Teatro Español 1900-1936: Crisis, Herencia Decimonónica y la Renovación de Valle-Inclán y Lorca

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El Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX (1900-1936)

1. Contexto Histórico y Social

En los últimos años del siglo XIX, España comenzó la llamada «crisis de fin de siglo». Con el fin de la Primera República, llegó la Restauración Borbónica, periodo durante el cual los partidos dinásticos (conservador y liberal) se alternaban el poder. En medio de esta incertidumbre, nacieron los nacionalismos periféricos, originados por el deseo de llegar al poder en las zonas más industrializadas.

El desorden se acentuó con el Desastre del 98: la pérdida de las últimas posesiones de ultramar mostró el atraso de España con respecto a Europa, tanto económica, como política y culturalmente. El país contaba con un Ejército sin calidad, y una sanidad y educación casi nulas, así como un vacío en lo que tenía que ver con la Revolución Industrial.

En España, en el siglo XIX, el público que podía asistir al teatro ya había sido seleccionado por su capacidad económica e intelectual, y el sector estaba dominado por las grandes compañías. Mientras en el Periodo de Entreguerras se producía una renovación del teatro en Europa con el estreno de Ubú rey, de Alfred Jarry, en España solo contábamos con dos grandes renovadores: Valle-Inclán y García Lorca.

2. Herencia Decimonónica

La herencia teatral del siglo XIX tuvo dos vertientes principales:

Alta Comedia

  • Se trataba de una crítica moral y social para denunciar la corrupción de la sociedad y la pérdida de valores morales y católicos (como la familia, la religión, la honestidad, etc.).
  • Los diálogos estaban vacíos de contenido.
  • Destacó José Echegaray, Nobel de Literatura en 1904, muy discutido por la Generación del 98, con obras como El hijo de Don Juan.

Teatro Realista

  • Eran dramas muy potentes que mantenían interesado al público.
  • Su representante fue Benito Pérez Galdós, con su obra Electra.

3. Teatro Comercial

El teatro en la época causaba muchos gastos y, por ello, se debían contrarrestar atrayendo al máximo público posible. Esto movía a crear un teatro que atrajera a la alta burguesía. Se distinguieron dos tipos:

Teatro de Salón o de Éxito

Caracterizado por la mesura y el realismo, muestra las preocupaciones de la alta burguesía. Su objetivo principal era criticar los vicios del propio público, sin excederse, tal y como gustaba.

El autor que consiguió mejor este término medio fue Jacinto Benavente, Nobel de Literatura en 1922, que criticaba dichos valores con un lenguaje propio del público general, sin penetrar en la raíz de los problemas. Su obra más representada es la farsa Los intereses creados (1907), en la que actúan los personajes arquetípicos de la comedia del arte.

Teatro Cómico (Género Chico)

Este es el género «chico», que incluía musicalidad con cantos y bailes, y variedad de especies dramáticas. Los tres autores más importantes fueron:

  • Carlos Arniches (ej. La señorita de Trevélez)
  • Los hermanos Álvarez Quintero (ej. El traje de luces)
  • Pedro Muñoz Seca (ej. La venganza de Don Mendo)

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