El Teatro Moderno: De Chejov a Brecht

El nuevo teatro ruso de Anton Chejov

Puede considerarse a Chejov como el impulsor del nuevo teatro ruso. Nacido en una familia humilde, el dramaturgo pasó por todo tipo de penalidades a lo largo de su vida. En su juventud, tuvo que ver a su padre arruinarse y tuvo que compaginar sus estudios de medicina con diferentes trabajos. Sus colaboraciones en diferentes periódicos y sus relatos humorísticos pronto lo convirtieron en un escritor conocido, su labor como autor teatral tardó más en ser reconocida por sus planteamientos innovadores. A su éxito final contribuyeron su esposa, la actriz Olga Knipper, y la compañía de Stanislavski, el Teatro del Arte de Moscú, que supo dar a la interpretación la naturalidad. Murió siendo aún joven de tuberculosis.

Características del teatro de Chejov:

• El teatro de Chejov presenta un retrato de una sociedad decadente a través de la vida de personajes de lo más variopinto.
• Entre los temas que priman en el drama de Chejov destacan la soledad del individuo y el fracaso.
• Desde el punto de vista de la técnica teatral, Chejov desarrolló la denominada acción indirecta, consistente en primar lo que ocurre fuera de escena con el fin de potenciar la imaginación del espectador y sugerir más que mostrar.

Obras destacadas de Chejov:

Entre las obras teatrales de Chejov destacan fundamentalmente La Gaviota (tragedia amorosa que al desarrollarse entre actores y autores introduce valiosas reflexiones sobre el teatro), Tío Vania (reflexión sobre el hombre sencillo que siente que ha perdido su vida), Las tres hermanas (sobre la frustración y los anhelos de tres hermanas de una ciudad de provincias que sueñan con una vida mejor) y El jardín de los cerezos (centrada en los problemas económicos de una familia, que pone de relieve el conflicto generacional). A pesar de ser complejas para el público de su tiempo, las piezas teatrales de Chejov fueron un referente insustituible para el teatro.

El teatro de la Inglaterra posvictoriana

El final del siglo XIX supone un auténtico renacimiento del teatro en lengua inglesa, motivado en gran parte por los aires renovadores que los autores del norte de Europa habían insuflado a la escena teatral. El drama busca reflejar en mayor medida la vida en todas sus dimensiones y acercarse a la realidad del espectador. Pero se da una particularidad en el teatro en lengua inglesa de este periodo y sus máximos exponentes son autores nacidos en Irlanda, muchos de ellos vinculados al denominado renacimiento céltico o literario irlandés, una identidad particular.

La renovación poética norteamericana: Walt Whitman (1819-1892)

Es considerado el gran poeta nacional norteamericano. De descendientes ingleses y holandeses, nació cerca de Nueva York en una familia modesta. La primera edición de su gran obra "Hojas de hierba" fue en 1855 después de más de 10 años de preparación.

Características de la obra de Whitman:

1. En la obra de Whitman se propugna el individualismo, el optimismo, la fe en el ser humano y el amor a la vida.
2. El poeta no rehuye los temas de su tiempo y se manifiesta a favor de la igualdad y de la democracia.
3. Desde el punto de vista filosófico, se ve influenciado por el transcendentalismo de Emerson, que postula llegar al conocimiento espiritual mediante la contemplación y el amor a la naturaleza.
4. La energía y la libertad expresivas son características de su obra.
5. La rima pierde importancia a favor de un ritmo propio creado por procesos de repetición léxica y sintáctica.
6. En la lengua poética es característica la mezcla de registros y niveles lingüísticos.
7. La influencia de Whitman ha sido enorme en la poesía norteamericana y en la española, como demuestra García Lorca.

Artaud y el Teatro de la Crueldad

Los principios en que se inspira este movimiento teatral son los expuestos en el libro "El teatro y su doble" del francés Artaud, quien se vio influido por sus problemas que lo llevaron a ingresar en varios centros. Para él, el teatro ha de ser una especie de exorcismo ya que es preciso que el espectador se sienta conmovido y para ello hay que destruir la realidad. Concibe el teatro como un espectáculo total en el que texto y gestualidad se integran en un mismo plano.

Teatro Épico de Entreguerras

Surge entre los dramaturgos alemanes que asistían al ascenso del nazismo. Es una corriente que entiende el teatro como un elemento de lucha social; el teatro ha de ser una herramienta para resolver los problemas políticos y sociales, por eso tiene que enseñar a los espectadores. A esta corriente están vinculados Erwin Piscator y Bertolt Brecht y se les denomina teatro épico o dialéctico.

Erwin Piscator

Destacó por sus aportaciones a la escenografía, aunque introdujo conceptos, como la elección del público de barrios obreros o marginales.

Bertolt Brecht

Su obra dotó al teatro épico alemán de entidad dentro de la historia de la literatura. Su oposición al nazismo y su vinculación con el marxismo lo llevaron a estar exiliado desde 1933 hasta 1948, en que se estableció definitivamente en Berlín Oriental, donde formaría el "Berliner Ensemble". Es central en su teatro el concepto de distanciamiento que busca evitar que el público dé una respuesta emocional y forzarlo a la reflexión. La lengua de sus dramas mezcla lenguaje coloquial con formas poéticas, de la prosa y el verso en formas libres. Los temas centrales de su obra son algunas de las grandes preocupaciones del hombre del momento: el poder, la guerra, la justicia...