Teatro de posguerra en España: De la evasión al testimonio social

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) Teatro de posguerra: De la evasión al testimonio social: Mihura y Sastre

La Guerra Civil Española tuvo un efecto devastador sobre el bando republicano. Junto a la muerte de Valle-Inclán, Unamuno, Lorca o Miguel Hernández, podemos hablar del exilio de dramaturgos como Max Aub, Alejandro Casona…

Condicionamientos del teatro: Limitaciones ideológicas, ejercidas por una censura férrea.

Teatro de evasión

El establecimiento del régimen autoritario fortalece el éxito social y económico de la comedia burguesa de preguerra (José María Pemán) que se caracteriza por su equilibrio entre lo humorístico y lo sentimental, los ambientes burgueses, la defensa de valores tradicionales y temas recurrentes (celos, matrimonio…). A esto se le denomina teatro visible.

Por otro lado, el teatro soterrado trata de responder a las exigencias sociales o estéticas y que apenas logra mostrarse.

  • Representaciones minoritarias, no comerciales (teatro de ensayo, teatro independiente)

Teatro cómico: Existía antes de la guerra, se opone al realismo y naturalismo decimonónico y se aleja del teatro comercial, apuesta por la fantasía, inverosimilitud y concepción libre del espacio escénico, tiene un humor agrio, poético y disparatado con el que se refleja negativamente a la sociedad precedente del teatro del absurdo.

  • Jardiel Poncela: teatro inverosímil introduciendo en sus obras elementos fantásticos y absurdos. (Eloísa está debajo de un almendro) Disminuye su espíritu renovador porque choca con los gustos del público.
  • Miguel Mihura: periodista, guionista, dramaturgo, funda revistas como La Ametralladora y La Codorniz.

Escribe Tres sombreros de copa que tarda 20 años en representarse, satiriza la mediocridad burguesa de provincias, pasó a hacer teatro comercial. Estructura clásica en tres actos, respeto a la regla de las 3 unidades, la transgresión viene de situaciones insólitas, uso inadecuado de objetos, ruptura de la lógica, respuestas absurdas…

A partir de 1953 con Melocotón en almíbar se suavizan los elementos críticos y absurdos.

El teatro de testimonio social

En el año 50 se sitúa el Realismo social. Teatro comprometido con los problemas sociales (miseria, injusticia, falta de libertades…)

Dos fechas claves: 1949 con el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo y 1953 con Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre.

Todavía existen dificultades para llegar al público. Cambios: Aparece un público nuevo universitario, distinto del burgués y que demanda otro tipo de teatro, se relaja la censura y se permiten ciertos enfoques críticos.

Las obras teatrales de esta tendencia presentan la injusticia y la alienación. Realismo tradicional, aunque es notable el influjo de esperpentos o de Lorca.

En la época se identificaron posturas con los nombres de posibilismo, Buero Vallejo, atenuar su crítica o mostrarla mediante alusiones, símbolos con tal de que las obras se representaran y fueran conocidas por el público e imposibilismo, Sastre, pretendían expresarse con libertad aun a riesgo de toparse con la censura y no ver sus dramas representados.

Alfonso Sastre

Creador del “Manifiesto del Teatro de Agitación Social” y cofundador del grupo Arte Nuevo y del “Grupo de Teatro Realista”. Para estos grupos lo importante es el tema, la protesta, la denuncia y el trasfondo social de la obra. En la trayectoria de Sastre podemos distinguir 3 etapas:

  • Teatro existencialista: con el grupo de teatro experimental Arte Nuevo, Sastre inicia una actitud de protesta y de rechazo del teatro español de los primeros años de posguerra, pretende llevar a cabo su renovación total. En este período predomina la temática existencial. Podemos destacar: Escuadra hacia la muerte. Los temas característicos de Sastre aparecen en esta obra: la opresión, la culpa, la rebelión y la expiación.
  • Teatro social: a partir de 1954 su obra se hace más política, radical y combativa por lo que su teatro fue víctima de la censura franquista, del temor de los empresarios teatrales y del desinterés del público burgués. Empezó a concebir el teatro como un arte social desde el que trata de despertar la conciencia del público y la lucha revolucionaria. Aspira a mostrar la realidad y también modificarla. Destacamos: La mordaza.
  • Entrados ya los años sesenta toma la decisión de automarginarse. La etapa de madurez se caracteriza por la radicalización de sus tesis revolucionarias. A estas nuevas obras se les denomina tragedias complejas. En ellas Sastre aspira a que el espectador acabe identificándose con los personajes como una forma de concienciación social.

Las tragedias se caracterizan por el empleo del humor, la fragmentación de las obras en múltiples cuadros, las intervenciones de un narrador, el empleo de músicas y canciones, anacronismos. Son tragedias complejas: La sangre y la ceniza, El Banquete.

Se acerca al teatro de Buero Vallejo al dramatizar el carácter trágico del ser humano, pero se opone a la concepción esperanzadora de este.

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