El Superhombre de Nietzsche: Nihilismo, Voluntad de Poder y Transmutación de Valores
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El Superhombre de Nietzsche
Consecuencias de la "Muerte de Dios"
Las consecuencias de la “muerte de Dios” son el nihilismo, la transmutación de los valores, la voluntad de poder, una nueva concepción del tiempo y el Superhombre.
1. Nihilismo
Es la consecuencia directa y más inmediata de la “muerte de Dios”. Este concepto es un movimiento histórico y un proceso psicológico:
- Como movimiento histórico, es la evolución de la Civilización Occidental que culmina con la “muerte de Dios”. Descubierta la ficción y falsedad de todo, la Cultura Occidental se queda en nada.
- Como proceso psicológico, es el estado en el que el individuo cae al darse cuenta de que todo aquello en lo que creía era falso.
3 grandes momentos:
- Consecuencia inmediata: momento de la conmoción y tremenda duda, la desorientación radical y pérdida de sentido.
- Afirmación del propio proceso nihilista: momento de la reflexión, de distanciamiento de las ideas tradicionales.
- Punto de inflexión hacia una nueva visión: momento de la nueva valoración de la vida. Esta nueva valoración es realizada por algo instintivo, y es la voluntad de poder.
2. La Transmutación de los Valores
Con “la muerte de Dios” se advierte que son posibles nuevos valores, basados en la afirmación de la vida. Muerto Dios, el Superhombre ocupa su lugar como legislador y creador de valores a través de su voluntad creadora.
La “transmutación de los valores” supone la sustitución de la debilidad y el resentimiento de la “moral de esclavos”, por la fuerza y vitalidad creativa de la “moral de señores”, de los que aman la vida en plenitud.
Además, estos nuevos valores:
- Se enmarcan dentro del espíritu dionisiaco.
- Poseen un sentido extramoral, están más allá del bien y el mal.
3. Voluntad de Poder
Nietzsche concibe la vida como voluntad de poder.
- Dimensión cósmica: donde quiera que se busque, se encontrará voluntad de poder, incluso en la voluntad de quien sirve hay una voluntad de ser amo.
- Dimensión gnoseológica: el conocimiento es un instrumento de la voluntad de poder cuyo objetivo es controlar.
- Dimensión ética: la voluntad de poder es la afirmación de la vida terrenal en todas sus dimensiones a pesar de su dolor. Es el amor al destino irremediable. El hombre se libera de la esclavitud al convertir la realidad en voluntad propia. Y esta liberación tiene lugar tras la creación de nuevos valores.
- La máxima expresión de la Voluntad de Poder es el Eterno Retorno: hay que amar la vida de forma que quiera volver a vivirla.
4. El Eterno Retorno
La teoría del Eterno Retorno es ambivalente, tiene 2 caras:
- Como Doctrina Cosmológica: el mundo se crea y se destruye eternamente. Se trata del juego cósmico del mundo en el que la vida y el mundo se afirman dando vueltas sobre sí mismo. Al moverse lo finito en lo infinito, todo retorna. No hay nuevas posibilidades, todo son repeticiones. Esto supone un cambio radical en la concepción del tiempo: éste ya no es lineal, como en la concepción judeo-cristiana, sino que es circular: gira sobre sí mismo. Esta teoría supone una visión fatalista de la realidad, en cuanto a que ya nada merece la pena, todo está escrito.
- Como Doctrina Ética: el Eterno Retorno es una ética a la decisión, un imperativo o una regla práctica de conducta: lo que quieras, quiérelo de tal manera que quieras también su eterno retorno. Cada instante es decisivo para la eternidad.
Es aquí donde se manifiesta el auténtico hombre dionisiaco, que amará este mundo con alegría; sólo cabe afirmar el pasado y el presente y decidir el eterno futuro.
5. El Superhombre
El Superhombre es la encarnación perfecta de la voluntad de poder, de ese modo de existencia humana afirmadora de la vida y creadora de valores.
Por tanto, el Superhombre y los valores de la moral tradicional actual son algo que debe ser superado. El Superhombre actual es algo defectuoso e intermedio, un ser a medio hacer que para llegar a Superhombre ha de pasar tres metamorfosis sucesivas, tres transmutaciones del espíritu. Son las siguientes:
1. Camello:
Es el Superhombre sumiso y obediente ante la omnipotencia de Dios y de la ley moral. Carga con el peso de las obligaciones sociales en su camino por el desierto, que es la vida. Es el Superhombre sometido al “Tú debes”, y que se transforma en León.
2. León:
Es el nihilista, el Superhombre liberado de Dios, de la ley moral y de los valores que le oprimían. Es la sustitución del “Tú debes” por el “Yo quiero”. Pero la libertad del león es, de momento, una libertad ciega, por ello, aún cabe una transformación del león en Niño.
3. Niño:
Es el Superhombre que ha superado su autosuficiencia y ha alcanzado la libertad positiva que le permite crear valores. El Niño es el Superhombre que ha asumido la “Muerte de Dios” y el nihilismo y se hace cargo de la transmutación de los valores. La característica más radical del Superhombre es su libertad de espíritu: hace caso omiso de los prejuicios, se libera de las ataduras y rechaza lo que los demás alaban. El Superhombre no cree en la igualdad. Rechaza la moral de “rebaño”, en favor de una jerarquía.