El Teatro Barroco Español: Estructura Social y Economía de los Corrales de Comedias del Siglo XVII

Teatro y Sociedad en el Barroco: El Espectáculo Popular del Siglo XVII

La importancia del teatro en el Siglo XVII no es solo de carácter literario, ya que se trata de un espectáculo muy relevante en la sociedad de la época, sobre todo en las grandes ciudades. En Portugal, el teatro fue prohibido y, por tanto, desapareció, mientras que en Francia era exclusivamente de carácter cortesano.

Únicamente en España e Inglaterra pervive y se desarrolla un teatro popular, concebido como espectáculo para entretener y divertir a la gente que paga por acudir a las representaciones. Es entonces cuando el teatro adquiere las características de un negocio con muchos interesados en que perdure y tenga éxito. El teatro de pago, a finales del Siglo XVI y Siglo XVII, aparece asociado a las cofradías de beneficencia, que sufragan los gastos de hospitales y de otras obras benéficas con los ingresos que les proporciona el teatro. Muchas personas tenían el teatro como forma de vida: empresarios, actores, escritores, etcétera.

Durante el Siglo XVI, las compañías ambulantes todavía utilizaban unos medios de representación muy precarios. El crecimiento de las grandes ciudades propicia la creación de lugares de representación fijos:

Corrales de Comedias: El Escenario Fijo

Los Corrales de Comedias eran amplios patios de vecindad que se habilitaban aprovechando ventanas, balcones y los espacios interiores de las casas circundantes. Esto no quiere decir que desapareciera por completo el teatro callejero, representado sobre tablados más o menos improvisados o sobre carros, etcétera. Los corrales de comedias son muy variados y ello produce una convivencia directa entre público y actores.

Estructura de los Corrales más Elaborados

La estructura de los corrales más elaborados solía ser la siguiente:

• Frente a la entrada estaba el tablado que servía de escenario.
• Tras el tablado se encontraban los vestuarios y los corredores que se utilizaban para las tramoyas y otros efectos escénicos.
• En el tablado existían unos orificios (escotillones), por los que subían y bajaban los actores.
• En el patio se situaban bancos de madera y, a veces, gradas laterales que ocupaban los hombres. En la parte de atrás del patio no había bancos y los hombres estaban de pie.
• En pisos superiores, encima de la puerta de entrada, estaba la cazuela, lugar donde se ubicaban las mujeres, sentadas en gradas. Podía haber más de una cazuela según los pisos de la casa.
• Entre las cazuelas, en el piso principal, había aposentos para las autoridades municipales.
• En las fachadas laterales se encontraban los aposentos, alquilados por los nobles y familias ricas; aquí estaban juntos hombres y mujeres.

El Sistema de Pago

Para entrar había que pagar obligatoriamente dos veces:

1. La primera se dedicaba a las compañías.
2. La segunda a las cofradías, que eran las que arrendaban los locales.

La Temporada Teatral y el Público

La temporada teatral se desarrollaba desde Pascua hasta Carnaval del año siguiente. Las representaciones tenían lugar por las tardes, para aprovechar la luz del día; eran muy largas y prácticamente sin interrupción, pues en los intermedios se ofrecían entremeses y bailes con el objeto de entretener a los espectadores y mantener fija su atención.

El público solía ser ruidoso y molesto y, pese a su composición heterogénea, las diferencias de clase estaban marcadas por el lugar que ocupaba cada uno en el corral.

Tipos de Compañías Teatrales

Las compañías podían tener hasta 20 componentes y eran de dos tipos principales:

• Compañías de título o compañías reales: Actuaban en grandes ciudades y tenían el privilegio de representar ante el rey.
• Cómicos de la legua: Grupos de actores que solo tenían autorización de representar a más de una legua de las grandes ciudades, que eran los dominios de las compañías reales. Llevaban el teatro a muchos lugares a los que las compañías de título no llegaban.

Estas compañías tenían una organización muy determinada (estructura, contratos formalizados, ensayos, etcétera). Al director de la compañía se le denominaba autor y era quien contrataba a los actores. Hubo cómicos muy famosos para los que los escritores compusieron comedias expresamente. Se supone que al representar las comedias gritaban mucho para hacerse oír.