Las Tres Sustancias Cartesianas: Fundamentos de la Metafísica Moderna
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Descartes y los Fundamentos de la Metafísica Moderna
En la filosofía moderna, comenzaron a surgir nuevos puntos de vista acerca de problemas como el de la metafísica. En este contexto, destacó **René Descartes**, considerado el padre de la filosofía moderna.
El Método Cartesiano: La Duda Hiperbólica
Descartes encamina su filosofía desarrollando la **duda metódica**, que propone cuestionar tanto los sentidos, como el entorno o la razón humana. A partir de esta, crea la **duda hiperbólica**, que plantea la existencia de un genio maligno que confunde al ser humano.
El Cogito Cartesiano: La Primera Sustancia
Desarrolla entonces un punto de partida sólido para su filosofía: el **cogito cartesiano** (“pienso, luego existo”), con el que afirma que todo sujeto que duda debe tener existencia. De este modo, Descartes ha descubierto el **yo** (el sujeto pensante), una verdad clara, distinta e incuestionable, la primera sustancia de la metafísica.
Al descubrir el axioma del sujeto, va a poder descubrir las otras dos sustancias que constituyen la realidad. Lo hará mediante un método de cuatro pasos:
- La **evidencia** (el yo, que ya ha descubierto)
- El **análisis**
- La **síntesis**
- La **evaluación**
Tipos de Ideas y la Idea de Infinito
Estudiando el yo y cuestionando su conocimiento, Descartes diferencia tres tipos de ideas:
- Las **innatas**: aquellas con las cuales nacemos.
- Las **adventicias**: adquiridas externamente.
- Las **facticias**: inventadas por nosotros.
Entre las ideas innatas se encuentra la idea de **Infinito**, a la que relaciona con la idea de **Dios**. Esta idea no es adventicia ni facticia, pues no puede proceder del exterior ni ser producida por la mente finita del sujeto.
La Prueba de la Existencia de Dios
Para probar la existencia de Dios, Descartes recurre al **principio de causalidad**, que demuestra que la causa de las ideas es un ser eterno, infinito y creador universal. Rechaza que este ser sea el propio yo, pues el yo es finito e imperfecto (duda y desea conocer); mientras que un ser perfecto debe estar libre de duda y limitación, y sabría todo lo que debe saber.
Además, llega a la conclusión de que dependemos de algún ser diferente a nosotros, pues si el sujeto se hubiera creado a sí mismo, se habría dotado de todas las perfecciones que conociera, y por lo tanto sería Dios.
Por último, se apoya en el concepto de San Anselmo para referirse a Dios como “aquello mayor de lo cual nada puede ser pensado”, pues si existe la capacidad de pensar en algo mayor, este dejaría de ser perfecto.
El Descubrimiento de las Tres Sustancias
De esta manera, Descartes confirma la existencia de **Dios** (la segunda sustancia), que neutraliza la hipótesis del engaño y del genio maligno. Su existencia es la garantía de que las ideas que se adquieren del mundo exterior existen y se corresponden con una realidad (la sustancia extensa), pues Dios es bueno y no engaña.
Así es como Descartes descubre la existencia de las tres realidades o **tres sustancias**:
- El alma: la sustancia pensante (la res cogitans).
- La realidad: la sustancia extensa (la res extensa).
- Dios: la sustancia infinita (la res infinita).
Descartes definirá **sustancia** como aquello que existe independientemente de otro ser. Por ello, solo Dios sería sustancia propiamente dicha. Por esta razón, establece una distinción fundamental entre la **sustancia creadora** (Dios) y las **sustancias creadas** (el alma y la realidad), señalando que estas últimas solo requieren de Dios para existir, no de otras sustancias “inferiores”.
Conclusión
En conclusión, Descartes rechaza muchos planteamientos anteriores sobre el problema de la metafísica y propone nuevas teorías que serían de gran importancia en la filosofía moderna y seguirían siendo objeto de estudio hasta la actualidad.