El Teatro Español: Evolución y Tendencias

Introducción

Los escritores del teatro de la posguerra habían iniciado su carrera antes de la contienda. Se trata de un grupo de dramaturgos, cuya actividad se desarrolla, fundamentalmente, entre los años 40 y principios de los 50. La llegada de la democracia abre el abanico de posibilidades y la temática se diversifica. Como se puede ver, el devenir del teatro de posguerra corre paralelo al de la novela o la poesía.

El Teatro en el Exilio

Destacan sobre todo aquellos que pertenecían a la Generación del 27. Pedro Salinas desarrolla su faceta de dramaturgo durante los años del exilio. Escribió dos obras largas (Judith y el tirano y El director). Alberti escribe la que ha sido considerada “la mejor obra dramática de tema bélico marginal”, Noche de guerra en el Museo del Prado, (1956). También escribe obras de “teatro poético” como El trébol florido, La Gallarda y El adefesio. Max Aub trata en sus dramas tanto la problemática nacional como problemas surgidos de la invasión nazi, del holocausto judío o de la guerra fría (El rapto de Europa). Alejandro Casona presenta dos facetas en su teatro; en una, recupera tradiciones y figuras de literatura, pero en la otra se caracteriza por la dialéctica entre la realidad y la fantasía (Nuestra Natacha, La sirena varada).

Teatro Comercial (Burgués)

Tema: normalmente es el adulterio, tratando tanto la infidelidad masculina como la femenina. Se hace una crítica de la burguesía, defendiendo una sociedad acomodada; por esto, en la mayoría de los casos, la obra termina con un final moralizante. Estructura: Es impecable. Se mezcla en armonía el humor, la ternura y la poesía. La obra se desenvuelve en un ambiente de lujo y esplendor. Se trata, por tanto, de un teatro descendiente de la alta comedia del siglo XIX y del teatro de Benavente. Autores: José María Pemán, Edgar Neville y Joaquín Calvo Sotelo

El Teatro del Absurdo de los 40

Se inicia en Francia con la obra La cantante calva de Eugène Ionesco. Este teatro coexiste junto a un teatro tradicional. Destaca Miguel Mihura con su obra Tres sombreros de copa (1932), considerada por la crítica como un precedente del teatro del absurdo. Jardiel Poncela escribe un teatro inverosímil, en búsqueda de la risa renovada. Destacamos Eloísa está debajo de un almendro (1940). Temas: las concepciones existenciales de Sartre o de Camus. En ellos, la angustia, la muerte, la nada... son síntomas de un mundo absurdo. La forma de expresión dramática tiene como objetivo la presentación absurda del absurdo. Lenguaje: construido a partir de frases sin sentido, para definir un mundo absurdo e ilógico. El teatro del absurdo hace sentir, en el escenario el absurdo de la existencia.

El Teatro de Protesta y Denuncia de los 50

Con el estreno, en 1949, de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo, se inicia un nuevo camino para la dramaturgia española. Supuso la aparición de una literatura de tono existencial. A partir de aquí se desarrolla un teatro de protesta que continúa en los años 50. El nuevo público juvenil y universitario demanda otro teatro. Se produce un cambio de actitud de la censura, en una manifiesta tolerancia. Los principales autores fueron Buero y Sastre.

El Teatro Experimental de los 60

Características generales: -Importancia que adquiere el concepto de espectáculo -Se incorporan técnicas propias de otros espectáculos -En un intento de romper las fronteras entre los espectadores y el escenario, se discute con los espectadores, provocándoles a intervenir en la acción del espectáculo -La temática se desarrolla dentro de la idea del “teatro de protesta y denuncia”, en torno a la guerra, la libertad, la dictadura, etc. -Los personajes son símbolos del dictador, del explotador, etc., apoyados por la escenografía -Lenguaje se sirve de recursos extraverbales: sonoros, visuales, etc., adaptados de otros géneros -Surge, al margen del teatro comercial, un teatro independiente, organizado en cooperativas, y que, recorren el país representando un teatro que es síntesis de la corriente experimental y la popular

Las Últimas Promociones del Teatro Español en el S.XX

Frente a un teatro realista y social, otros dramaturgos se han lanzado hacia una renovación de la expresión dramática, asimilando las corrientes nuevas y experimentales del teatro extranjero. Surge así una nueva vanguardia en la escena española, que, con la llegada de la democracia en España, hace resurgir el teatro y se ponen en marcha políticas de acción cultural que propician un contexto idóneo que dé fuerza a la dramaturgia. Durante los años 80 y 90, se produce una proliferación de autores nuevos que, mezclados con los ya consagrados, promueven una dispersión de tendencias. Las tendencias principales son: Experimentos vanguardistas, Teatro tradicional con innovaciones, Teatro realista de carácter histórico, Realismo convencional, Comedia burguesa.

