El Sustrato Lingüístico Prerromano en la Península Ibérica
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Actualmente podemos aproximarnos bastante a la **población primitiva peninsular**, tanto desde el ámbito étnico y cultural como por las zonas lingüísticas. Siempre debemos tener en cuenta la distancia entre una y otra, pero sin olvidar que podemos deducir una a partir de la otra. Esto ha permitido a los historiadores lingüísticos acercarse a la distribución de las **lenguas primitivas**.
Así, podemos hablar de dos grandes zonas compactas a la llegada de los romanos:
- Sureste (desde Andalucía Oriental hasta Valencia y Cataluña, penetrando en el Valle del Ebro), que comprendía la **zona ibérica** (que se analizará posteriormente).
- Zona de tipo indoeuropeo, que abarca el Centro y Noroeste de la Península y que consta de distintas capas: por un lado, una **no céltica**, más primitiva, que corresponde al Norte y Oeste de la Península; por otro lado, una posterior **céltica**, donde encontramos a los **celtíberos** (celtas del borde oriental de la Meseta).
Introducción a la Herencia de las Lenguas Prerromanas
Ninguna de las lenguas prerromanas, a excepción del **vasco**, sobrevivió al Imperio Romano, por lo que su influjo en la formación del castellano fue indirecto. Los romanos impusieron el **latín** a todos los hispanos. Hubo una etapa de **bilingüismo** en la que penetraron rasgos de las lenguas primitivas en el latín, posibles causantes de determinados procesos de cambio en el romance hispánico. Esto es lo que denominamos **sustrato**.
Como se ha mencionado, el latín no se impuso de forma inmediata, sino a través de un proceso influenciado por distintos factores:
- La prontitud con que las distintas zonas se integraron en el mundo romano.
- El tipo de latín que se difundió (no es lo mismo un latín más vulgar, influenciado por las lenguas indígenas, que otro más culto).
- El nivel social y cultural de la población romanizada (la latinización fue más profunda en provincias más cultas).
Como menciona Cano Aguilar, se conservan en castellano numerosas **reliquias** del prerromano, sobre todo **palabras sueltas** y **sufijos**. Predominan los **topónimos** y otras denominaciones de elementos físicos.
Los **topónimos** han sido utilizados para delimitar las zonas étnico-lingüísticas, aunque no necesariamente reflejan la lengua hablada en esa zona. Por su parte, los demás términos pueden presentar mayor dificultad, puesto que se trata de términos **preindoeuropeos** y no se tiene mucho conocimiento sobre las lenguas célticas en la Península.
La Zona Ibérica
Según los estudios históricos más modernos, no hubo una invasión ibérica, sino que se originó una **civilización ibérica** debido al contacto de los pueblos indígenas del litoral con las colonias **fenicias** y **griegas**. Comprendía una extensa zona que iba, como se ha mencionado, desde el sur de Cataluña, pasando por el valle del Ebro y el litoral mediterráneo, hasta Murcia.
En el territorio de la actual Andalucía, vivían los **turdetanos**, **bastetanos** y **mastienos**, emparentados con el mundo ibérico, aunque no plenamente identificados con él.
Las inscripciones encontradas muestran dos tipos de escritura, que tienen en común el uso de una mezcla de dos sistemas: el **silábico** (levantino y sudoriental) y el **alfabético**. Este último es un caso único conocido en la historia de la escritura. Es posible que el sistema alfabético fuera impuesto sobre el silábico alrededor del **700 a. de J.C.** por **fenicios** y **griegos**.
Características del Ibérico
- El **ibérico** tiene cinco vocales: /a/, /e/, /i/, /o/, /u/, sin alteraciones significativas en el timbre, más allá de lo que exige la morfología en las adaptaciones de **nombres propios (NP)** latinos y celtas al ibérico. En la latinización de NP y **nombres de lugar (NL)** ibéricos, puede haber una adaptación fonológica y morfológica (ejemplo: baitolo > Baetulo [Badalona]).
- Al menos tres **diptongos**: /ai/, /ei/ y /au/.
- La nasal /n/ es más frecuente al final que al inicio. En las inscripciones se registran dos nasales más: /m/ y /´n/ (ambas de menor uso).
- Hay cinco **oclusivas orales**: /b/, /d/, /t/, /g/ y /k/. De estas, /b/ no puede cerrar palabra.
El **ibérico** es una **lengua aglutinante**. Por ello, una palabra está compuesta por uno o varios **afijos**. Se han aislado más de cincuenta afijos, de los cuales los más relevantes son: ar, en y ´ni.
Asimismo, existe la conclusión de que esta lengua podría estar relacionada con el **mauritano** (norte de África), una **lengua euroafricana**.
El Vasco
El **vasco** está dividido en distintos **dialectos**, **subdialectos** y **variedades regionales**. Esta lengua no tiene un origen completamente esclarecido. Sin embargo, como se ha mencionado, presenta parentesco con otras lenguas de familias diversas, como el **ibérico** (ya mencionado), pero, en especial, con las **lenguas caucásicas**. Las coincidencias se dan en el plano **fonético**, pero también en el **morfosintáctico** y **léxico**.
A partir de esto, Hubschmid concluyó que el origen del **vasco** podría provenir de dos familias **preindoeuropeas** que convivieron en Europa occidental: la **euroafricana** y la **hispanocaucásica**.
Además, Candau señala que el **vasco** fue la única lengua de la Península que no aceptó el **latín vulgar**, aunque sí se sometió al influjo cultural y por ello incorporó a su léxico numerosas **palabras latinas**.