Teatro Español de Posguerra: Exilio, Censura y Renovación Dramática

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El Teatro Español en la Posguerra: Un Escenario de Contrastes

En la posguerra española, se agudizan los condicionamientos del género teatral. A la censura franquista, se le suma el auge del cine, que a veces sustituye al teatro. El teatro del exilio, especialmente en México y Argentina en los años de posguerra, presenta diferencias estéticas con el cultivado en España. El interés artístico llevó a los exiliados a incluir en ocasiones novedades vanguardistas en sus obras.

Autores Destacados del Exilio

  • Rafael Alberti: Su obra se caracteriza por la utilización de símbolos y elementos poéticos, y el uso ocasional del verso. Obras: Noche de guerra en el Museo del Prado y El Adefesio, una obra grotesca que aborda el tema de la intolerancia del poder a través de la vieja Gorgo.
  • Alejandro Casona: Sus obras son poéticas y equilibradas, con elementos fantásticos: La dama del alba, La barca sin pescador, Los árboles mueren de pie.
  • Max Aub: Durante la guerra, practicó un teatro político que llamó “teatro de urgencia”. Ya en el exilio, su teatro se caracteriza por el realismo, siendo sus temas los desastres de la guerra, la soledad y la ética del exiliado, como en San Juan.

El Teatro en la España de los Años 40

En los años 40, el teatro se caracteriza por su respeto al público burgués y su ideología, la superficialidad de las ideas y los ambientes lujosos correspondientes a la clase social de los personajes. Figuras como José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo, Juan Ignacio Luca de Tena y Alfonso Paso dominan la escena.

Teatro Cómico

  • Enrique Jardiel Poncela: Autor de obras llenas de situaciones inverosímiles que lo acercan al teatro del absurdo, la locura y el misterio. Tras la guerra, estrenó Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada.
  • Miguel Mihura: El tema esencial de su teatro es el enfrentamiento entre los convencionalismos sociales y el individuo. Tres sombreros de copa, su obra más representativa, se estrenó veinte años después de ser escrita. En ella, Dionisio, un hombre formal, serio y respetable a punto de casarse, se enamora de Paula, una mujer libre y alocada. Al final, renuncia a la libertad para casarse y reintegrarse en el orden establecido. Mihura se vio obligado a crear un teatro más comercial (Melocotón en almíbar, Maribel y la extraña familia).

Siguen interesando al público las comedias burguesas y las comedias humorísticas, pero comienza a surgir un público universitario que reclama otro tipo de teatro mucho más crítico, con temas sociales como las desigualdades, la burocracia deshumanizada y la emigración. La actitud es de protesta hacia la situación actual.

Antonio Buero Vallejo: Un Teatro de Compromiso

Antonio Buero Vallejo une en su teatro lo político con lo existencial: lo fundamental es la tragedia del anhelo de realización humana truncado por las limitaciones sociales. En cuanto a la técnica teatral, Buero supera en esta época la técnica realista:

  1. Sustituye el espacio único por el espacio múltiple y de decorado.
  2. Utiliza el recurso de situar la acción en otras épocas para poder eludir la censura.
  3. Frecuentes “efectos de inmersión”. Mediante recursos de sonido y de luz, Buero nos hace "ver" u "oir" las cosas tal como lo hace el personaje: las alucinaciones de Tomás en La Fundación, la sordera de Goya en El sueño de la razón, la oscuridad de algunas escenas de El concierto de San Ovidio, porque Buero quiere que el público se sienta ciego como sus personajes.

Etapas de su Obra

  • En un primer momento, se observa un enfoque existencial y una técnica realista, como en Historia de una escalera, obra en la que se refleja la vida de los vecinos de una escalera, y también en En la ardiente oscuridad, en la que cuenta cómo la vida de una institución de ciegos se ve alterada por la llegada de un nuevo personaje, Ignacio, un ciego que se niega a aceptar las mentiras oficiales del centro –símbolo de la dictadura franquista.
  • En la segunda etapa, predomina el enfoque social y la superación del realismo. Para evitar la censura, Buero elige en algunas de sus obras la forma de drama histórico, a través del cual hace un análisis del presente. Un soñador para un pueblo trata del fracaso de Esquilache. En El concierto de San Ovidio, otro drama de ciegos, estos son ahora símbolo de los oprimidos, víctimas de explotadores sin escrúpulos. El tragaluz.
  • En la tercera etapa, los experimentos escénicos aumentan y los contenidos políticos también. En La fundación nos introduce en una celda de presos políticos; uno de ellos, Tomás, trastornado, cree hallarse en un centro de investigación. Es una honda reflexión sobre el compromiso con la realidad, la lucha por transformarla, el ideal de libertad.

En La detonación, otras obras son La llegada de los dioses.

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