El Teatro Español de Posguerra: Corrientes, Autores y su Evolución Histórica
Enviado por Emepe y clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 4,45 KB
El Teatro Contemporáneo Español: Evolución y Tendencias
El género teatral ha sufrido importantes cambios a lo largo de las últimas décadas. La posguerra española supuso un empobrecimiento de la producción dramática y una ruptura con el teatro vanguardista, cuyo máximo referente fue Lorca. Durante el régimen franquista convivieron varias corrientes teatrales. Por un lado, se impuso un teatro burgués de carácter comercial, que se integraba en la ideología dominante; por otro, en los años 50, emergió un teatro social. Con la apertura del régimen, a partir de los años 60, el teatro evolucionó hacia una crítica más simbólica y experimental, en consonancia con las tendencias europeas del teatro del absurdo. Esta corriente se denominó Nuevo Teatro.
Desde la llegada de la democracia, regresaron los escritores exiliados y los dramaturgos reimpulsaron el género. El teatro actual intenta reflejar las inquietudes de la nueva sociedad española y busca nuevos lenguajes expresivos. Se caracteriza por el auge de los teatros nacionales y las compañías independientes, que abren nuevas tendencias.
El Teatro de Posguerra Española: Contexto y Corrientes
La producción teatral, de baja calidad artística, se vio condicionada por varios factores:
- La muerte o el exilio de grandes dramaturgos como Lorca y Valle-Inclán, lo que supuso una ruptura con el teatro renovador.
- El público, mayormente burgués y acomodado, prefería un teatro sencillo y tradicional.
- La censura aplicada por el régimen condicionó el contenido de las obras dramáticas o impidió su escenificación.
El periodo de posguerra abarcó cuatro décadas: en los años 40, predominó un teatro de evasión que no cuestionaba los valores del régimen; en los años 50, surgió un teatro comprometido con las clases humildes y el teatro experimental.
El Teatro Burgués: Tradición y Entretenimiento
En los años posteriores a la Guerra Civil asistimos a un resurgir de la comedia benaventina y costumbrista. Asumió las formas tradicionales del teatro anterior a la contienda y entroncó con la tradición de la comedia burguesa. Dramaturgos destacados fueron Eduardo Marquina y Carlos Arniches. Destacó Joaquín Calvo Sotelo con La muralla.
Características del Teatro Burgués:
- Teatro de entretenimiento: Era un teatro amable, divertido e ingenioso, concebido para el entretenimiento de un público burgués.
- Cuidado formal: Presentaba una preocupación por la "obra bien hecha", con diálogos cuidadosamente elaborados, atención a los valores literarios del lenguaje y habilidad en la construcción de la trama.
- Temas burgueses: Incluían la infidelidad en el matrimonio, conflictos entre padres e hijos, y la defensa de los valores morales tradicionales, a menudo con un final feliz.
- Personajes acomodados: Solían ser de clase media o alta, burgueses o aristócratas sin problemas económicos.
- Ambientes confortables: La escenografía intentaba reproducir el lujo de la alta sociedad.
El Teatro Poético o de Ensueño: Realidad y Fantasía
Los dramaturgos que lo cultivaron escribieron en prosa poética, abarcando comedias de diversas tendencias, la sátira burlesca y el sainete. La temática se centró en el conflicto entre la realidad y la fantasía, y en la defensa del amor y la comprensión, buscando superar el conflicto. Destacó Alejandro Casona, uno de los escritores más representativos del exilio, con obras como Nuestra Natacha.
El Teatro del Humor: Ironía y Absurdo
Muchos dramaturgos encontraron en el humor una forma de sobrellevar las duras condiciones de la vida de la posguerra. Este humor se caracterizó por las situaciones inverosímiles y los diálogos absurdos, con los que se criticaba de forma muy irónica a la sociedad de la época. Este humor fue heredero del teatro de Pedro Muñoz Seca y se emparentó con las tendencias europeas del teatro del absurdo; además, influyó en los años 60 en el teatro experimental. Destacaron Jardiel Poncela y Miguel Mihura, quienes, después de sus primeros estrenos, tuvieron que modificar su estilo teatral y adaptarse a las exigencias de un público que prefería un teatro más convencional y tradicional.