El Superhombre de Nietzsche: Etapas para Alcanzarlo
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Contexto histórico de Nietzsche
Friedrich Nietzsche nació en Röcken (Alemania) en 1844. Considerado uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX, realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidentales. Uno de sus argumentos fundamentales era que los valores tradicionales, representados en esencia por el cristianismo, habían perdido su poder en las vidas de las personas, a lo que llamó nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación “Dios ha muerto”. Estaba convencido de que los valores tradicionales representaban una “moralidad esclava”, una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo. Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el Superhombre.
El Superhombre: Etapas de Transformación
El tema central de este texto son las etapas por las que debe pasar el ser humano para convertirse en Superhombre, el ideal nietzscheano del futuro de la humanidad.
Ideas principales
Las ideas principales del texto constituyen esas etapas por las que debe pasar el ser humano para convertirse en Superhombre:
- Al comienzo del fragmento, se exponen estas tres fases por las que debe pasar el “espíritu”, es decir, el ser humano, para convertirse en Superhombre: camello, león y niño.
- La primera etapa empieza con el camello, que es un espíritu paciente, que se arrodilla, cargado, ante su amo. Para el autor, significa el humillarse para aplacar la soberbia, algo que le parece una “tontería” como para reírse del verdadero saber. Esta alma dominada está tan “domesticada” por su señor que ella misma corre para encontrarse con el mismo desierto, con la nada, en la que nada hay. La consigna es: “TÚ DEBES”, indicada por su dueño.
- Pero allí, estando solo en el desierto, se da la segunda transformación: el espíritu se convierte en león. Este quiere conquistar su libertad y ser libre. Ya no quiere llamar a su amo “señor”, ni que sea su “dios”. El león dice ahora: “YO QUIERO”. Desea tener unos valores nuevos y libertad para realizarlos.
- Pero ni el propio león puede hacerlo. Por eso, es necesario que se convierta en niño. El espíritu debe deshacerse de todo lo anterior y ser inocente para crear esos valores desde el principio; debe olvidar, pues tal es la “lacra” de los valores del pasado. Debe comenzar de nuevo como en un juego inocente y espontáneo, que se mueve por instinto sin reconocer los peligros, y sin prejuicios morales, vive la vida a cada instante, como algo nuevo y excitante. El “niño” dice “SÍ, A LA VIDA”.
Desarrollo de las ideas: La Antropología de Nietzsche
Este fragmento hay que encuadrarlo dentro de la antropología de Nietzsche, que está en la misma línea crítica de todo su pensamiento. Así, el ser humano, es decir, el hombre occidental, fruto de la tradición judeocristiana, es un ser miserable y mediocre porque desprecia lo terrenal, el cuerpo, los instintos; por eso, debe ser superado y tender hacia el Superhombre. El término “Superhombre” se emplea con frecuencia en esta obra, en “Así habló Zaratustra”, y rara vez en otras obras.
Dicho concepto NO es un sujeto concreto, sino que representa un ideal o una meta a conseguir. El Superhombre supone una nueva clase de hombre que crea sus valores, unos valores distintos a los que ha habido, los de la moral de señores, que aspira a ser más, a elevarse sobre sí mismo, superándose para conseguir una vida mejor. Pero para llegar a ser “Superhombre”, debe darse una transformación del hombre en Superhombre, que pasa por tres cambios sucesivos (o tres estadios), que es lo que se explica en este texto.
Las fases son:
- Camello: El espíritu del hombre es, en primer lugar, un camello, un animal de carga, que obedece a su amo sin quejarse. Este le manda y él obedece. El camello representa al hombre occidental, que ha seguido los valores judeocristianos, la moral de rebaño.
- León: El hombre-camello, cansado por el peso de la carga, se rebela contra su amo y lo derriba. Entonces, se convierte en el hombre-león, crítico y dueño de sí mismo, que dice “yo quiero”, e impone su voluntad. Representa al último hombre, el nihilista. No tiene valores.
- Niño: A medida que se va quitando las cargas, se va haciendo el creador de sus propios valores; se convierte en el hombre-niño que busca la afirmación de sí mismo. Es el Superhombre. Crea sus propios valores.
El Futuro del Ser Humano según Nietzsche
Según Nietzsche, el futuro del ser humano es el Superhombre, un espíritu libre que ha superado, incluso, el nihilismo. El Superhombre significa una nueva etapa de la humanidad. Es el final de una serie de transformaciones, desde el “camello”, que se arrodilla ante Dios, pasando por el “león”, que se quita esa carga y se libera de Él, hasta el “niño”, que representa la inocencia y el olvido.