de desarrollo autónomo.