El suicidio: una reflexión sobre la sociedad actual

El suicidio es un tema muy delicado del que hablar, porque va ligado a la infelicidad, a la muerte, a oscuridad.

No todo el mundo está preparado para hablar de él y tampoco todo el mundo lo entiende. Aunque parezca una locura, pienso que el suicidio es, en cierta manera un acto de valentía. Todos no se atreverían a hacer ese acto.

El suicidio es un intento de vía de escape de uno o varios problemas muy graves que te impiden per la luz al final del camino, porque. si lo pensamos bien, alguien feliz y conforme con su vida no se plantea esa posibilidad pero, una persona que si sufre bullying, trastornos alimenticios, desprecios constantes o depresión, sería más lógico que llegase a la conclusión de acabar con su problema poniéndole fin a su vida.

Con esto tampoco estoy diciendo sea la solución, porque no lo es, pero entiendo que para una persona desesperada por cambiar su vida lo parezca.

Creo que todos hemos pensado en el suicidio alguna vez, sobre todo los adultos, que suelen haber pasado más dificultades que nosotros, los adolescentes debido a que han vivido más.

Tampoco estoy diciendo que los adolescentes no tengamos problemas. De hecho en las últimas décadas se ha comprobado que la tasa de enfermedades mentales y suicidio han aumentado brutalmente. La primera vez que lo leí me pregunté qué le ocurría a mi generación pero poco me di cuenta. Internet ha desplegado una infinidad de situaciones positivas para los jóvenes pero también nefastas. Por nombrar algunos ejemplos, los trastornos alimenticios están cada vez más presentes en las redes sociales, apuesto a que en internet puedes meterte en foros que te impongan unos cánones de belleza irreales. Otro ejemplo evidente sería el ciberbullying, que afecta cada día niños de más temprana edad. Seguramente si buscas ‘suicidio’ en google saldrían varias páginas de prevención, pero si tirásemos más abajo, comenzaría lo terrorífico: foros, páginas, blogs hablando usuarios con usuarios sobre sus terribles ganas de morir. ¿Cómo ha llegado nuestra sociedad hasta aquí? ¿Por qué absolutos desconocidos hablan sobre sus ideas suicidas y nadie hace nada al respecto? Muy fácil, no escuchamos. Los humanos somos egoístas, solamente escuchamos problemas de nuestros amigos para que ellos escuchen los nuestros, resulta triste.

Los suicidas piensan que son prescindibles , que tampoco pasaría nada si muriesen, que su familiares vivirían mejor sin la carga constante que creen que suponen. Intentan fin tal vez a una situación que no pueden resolver.

Muchas veces, no nos damos cuenta de que una persona lo está pasando mal hasta el punto del suicidio y es porque no nos fijamos lo suficiente. Si realmente preguntásemos a nuestro familiares y amigos constantemente por su estado mental y de verdad nos preocupase e importase, esa tasa descendería de manera increíble, así que ánimo a la gente a decirles a la gente que quieres que les queremos mucho.