El Teatro Español Anterior a 1939: Tendencias, Autores y Obras Principales

TEATRO ANTERIOR A 1939: TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES

Introducción

El siglo XX fue una época de constantes transformaciones históricas, como la Gran Guerra (1914-1918), la Revolución bolchevique de 1917 y la aparición de la URSS. En este contexto, el teatro español del primer tercio del siglo se dividió en dos corrientes principales: el teatro que triunfa, de carácter más comercial, y el teatro de intenciones renovadoras.

I. EL TEATRO QUE TRIUNFA

1. El teatro realista

Jacinto Benavente fue la figura más representativa del teatro realista, con su "comedia benaventina" que reflejaba las costumbres e hipocresías de la burguesía. Sus obras, como El nido ajeno (1894), La Malquerida y Los intereses creados (1907), se caracterizan por la sutileza en la descripción de ambientes y la naturalidad de los diálogos.

2. El teatro en verso o poético

Este teatro antirrealista, conectado con la estética modernista, se centró principalmente en el drama histórico. Eduardo Marquina, con obras como Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol, y Francisco Villaespesa, con El Alcázar de las perlas y Doña María de Padilla, fueron sus principales exponentes.

3. Teatro cómico

El teatro cómico, también llamado popular por su gran éxito, se caracterizó por sus ambientes castizos y su humor ligero. Los hermanos Álvarez Quintero retrataron una Andalucía tópica, mientras que Carlos Arniches destacó con sus sainetes madrileños (El santo de la Isidra) y sus tragedias grotescas (La señorita de Trevélez). Muñoz Seca, por su parte, cultivó un humor absurdo basado en juegos de palabras y situaciones disparatadas, como en su famosa obra La venganza de don Mendo.

II. EL TEATRO RENOVADOR

1. El teatro en la generación del 98

Autores como Miguel de Unamuno y Azorín buscaron renovar el teatro español, alejándose del realismo y explorando nuevas formas expresivas. Unamuno utilizó el teatro para plantear conflictos existenciales, como en La esfinge y la venda y El otro. Azorín, por su parte, propuso un teatro antirrealista que incorporara las tendencias europeas, como en Brandy, mucho brandy y Lo invisible.

Ramón del Valle-Inclán fue el creador de la dramaturgia más innovadora del siglo XX, con su estilo único conocido como esperpento. Sus obras, como Luces de Bohemia, Los cuernos de don Friolera y Las galas del difunto, deforman la realidad para mostrar la degradación de la sociedad española, utilizando contrastes violentos, personajes grotescos y un lenguaje libre.

2. El teatro en la generación del 27

Federico García Lorca fue la figura más destacada del teatro de la generación del 27. Su obra, que aborda temas como el destino trágico, las pasiones condenadas y la frustración, se caracteriza por su profunda poesía y su variedad de géneros. Desde farsas como Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín hasta tragedias como Bodas de sangre y Yerma, Lorca llevó a escena conflictos universales con una sensibilidad única.

Otros autores del 27 que incursionaron en el teatro fueron Rafael Alberti, con obras como El hombre deshabitado y Fermín Galán, y Pedro Salinas. También cabe mencionar a Miguel Hernández, Alejandro Casona y Max Aub, aunque la mayor parte de sus obras teatrales se escribieron después de la Guerra Civil.