El Teatro Español Durante la Posguerra: Entre la Evasión y la Crítica
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El Teatro en la España Aislada y Autárquica
El teatro oficial conservador de la posguerra inmediata
El “teatro oficial” fue un teatro conservador y mediocre: se representaron sainetes, comedias superficiales. Este teatro ideológico iba dirigido a un público burgués y acomodado: los profesionales del teatro no se planteaban dramas que cuestionaran ni el régimen franquista ni el papel de la Iglesia como poder fáctico. Destacó Joaquín Calvo Sotelo.
En los años 40-50, destacan los madrileños de la evasión: Enrique Jardiel Poncela, Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada; Víctor Ruiz Iriarte, El puente de los suicidas; Juan Ignacio Luca de Tena y Alfonso Paso, Un tic-tac de reloj
Teatro crítico adelantado: humorismo y renovación
Miguel Mihura escribió Tres sombreros de copa. Mihura arremete contra los convencionalismos sociales; no obstante, la atmósfera creada y el lenguaje utilizado recuerdan al de una época pasada.
El teatro español en el exilio
El desenlace de la Guerra Civil supuso que innumerables escritores y artistas se vieran obligados a marcharse de España. El teatro que floreció en el exilio apenas fue conocido en el interior del país, por eso, su influencia en la vida cultural española fue limitada.
El exilio interior: teatro posibilista vs. teatro rebelde e intransigente
Los nuevos dramaturgos que pretenden contrarrestar la cultura del Régimen con un teatro comprometido, Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre, representan el Realismo social. En este teatro, se muestra la deplorable situación económica del país, se conmueve al espectador y se le hace meditar para el cambio y el progreso. Sastre, propuso terminar con el teatro burgués y acomodaticio simbolizado en el contexto de la alta comedia de Jacinto Benavente. Un teatro combativo y directo contra la dictadura franquista, usó alegorías y parábolas para salvar la censura y crear una obra estética de calidad y no panfletaria. Buero se adapta en lo necesario a las exigencias del momento para poder publicar y estrenar: era la postura más moderada conocida como posibilismo.
- El posibilismo de Buero consistió en un compromiso ético y una denuncia social y política, de tono reflexivo y trascendente, sobre la condición humana y la vida política, social y económica de la posguerra. Buero planteará un posibilismo en todo: en el contenido y la trama, en la escenografía y la puesta en escena. Lo presentaba en teatros comerciales.
- El teatro de agitación de Sastre: era la acción corrosiva y al ataque contra los estamentos que sustentaban la dictadura; la representación era un acto político antifranquista.