Sustancias Psicoactivas: Efectos en el Cerebro, Factores de Consumo y Abordajes Terapéuticos

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Las Drogas Psicoactivas: Concepto y Campo de Estudio

Las drogas psicoactivas son sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) y afectan la percepción, los sentidos y la conducta. La psicofarmacología es la ciencia que investiga los efectos de estas drogas en el cuerpo y el comportamiento humano.

Factores Determinantes del Consumo de Drogas

El consumo de drogas es un fenómeno complejo originado por múltiples causas, que dependen de factores individuales, sociales y de las propiedades farmacológicas intrínsecas de cada sustancia. Es crucial entender que las drogas producen efectos distintos en diferentes personas. Los factores clave que influyen en esta variabilidad incluyen:

  • La pureza de la droga y su composición real.
  • Las características fisiológicas del consumidor.
  • La personalidad del consumidor.
  • El conocimiento, las experiencias previas y las expectativas sobre la droga.
  • La frecuencia de uso y el ambiente en que se consume.

Clasificación General y Efectos de las Drogas Psicoactivas

Las drogas psicoactivas pueden clasificarse según los efectos predominantes que producen:

  • Fármacos de paz (Depresores): Aquellos que confieren una sensación de tranquilidad o "paz" al amortiguar la conciencia moral o reducir la actividad del SNC, como el alcohol.
  • Fármacos de energía (Estimulantes): Sustancias que otorgan una forma de energía, euforia o aumento de la alerta, como la cocaína o el crack.
  • Fármacos visionarios (Alucinógenos): Aquellos que provocan una "excursión psíquica" o alteraciones profundas en la percepción y el pensamiento, incluyendo sustancias como el MDMA (éxtasis) en dosis menores, o psicodélicos más potentes.

Efectos de Drogas Específicas en el Sistema Nervioso Central (SNC)

Alcohol

El alcohol es una droga cuyo consumo está fuertemente influenciado por la publicidad y las tradiciones sociales. Contrario a la creencia popular, el alcohol no es un estimulante; el comportamiento animado observado en eventos sociales donde se consume se debe a que es un sedante del SNC. Tampoco actúa como afrodisíaco, ya que, de hecho, deteriora el desempeño sexual, especialmente en hombres. Como bien advirtió William Shakespeare: "mucho beber provoca el deseo, pero se lleva el rendimiento".

Los efectos del alcohol dependen directamente de la cantidad y frecuencia de su ingestión. En pequeñas cantidades, amortigua la conciencia, reduce las inhibiciones sociales y produce sensaciones de relajación y euforia. Sin embargo, un consumo excesivo conlleva graves consecuencias, como daños en el sistema nervioso (SN) o el hígado, interferencia en la percepción y disminución de la autoconciencia. En alcohólicos crónicos, puede originar el síndrome de Korsakov, caracterizado por la incapacidad de recordar eventos recientes.

Cuando una persona está bajo los efectos del alcohol, el pensamiento y la percepción se embotan, y solo los estímulos inmediatos captan su atención. Las preocupaciones y reflexiones que normalmente restringen el comportamiento son desterradas de la mente del bebedor, lo que puede llevar a conductas impulsivas o desinhibidas.

Fármacos Sedantes (Ansiolíticos)

La ansiedad se manifiesta como sentimientos de aprensión e inseguridad que pueden dificultar la realización de tareas cotidianas. Los ansiolíticos son fármacos diseñados para combatir la ansiedad y el estrés. Aunque su poder adictivo puede ser considerado escaso en comparación con otras sustancias, su uso debe ser supervisado. Un ejemplo prominente de este grupo son las benzodiacepinas.

Opiáceos

El opio es una droga psicoactiva con una larga historia, utilizada por civilizaciones antiguas como los griegos con fines tanto placenteros como medicinales. Las dos sustancias derivadas del opio más importantes son la morfina y la heroína.

La morfina ha sido uno de los analgésicos más utilizados a lo largo de la historia para aliviar el dolor intenso. Durante el siglo XX, la adicción a los opiáceos se centró principalmente en la heroína, que, irónicamente, fue comercializada en 1898 como un medicamento para la tos.

Los opiáceos son conocidos por producir tolerancia, dependencia física y psicológica. La morfina, por ejemplo, puede inducir euforia, pero al interrumpir su ingestión, el adicto experimenta una hipersensibilidad al dolor, entre otros síntomas de abstinencia.

Tratamiento de la Adicción a Opiáceos: Agonistas

Entre los fármacos utilizados para combatir la adicción a opiáceos se encuentran los agonistas, como la metadona. Estos se unen a los receptores sinápticos, produciendo una sensación de satisfacción que ayuda a mitigar el síndrome de abstinencia, pero con una menor capacidad de abuso en comparación con la heroína. Es importante señalar que el síndrome de abstinencia a la metadona es aproximadamente dos veces más prolongado que el de la heroína, aunque generalmente es percibido como más suave.

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