El Ello, el Yo y el Superyó: Conceptos Fundamentales de la Teoría Psicoanalítica
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Componentes de la Personalidad
Para finalizar y como recapitulación, el ello representa los impulsos psicobiológicos, el yo al agente consciente o al meollo de la personalidad, y el superyó el aspecto moral y social de esta. Cada sistema trata de dominar la personalidad en el mayor grado posible.
El ello quisiera eliminar las consideraciones de la realidad y la moralidad; el yo se esfuerza por ser racional y razonable, y por eliminar las tensiones asociadas a las necesidades; en tanto que el superyó trata de eliminar los impulsos y de perseguir los fines moralistas e idealistas.
No existe manera alguna de eliminar estos componentes básicos de la personalidad. La única solución está en que el yo se haga cargo de esta y permita alguna expresión tanto a los motivos egoístas del individuo como a las reacciones morales y sociales impuestas por fuerzas externas.
Resumido en una frase y con lenguaje coloquial, podríamos decir que el ello es lo que se quiere, el yo lo que se puede y el superyó es lo que se debe o no se debe. Podemos ejemplificar estos conceptos con cosas cotidianas: el depósito de gasolina de un coche sería el ello porque aporta la energía; el conductor sería el yo, ya que es el que se dirige; y los semáforos, las señales de tráfico, etc., serían el superyó porque nos muestran las reglas de conducción, la moral.
Principios Generales del Psicoanálisis
Freud estudió el trastorno mental y los factores etiológicos. Formuló una teoría general del dinamismo de la personalidad, un estudio de la naturaleza humana, una teoría del impacto de la sociedad… hasta que finalmente el psicoanálisis se convirtió en una gran teoría psicológica, abarcando casi todas las áreas de la personalidad anormal y normal, y entrando en campos como la sociología, antropología, educación y artes.
Una vez establecido el principio del monismo y aceptada la causación, Freud introduce el principio de la energía: cuando la energía desaparece de una parte del sistema, tiene que aparecer en otra parte del mismo. Freud descubrió que podía aplicarse la ley de la dinámica al todo del hombre y creó la psicología dinámica, que estudia las transformaciones e intercambio de energía dentro de la personalidad. Esto no significa que los pensamientos humanos sean procesos eléctricos, sino que la energía mental es energía en el sentido físico de la palabra, algo que puede transformarse en otro tipo de energía.
Otro de los principios más importantes del psicoanálisis es el principio de la constancia, la economía mental. Cuando un organismo es estimulado, se produce un desequilibrio primitivo. Es como si el aparato mental tratara de mantener la cantidad de excitación lo más constante posible.
Y, por último, el principio del placer, que, desde el punto de vista lógico, sigue al principio de constancia. Los seres humanos experimentan el desequilibrio como desagrado y los instintos presionan para conseguir una descarga inmediata de energía que permita restablecer el equilibrio existente antes de la perturbación. Esta descarga reporta calma y el individuo la experimenta como placer.