Superación de Traumas y Conflictos: Estrategias para la Sanación Emocional y la Reconciliación

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Estrategias para Sanar Traumas y Sentimientos Afectivos: El Camino hacia el Perdón

Este documento aborda la sanación en el sentido de superar los efectos de los enfrentamientos violentos. Nos referimos a los traumas, las heridas del espíritu, y sus consecuencias directas: el sufrimiento, la ira y el miedo. A estos sentimientos iniciales, a menudo les siguen otros que perduran en el tiempo, como la pena, la depresión, el odio, el rencor, la desconfianza y el deseo de venganza.

La estrategia principal se dirige a restituir la autoestima de los protagonistas y a restaurar la relación. Se basa, fundamentalmente, en la expresión de los sentimientos en un entorno seguro.

Estrategias durante la Mediación para Trabajar Traumas y Sentimientos Negativos

Durante el proceso de mediación, se emplean diversas estrategias para abordar los traumas y los sentimientos negativos:

  1. Facilitar la expresión mediante preguntas: Se utilizan preguntas abiertas como "¿Cómo te sientes?" o "¿Cómo te verás sentir?" para animar a la persona a verbalizar sus emociones.
  2. Devolver la expresión mediante el parafraseo: Consiste en repetir las expresiones de los sentimientos manifestados por la persona, validando su experiencia.
  3. Identificar, describir y matizar los sentimientos: Se busca la concreción en la descripción de las emociones, evitando generalizaciones (como "esto pasa cuando...") y la teorización excesiva (uso de términos abstractos o teóricos).
  4. Pedir cómo afectan las experiencias: Se solicita a la persona que describa el impacto de las experiencias, procurando que utilice la primera persona para una mayor conexión personal.
  5. Fomentar el diálogo directo entre los implicados: Se promueve la comunicación directa entre las partes, asegurando la comprensión mutua de lo que se comunica.
  6. Gestionar momentos de tensión o cierre: Cuando se detecta un cierre emocional o un aumento de la tensión que impide avanzar, es necesario esperar hasta que las partes estén dispuestas y preparadas para continuar. Se puede ofrecer tiempo para retirarse, recuperar la serenidad y preparar lo que se desea decir. Alternativamente, se puede propiciar la expresión por escrito. El mediador, si lo considera oportuno, puede sugerir de forma privada y delicada la posibilidad de acudir a consejo o terapia profesional.
  7. Recurrir a reuniones por separado: Ante las dificultades para avanzar en el diálogo directo, se pueden realizar reuniones individuales con cada parte.
  8. Verificar la preparación para continuar: Antes de proseguir el diálogo, se pregunta a las partes si están preparadas para seguir tratando los sentimientos. Si la respuesta es negativa, se indaga sobre lo que necesitan para estarlo.
  9. Celebrar los progresos: Una vez que los sentimientos han sido expresados y tratados, se celebran los avances logrados. Se fomenta que cada participante reconozca algo positivo o esperanzador en el otro, abriendo perspectivas de futuro compatibles.
  10. Afirmar a los participantes: Se resaltan los puntos en común, las buenas intenciones y los esfuerzos realizados por cada parte para restablecer la relación. Se buscan "pequeños actos de reconciliación" que contrasten con la relación hostil previa.

El Proceso del Perdón

Las ideas preconcebidas que tenemos sobre el perdón influyen significativamente en nuestra actitud hacia él. Estas ideas pueden imposibilitarnos para perdonar o, por el contrario, animarnos a hacerlo, ayudándonos a dejar atrás el pasado y a vivir con mayor paz.

Es crucial aclarar qué implica y qué no implica el perdón:

  • Perdonar no significa justificar ni aceptar cualquier cosa.
  • Perdonar no es fingir que todo va bien cuando sentimos que no es así.
  • El perdón nunca implica aprobar o defender una conducta que causa sufrimiento, ni excluye la necesidad de tomar medidas para protegerse.
  • Perdonar no es adoptar una actitud de superioridad o fariseísmo, como perdonar a alguien porque nos da lástima o porque lo consideramos "tonto" (ejemplo: "Te perdono, de todas maneras, sabía que no lo sabrías hacer mejor").
  • Perdonar no implica tener que cambiar de comportamiento o tener que sufrir las consecuencias de conductas que no nos gustan.
  • Tampoco implica necesariamente comunicarlo verbalmente y de forma directa a la persona a la que perdonamos.

La rabia y el resentimiento crónico a menudo ocultan emociones más profundas que necesitan ser abordadas.

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