Taxonomía y Sistema Locomotor: Clasificación de los Seres Vivos y Movimiento

Taxonomía

La taxonomía tiene su origen en un vocablo griego que significa “ordenación”. Se trata de la ciencia de la clasificación que se aplica en la biología para la ordenación sistemática y jerarquizada de los grupos de animales y de vegetales.

La taxonomía está muy relacionada con lo que se conoce como sistemática. Esta puede definirse como la ciencia que se encarga de llevar a cabo el estudio de las relaciones de parentesco, también llamadas afinidades, que se producen entre las distintas especies.

El proceso de la taxonomía continúa con la asignación de nombres (de acuerdo a los principios de la nomenclatura), la elaboración de las claves dicotómicas de identificación y la creación de los sistemas de clasificación.

Los taxones permiten clasificar a los seres vivos a partir de una jerarquía de inclusión (cada grupo abarca a otros menores mientras está subordinado a uno mayor). Las categorías fundamentales, desde la más abarcativa hasta la menor, son: dominio, reino, filo o división, clase, orden, familia, género y especie.

Cabe destacar que los avances en el conocimiento del ADN y los problemas de biodiversidad suponen grandes retos para la taxonomía.

Ejemplos de Taxonomía:

Sistema Locomotor

El aparato locomotor es el que nos sirve para el movimiento. El esqueleto está formado por una variedad de huesos que sirven como elemento de sostén, de protección o de locomoción. Los huesos representan una reserva de calcio del organismo.

Huesos del Esqueleto Humano

Cabeza:

• Cráneo
• Clavícula
• Temporal
• Frontal
• Maxilar superior
• Maxilar inferior

Tronco:

• Costillas
• Omóplato
• Esternón
• Vértebras

Pelvis:

• Iliaco
• Pubis
• Sacro
• Isquion

Extremidades Superiores:

• Húmero
• Radio
• Cúbito
• Mano: carpos, metacarpos y falanges

Extremidades Inferiores:

• Fémur
• Rótula
• Tibia
• Peroné
• Pie: huesos del tarso, metatarsos y falanges

Articulaciones

Las articulaciones permiten el movimiento de un hueso respecto a otro. Las hay de distinto tipo según su función.

Tipos de Articulaciones:

• Articulación Pivotante: El extremo de un hueso gira dentro de otro como si fuera un anillo. O bien, el segundo gira sobre la proyección del primero. Se da en las dos vértebras superiores, que permiten que la cabeza gire de un lado a otro.
• Articulación de Rótula Esférica: La cabeza redondeada de un hueso calza con la cavidad en forma de copa del otro. Esta articulación es la que permite la mayor cantidad de movimientos. Se da en el hombro y la cadera.
• Articulación Bisagra: Es la más sencilla. La superficie convexa de un hueso encaja con la superficie cóncava de otro. Solo se mueve en un plano, como de una puerta con bisagras. Se da en la rodilla y el codo.
• Articulación Elipsoidal: El extremo de un hueso con forma de huevo (ovoide) se mueve en una cavidad elíptica. Se da en el radio del antebrazo y el hueso escafoides de la mano.
• Articulación en Silla de Montar: Cada superficie es cóncava y convexa, por lo que los huesos se mueven adelante y atrás y de lado a lado, pero su rotación es limitada.
• Articulación Deslizante: Las superficies de ambos huesos son casi planas, deslizándose una sobre la otra. El movimiento está limitado por fuertes ligamentos. Se da en algunas articulaciones del pie y la muñeca.

Músculos

Los músculos se asocian al esqueleto permitiendo la locomoción y diversos movimientos. Se unen a los huesos mediante tendones.

Tipos de Músculos:

• Esqueléticos: son músculos de contracción voluntaria. Están ligados a los huesos.
• Cardíaco: aunque similar en su estructura y funcionamiento a los anteriores, es un músculo de contracción involuntaria.
• Lisos: son los músculos que forman parte de los órganos internos que tienen movilidad. Son de contracción involuntaria.