El Teatro Experimental Español: Vanguardia y Renovación Dramática
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El teatro experimental español del siglo XX se encuentra dividido entre las propuestas que logran ascender a la escena y aquellas que, con dificultad, alcanzan un público amplio. Hacia 1970, numerosos dramaturgos se lanzan a la renovación de la expresión dramática, asimilando corrientes experimentales del teatro extranjero. Se observa la influencia del teatro del absurdo (con figuras como Beckett o Ionesco) y las propuestas de Artaud o Brecht. También se inclina por la farsa y el teatro grotesco, con una marcada influencia de Valle-Inclán.
Características de la Vanguardia Teatral Española
- Los autores vanguardistas perciben el teatro como un espectáculo total, donde son fundamentales los efectos especiales, la escenografía, el vestuario, la mímica y la expresión corporal.
- Se rompe con la división tradicional entre el escenario y los espectadores (la "cuarta pared"), fomentando la participación del público.
- Persiste la denuncia social y política del franquismo, abordando temas como la falta de libertad, la opresión, la alienación, la injusticia y la nueva sociedad de consumo. Se utiliza un lenguaje parabólico y simbólico.
- Los personajes suelen ser simbólicos, lo que ha llevado a hablar de un teatro hermético.
Grupos de Teatro Independiente
Durante este periodo, surgen importantes grupos de teatro independiente que impulsan la renovación escénica:
- Los Goliardos y Tábano
- Teatro Lebrijano y La Cuadra
- Quart 23
- TEU
- Els Joglars
- Els Comediants
- Akelarre
- La Fura dels Baus
Figuras Clave del Teatro Experimental Español
Francisco Nieva: Surrealismo y Antirrealismo en la Escena
Francisco Nieva, galardonado con el Premio Nacional de Teatro en 1980 y el Príncipe de Asturias de las Letras en 1992, fue miembro de la Real Academia Española (RAE). Militante del postismo, entró en contacto con la vanguardia teatral, de donde proviene su estilo surrealista y onírico. Su teatro es marcadamente antirrealista, con un lenguaje paradójico y divertido.
Clasificación de las Obras de Francisco Nieva
Nieva subdividió sus obras en varias categorías:
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Teatro de crónica y estampa (realista):
- Sombra y quimera de Larra
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Teatro de farsa y calamidad (abundancia de referencias literarias, irracional e imaginativo):
- Tórtolas, crepúsculo y... telón
- Delirio del amor hostil
- La señora tártara
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Teatro furioso: Estas obras heredan la concepción barroca del espectáculo y las ideas de Jarry o Artaud. La acción se disuelve en escenas sueltas de carácter carnavalesco, y el tiempo y el espacio pierden su sentido tradicional. Se busca la liberación del subconsciente, y la palabra adquiere gran importancia.
- Pelo de tormenta
- La carroza de plomo candente
Fernando Arrabal: Del Exilio al Teatro Pánico
Fernando Arrabal se exilió en Francia, donde escribió en español. Sin embargo, sus estrenos y publicaciones le dieron más fama fuera de España que en su propio país. Su obra Los dos verdugos fue suspendida en España.
Evolución y Temáticas en la Obra de Arrabal
- En los años 50, su lenguaje es ingenuo o infantil. Obras destacadas de este periodo incluyen:
- Picnic
- El triciclo
- El cementerio de los automóviles
- Pando y Lis
- En el teatro pánico, Arrabal recoge elementos del teatro del absurdo y de las vanguardias históricas para crear un "teatro total".
- En El laberinto, provoca y niega los mitos de la guerra, la familia, la justicia, la religión o la muerte. Arremete contra una civilización paternalista. Los personajes son dos hombres atados entre sí por cadenas: uno quiere liberarse (es ideológico y discursivo), y el otro es fatalista. El que busca la liberación se topa con una muchacha angelical pero lasciva, y con un padre bueno y amable que, sin embargo, le ordena su condena. El que no se libera se ahorca con la cadena del inodoro. Finalmente, culpan y condenan a muerte al liberado.
El Teatro Español Tras la Democracia
Tras la llegada de la democracia, surgen organismos clave para la promoción del teatro de calidad, como el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Se representan obras de tema histórico, como las de la Guerra Civil, de autores como Fernán Gómez o Sanchís Sinisterra.
En la transición entre el siglo XX y el XXI, destacan dramaturgos como Sergi Belbel, Jordi Galcerán y Juan Mayorga, quienes continúan enriqueciendo la escena teatral española.