Técnicas de Fondeo Seguro y Efectivo para Embarcaciones

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Fondeo con Viento y/o Corriente

En cuanto al rumbo de aproximación, siempre es preferible tener los agentes externos (viento y/o corriente) por la proa. Esta orientación minimiza los efectos sobre la embarcación y facilita su control. Si hay más de un agente externo y estos tienen direcciones e intensidades diferentes, el mejor rumbo de aproximación es el opuesto a la resultante de ambos. Si no se conocen los parámetros de viento y corriente, se puede observar la orientación de otros buques ya fondeados. Sin embargo, esta observación es solo orientativa, ya que depende de las superficies expuestas de cada buque (obra viva a la corriente, obra muerta y superestructuras al viento) y de la configuración de sus proas (cilíndricas, convencionales o de bulbo).

Caracterización de las Zonas de Fondeo

Se llama tenedero al lugar seleccionado para fondear la embarcación. La elección del fondeadero, o tenedero, debe considerar los siguientes aspectos:

  • Protección: El lugar debe ofrecer resguardo contra los efectos del viento y del oleaje, especialmente en condiciones de mal tiempo.
  • Calidad del Fondo: El fondo debe ser de un material que permita al ancla agarrarse firmemente, evitando el arrastre (garreo), y que facilite la posterior recuperación del ancla (zarpar). La inclinación del fondo también es un factor relevante.
  • Profundidad y Espacio: Se debe considerar la profundidad del agua, el área disponible para el borneo (giro de la embarcación alrededor del ancla) y la posibilidad de salir rápidamente a aguas abiertas si las condiciones meteorológicas empeoran súbitamente.

Garreo Voluntario

El ancla ofrece una retención de aproximadamente cuatro veces su peso. Sin embargo, esta eficacia disminuye en función del ángulo (α) que forma la cadena con el fondo, como se ha explicado previamente. Cuando las fuerzas externas superan la capacidad de retención del ancla, esta comienza a arrastrarse por el fondo (garreo), manteniendo una tensión constante en la cadena. Este movimiento lento desplaza el punto de gravedad (PG) de la embarcación hacia popa. Aunque el garreo suele ser indeseado, en ciertas maniobras se puede utilizar este comportamiento de forma controlada, por ejemplo, para mantener la proa orientada en un arco específico mientras la embarcación retrocede utilizando su motor o se deja llevar por su arrancada.

Garreo Involuntario

Una vez fondeado, y después de que el ancla haya hecho cabeza (se haya fijado al fondo), es crucial obtener una posición precisa de la embarcación. Se pueden utilizar referencias visuales en tierra, preferiblemente enfilaciones (alineaciones de dos puntos) o, al menos, tres referencias con ángulos cercanos a 90° para obtener una mejor intersección de las líneas de posición. Esta posición permite vigilar un posible garreo y prevenir derivas peligrosas. Además, se debe configurar una alarma de profundidad mínima en la ecosonda para alertar sobre el riesgo de varada.

Control del Trabajo de la Cadena

La pérdida de agarre del ancla se produce cuando el ángulo (α) entre la cadena y el fondo deja de ser cero. La fuerza de tensión (T') en la cadena se descompone en dos componentes: una vertical y otra en la dirección de las uñas del ancla, que depende del ángulo (θ) de inclinación de las uñas con respecto a la caña del ancla. Como se puede observar, la capacidad de retención disminuye a medida que aumenta el ángulo (α) que forma la cadena con el fondo.

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