El Teatro Español de Posguerra: Características y la Profundidad Simbólica en La Fundación de Buero Vallejo
El Teatro de Posguerra en España: Contexto y Características
El estado general de crisis obliga a los empresarios de la escena y a las compañías a abastecer los teatros de obras que respondan a las expectativas del público burgués sin arriesgarse a modificar sus gustos.
Características del Teatro de Posguerra
- Entretenimiento: Sigue la línea más habitual del teatro cómico. Si bien es cierto que también se escriben dramas de tesis, que abordan los problemas de la moral burguesa, y dramas históricos en los que se hace apología de los valores espirituales.
- Valores Tradicionales: Se defienden la honradez, el trabajo, la fidelidad y el amor conyugal.
- Crítica Contenida: Se centra en las costumbres de la clase media, con abundantes dosis de moralismo, siempre desde una perspectiva amable.
- Final Feliz: Se añade además una gran dosis de sentimentalismo trivial al final de las obras.
Temas Recurrentes
- Mundo Real: Giran en torno a un problema de desavenencia amorosa, infidelidad conyugal o problemas económicos. Los protagonistas pertenecen a una clase social alta y el problema se resuelve según un código del honor privado.
- Mundo Poético: Introducen un elemento inverosímil y crean un mundo fantástico que distorsiona la realidad (ej. El baile de Edgar Neville; Tres sombreros de copa de Miguel Mihura).
Estilo Dramático
- Piezas Redondas: Se trata de piezas bien hechas con diálogos correctamente construidos, un lenguaje literario muy cuidado y una estudiada gradación del interés y las reacciones del público.
- Ambientes Burgueses: Se sitúa la acción en interiores refinados o aristocráticos.
- Personajes Burgueses: Pertenecen los personajes a la burguesía media o alta y en ocasiones a la nobleza.
- Técnicas Cinematográficas: Se introducen saltos temporales y cambios de lugar con el objetivo de aportar más dinamismo.
La Fábula en la Obra de Buero Vallejo: El Caso de La Fundación
En la lucha por el descubrimiento de la verdad, Buero Vallejo se dirige hacia el comportamiento de los individuos, por lo que la obra nos ofrece la visión de una fábula simbólica que no solo trata de ofrecer una lección social o política, sino que plantea una situación dramática concreta para que el lector se integre en ella y busque una solución al conflicto. Es lo que, por ejemplo, ocurre con el problema que se le plantea al lector entre la violencia y la crueldad cuando Tomás reprocha a Lino que haya dado muerte a Max diciéndole que “si no acertamos a separar la violencia de la crueldad, seremos aplastados”.
Aunque Buero subtitulase La Fundación con la denominación de fábula, la crítica literaria siempre la ha considerado más como una tragedia alegórica que afecta al destino de los seres humanos y que trata de transmitir una enseñanza útil, que como una verdadera fábula.
Desarrollo Argumental y Simbolismo
Abrumado por el remordimiento, Tomás ha querido suicidarse, aunque Asel, uno de los compañeros, lo ha evitado, por lo que la mente del muchacho acaba por entrar en un proceso de esquizofrenia que conseguirá defenderlo de la realidad de la cárcel.
El texto se presenta al lector como una “fábula en dos partes”, dividida a su vez en la ‘Parte I’ y en la ‘Parte II’.
Parte I: La Construcción de la Ficción
La ‘Parte I’ arranca con el escenario ficticio que Tomás ha inventado y con la presentación de los otros personajes protagonistas del drama, finalizando con un Tomás que empieza poco a poco a recuperar la cordura cuando los guardianes de la que él cree residencia se llevan al hombre que pensaba enfermo, aunque llevaba muerto hacía varios días.
Parte II: El Confrontamiento con la Realidad
La ‘Parte II’ comienza cuando Tomás ha recuperado plenamente la cordura y se da perfecta cuenta de que nada resulta ser como él creía, incluso la marcha de Tulio para ser ejecutado; y finaliza con el descubrimiento de la traición y posterior asesinato de Max, el suicidio de Asel y el traslado de Tomás y de Lino.
La Fundación, como si de una verdadera fábula se tratase, plantea la eterna dicotomía entre la realidad que los personajes perciben y la ficción ocasionada por el trastorno mental y alucinatorio de Tomás, el protagonista principal de la pieza. Conforme la trama argumental de la obra va avanzando, se percibe nítidamente que el enfrentamiento entre realidad y ficción de la fábula irá reduciéndose paulatinamente en beneficio de una verdad que, aunque ha ido apareciendo poco a poco ante el lector.