El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX: Antonio Buero Vallejo y el Realismo Social

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El Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX

Antonio Buero Vallejo (1916-2000)

Antonio Buero Vallejo, tras la Guerra Civil, fue encarcelado. Allí, compartiendo celda con Miguel Hernández, despertó su vocación teatral.

Su obra tiene una doble función en la tragedia:

  • Inquietar, plantear problemas y lanzar interrogantes que prolonguen la reflexión del espectador sin imponer soluciones.
  • Curar, invitando a una superación personal y colectiva, a una lucha contra las fuerzas negativas que amenazan al hombre.

Sus temas giran en torno al anhelo de realización humana, la búsqueda de la felicidad, de la verdad o de la libertad, y las limitaciones con las que se encuentra el hombre concreto. Ese es el fondo de la tragedia, que Buero enfoca desde un doble plano:

  • Existencial: Meditación sobre el sentido de la vida y de la condición humana.
  • Social: Denuncia, desde su estricto sentido moral, de iniquidades e injusticias.

Su teatro se reduce a “la lucha del hombre, con sus limitaciones, por la libertad”.

Etapas de su obra

En su primera etapa, hasta 1955, destacan las dos primeras obras: “Historia de una escalera” y “En la ardiente oscuridad”. La primera es el drama de la frustración, vista a través de tres generaciones de familias modestas, donde los problemas de los padres, sus rencores, sueños, fracasos o resignación se repiten en los hijos. La segunda es una tragedia compleja en la que sus personajes, ciegos, encarnan ante su dolorosa situación la resignación o la rebeldía.

En la segunda etapa, dominan los dramas históricos, como “Un soñador para un pueblo”.

En la tercera etapa, las últimas obras son de contenidos sociales y políticos que se hacen más explícitos, con “Llegada de los dioses” o “La doble historia del doctor Valmy”.

Innovación escénica

Desde el punto de vista escénico, Buero Vallejo no solo utiliza recursos de luminotecnia o de tramoya, sino también la ruptura del orden cronológico, la mezcla de lo real con lo imaginario o el incremento de la participación del espectador en el drama.

Su trayectoria, que se ha mantenido fiel a la evolución del teatro español, lleva sus preocupaciones a un sector importante de la población española.

Los años 50: El auge del Realismo Social

En los años 50 surge un público nuevo que pide otro tipo de teatro, una censura levemente relajada y, sobre todo, el triunfo del llamado realismo social. El nuevo rumbo es el del teatro social. Los autores intentan transmitir, en primer lugar, el desasosiego del ser humano, pero muy pronto comienzan a recrear la vida cotidiana y con ella a transmitir la falta de libertad, la injusticia social, la explotación del hombre por el hombre e incluso la miseria y la angustia del proletariado. Su realismo, alejado del costumbrismo, es crítico.

Principales autores y obras

  • Carlos Muñiz alcanza un gran éxito con “El tintero”, obra que arremete contra los burócratas y los funcionarios que anteponen a cualquier consideración moral el cumplimiento de una orden dada por un superior.
  • Laura Olmo, con “La camisa”, aborda uno de los problemas más importantes de la época: el paro. Otra obra destacada de esta autora es “Las salvajes en Puente San Gil”.
  • Fernando Arrabal irrumpe en la escena con “El triciclo”.

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