El Teatro en el S.XXI

En los últimos años la frontera entre directores y actores se desdibuja y se intercambian los papeles. También la mujer toma un papel cada vez más activo en el mundo del teatro y no solo es actriz. Los géneros teatrales se modernizan y se combinan. Los temas se actualizan, desaparecen tabúes y se ponen en relación con el momento actual. Para potenciar el impacto en el público los escenarios y montajes escénicos se reducen y se hacen simbólicos. En los montajes las tecnologías son cada vez más importantes y se llega incluso a utilizar técnicas propias del cine. También la combinación de diálogo con otros códigos no verbales son cada vez más frecuentes. También los espacios teatrales se han ido adaptando a las necesidades. La difusión del teatro a través de festivales y premios es también significativa

El Teatro de la Generación de 1914

La influencia de las vanguardias europeas y de un estilo literario intelectual se deja ver en el teatro del 14 y sobre todo de Ramón Gómez de la Serna, con un teatro rompedor para, como él decía, "quien no quiera ir al teatro". Su obra más significativa es Los medios seres

El Teatro de la Generación del 27

En esta época muchos más dramaturgos de los que se incluyen en la nómina del 27. Sin embargo, nos centraremos en los más representativos de la generación. Todos ellos escriben un teatro diferente entre sí, pero que pretende renovar la escena española y que se caracterizan por buscar: - Depuración del teatro poético significa ahora la aparición de símbolos y metáforas que intensifican la expresividad. Se incorpora además el poema como entidad en personajes que cantan o en los coros de la tragedia - La incorporación de las formas de vanguardia, sobre todo el surrealismo. La incorporación de recursos vanguardistas hizo irrepresentable este teatro y casi ninguna de estas obras se subió a un escenario su momento - En el acercamiento del teatro al pueblo tuvieron mucho que ver las compañías de teatro que recorrían los pueblos y ciudades para representar allí donde no llegaban las compañías convencionales. 1) Rafael Alberti: Escribió un teatro en el que aparecían las tres características anteriores(El hombre deshabitado: surrealista – El trébol florido: poético – Fermín Galán: de compromiso político). Estas temáticas las siguió cultivando en el exilio. 2) Alejandro Casona: Cultivó un teatro poético con el que obtuvo un gran reconocimiento. Su mejor obra es La dama del alba 3) García Lorca: F. García Lorca nos ofrece un teatro a una altura pareja a la de su obra poética y constituye una de las cumbres del teatro español y universal. Cultivó el teatro especialmente en los seis últimos años de su vida y además dirigió un grupo de teatro universitario, “La Barraca”. La temática profunda de su teatro es la frustración, el conflicto entre la realidad y el deseo, frecuentemente encarnado en mujeres. Lorca se nutrió de diversas tradiciones: Modernismo, drama rural, los clásicos, el teatro de títeres, la tragedia griega, Shakespeare, teatro vanguardista… De ahí la variedad de géneros que cultivó. En cuanto al estilo, merece destacar el uso del verso y de la prosa. Sus dos primeras obras están escritas totalmente en verso. Poco a poco el lugar del verso va reduciéndose a momentos de especial intensidad, a escenas líricas o a canciones populares. El teatro de Lorca se puede dividir en tres partes: 1) Los tanteos o experiencias de los años 20: con obras como El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda(su primer éxito) y La zapatera prodigiosa(obra que mezcla la prosa y el verso con un ritmo ágil y gracioso) 2) La experiencia vanguardista de principios de los años 30: En estos años Lorca sufre una doble crisis, vital y estética: en lo vital, la crisis tiene que ver con su homosexualidad; en lo estético se replantea su creación debido, sobre todo, al influjo del Surrealismo. Escribe bajo este influjo obras de difícil representación como El público y Así que pasen cinco años. 3) La etapa de plenitud en sus últimos años: A esta etapa, en la que conjuga el rigor estético con el alcance popular, pertenecen principalmente las tragedias y dramas que más popular lo han hecho en las cuales la mujer ocupa un puesto central( Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba)