El Teatro Español Antes de la Guerra Civil: Tendencias y Figuras Clave
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**EL TEATRO ESPAÑOL ANTES DE LA GUERRA CIVIL**
**VISIÓN DE CONJUNTO DEL TEATRO ESPAÑOL DE LA ÉPOCA**
El período de paz que siguió a la Restauración borbónica se rompió con el inicio de las guerras coloniales, cuyo detonante en España fue la insurrección cubana de 1895. Guerra con EEUU (1898) y pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Este desastre, denominado desastre del 98, no determinó cambios políticos importantes, pero sí, propuestas de REGENERACIÓN. En 1923, la crisis del régimen (Alfonso XIII) culmina con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, aceptada por el rey. En 1930 la dimisión del dictador deja malparada a la monarquía y el republicanismo asciende con la consiguiente victoria de los partidos de izquierda en las elecciones municipales de 1931. El rey parte hacia el exilio y el 14 de abril se proclama la II República. 1936 al 1939: Guerra Civil española. Dictadura del general Francisco Franco.
Como espectáculo, el teatro tiene unos condicionamientos comerciales. Ello traía consecuencias tanto en lo ideológico como en lo estético, puesto que los autores que se salían de las formas tradicionales se veían ante el dilema de tener que decidir entre rebelarse o resignarse a que sus obras solo fueran leídas por una minoría.
**TENDENCIAS**
**1) El teatro que triunfa o comercial, continuador del teatro del siglo XIX. Abarca tres corrientes dramáticas**
- La comedia burguesa con Benavente y sus seguidores.
- El teatro cómico, vinculado al costumbrismo y al sainete.
- Y el teatro en verso de herencia romántica y con influencia modernista
**2) El teatro innovador, que aporta nuevas técnicas y enfoques.**
Los primeros intentos de renovación teatral fueron llevados a cabo, entre otros dramaturgos, por Jacinto Grau, que ensayó diversas vías y que fue mayormente reconocido en el extranjero; por Unamuno, con su teatro desnudo, vehículo idóneo para el desarrollo dramático de los problemas filosóficos que lo preocupaban; y por Azorín, con su pretendido antirrealismo y la sensación de exceso de artificio para poco logro escenográfico.
En cualquier caso, el teatro español de las primeras décadas del siglo XX alcanzó la cima con la obra de Ramón María del Valle-Inclán y de Federico García Lorca. Ellos son los que mejor lograron una calidad indudable en la renovación teatral que muchos habían pretendido. Sus obras, además de influir decisivamente en el teatro posterior, siguen representándose aún hoy en todo el mundo.
**EL TEATRO COMERCIAL**
**La comedia benaventina:**
Jacinto Benavente (Madrid. 1866-1954) es la figura más representativa del momento. Tuvo un comienzo audaz con"El nido ajen" (1894) que trata sobre la situación opresiva de la mujer en la sociedad burguesa. Los jóvenes inquietos elogian su crítica y lo saludan como el renovador del lenguaje teatral. Pero la comedia fue un fracaso. Benavente decidió entonces aceptar los límites impuestos por el público y adopta un tono menos crítico y así ser más aplaudido. Sus obras se mantienen en la línea de la llamada"comedia de saló" excepto su obra maestra, Los intereses creados, que encierra una descarada visión de los ideales burgueses. También intentó el drama rural (Señora ama, de 1908 y La Malquerida, de 1913) pero no acertó a encontrar un lenguaje rural y a la vez poético, de modo que no se consolida como antecedente de los dramas rurales de Lorca. En la segunda década de siglo Benavente ya está consolidado. En 1912 entra en la Real Academia. En 1922 le dan el Premio Nobel; aunque es acusado de conservador, el éxito le sigue acompañando. Su aportación al teatro español fue su habilidad escénica, su ingenio y la fluidez en sus diálogos.
**El teatro cómico:**
En las primeras décadas del siglo XX, predomina el género cómico que, con frecuencia, aparece acompañado de elementos"lírico" (música, canto y baile). La finalidad básica de este teatro, que logró un significativo éxito de taquilla, era el entretenimiento del público. Dentro de este tipo de teatro, nos referiremos a dos géneros: el sainete y la comedia costumbrista.
Los hermanos Álvarez Quintero, Serafín y Joaquín. Nacidos en Utrera, llevan a escena una Andalucía tópica y sin más problemas que los sentimentales. Cabe destacar los sainetes y ciertas comedias que vienen a ser sainetes en tres actos. Ligereza y diálogo intranscendente son los rasgos de obras como El patio, El genio alegre, Las de Caín.
Carlos Arniches presenta sainetes de ambiente madrileño, interesantes por su habla castiza, y de los que cabe destacar El santo de la Isidra, y Don Quintín el amargado. Arniches trató también de introducir un nuevo género, la tragedia grotesca; un tipo de obra en la que se funde lo cómico y lo emotivo, con una visión de las costumbres más profunda y una actitud crítica ante las injusticias. Ejemplo de ello es La señorita de Trevélez.
Pedro Muñoz Seca creó el astracán, género cómico basado en los despropósitos, los equívocos, los ripios y los disparates, en busca de la pura carcajada del espectador. Acertó a crear una obra de notable comicidad en La venganza de don Mendo, 1918; graciosa parodia de los dramas históricos en verso del teatro romántico.
**TENTATIVAS RENOVADORAS**
Unamuno cultivó el teatro como una vía más para presentar los conflictos humanos que le obsesionaban. El suyo es un teatro de ideas con escasa acción dramática y un denso diálogo en el que lo importante es el drama interior de los personajes. Destaquemos Fedra (1910) y El otro (1926)
Azorín llevó a cabo un teatro alejado del realismo, basado en la palabra y en la desnudez escenográfica. Destacan Angelita (1930) sobre su obsesión por el tiempo y Lo invisible, su obra más interesante, que refleja su angustia ante la muerte.
**EL TEATRO DE VALLE- INCLÁN (1866-1936)**
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Estudió derecho en Santiago de Compostela. En 1891, terminados sus estudios, se trasladó a Madrid, donde colaboró en El Globo. Al año siguiente realizó el primer viaje a América. Trabajó en periódicos mejicanos, en los que publicó narraciones breves. A su regreso a España se asentó en Pontevedra. En 1896 regresó a Madrid, donde conoció en diversas tertulias a Azorín, los hermanos Baroja, Villaespesa y Benavente, y se hizo célebre por sus extravagancias. Volvió a Méjico en 1921, invitado por el presidente Álvaro Obregón. A su vuelta, protestó contra la dictadura de Primo de Rivera. Establecido de nuevo en Madrid, fue nombrado conservador del Patrimonio Artístico Nacional, pero dimitió ante la desidia existente. Fue elegido presidente del Ateneo, y en 1933, director de la Escuela de Bellas Artes de Roma. En 1935, volvió a Santiago de Compostela, donde murió.
La obra de Ramón María del Valle Inclán (1866-1936) evoluciona desde un modernismo nostálgico y densamente lírico hacia un tipo de literatura,