La Sombra Psicológica de Jane Eyre: El Simbolismo de Bertha Mason

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La Dualidad Psicológica en Jane Eyre: Jane y Bertha Mason

Bertha Mason: La Proyección de la Rabia y la Locura de Jane

Bertha Mason emerge como el aspecto sombrío de la niña huérfana, la encarnación de la rabia que Jane ha estado reprimiendo desde su infancia en Gateshead. La vida doméstica, para Jane, se percibe como una prisión, un espacio de claustrofobia y terror. Los rasgos negativos de Bertha, en este sentido, realzan las características positivas de Jane. La crítica contemporánea subraya que Bertha Mason representa la furia contenida y reprimida de Jane. Dado que Jane es un personaje victoriano, incapaz de mostrar abiertamente su ira o dejarse llevar por sentimientos pasionales —ya sea el amor por Rochester o el odio hacia su tía, la señora Reed, incluso cuando esta está muriéndose—, la autora proyecta estas emociones en Bertha. Lo mismo ocurre con la locura.

La manifestación de la locura de Bertha se evidencia en momentos clave: los aullidos y chillidos procedentes del ático del tercer piso, y su primera aparición ante Jane justo después de la cancelación de la boda, cuando intenta atacar a Rochester con una ferocidad animal, guiada por el instinto. A diferencia de Bertha, que verbaliza sus sentimientos internos a través de sus ataques, Jane no los expresa. En ambos episodios, Jane actúa de manera racional: atribuye los gritos a la sirvienta (Grace Poole) y, al descubrir que Rochester le ha mentido y engañado, no se altera ni pierde la cordura. Su comportamiento se rige por la lógica y la razón: comprende que ese no es su lugar y que debe marcharse al sentirse engañada. De igual modo, rechaza la proposición de Rochester de vivir con él como su amante, pues va en contra de su moral y sus principios lógicos y racionales. Por ello, Jane no podrá regresar con Rochester hasta que Bertha incendie Thornfield, se suicide y Rochester quede ciego y manco (aunque Jane desconoce estos eventos en ese momento).

El Carácter Admonitorio de Bertha y su Simbolismo

Además, Gilbert y Gubar señalan que la relación entre Jane y Bertha es, en cierto sentido, admonitoria. Bertha le muestra a Jane cómo no debe actuar, impartiéndole una lección más profunda y beneficiosa que las de Miss Temple. Sin embargo, esta conexión se revela de manera inquietante a través de imágenes recurrentes en la novela, donde Bertha se mueve “backwards and forwards”, intenta quemar la cama de Rochester, chilla y rompe el velo de Jane. Todas estas acciones evocan diferentes aspectos de Jane: la institutriz, la Jane aprisionada en la habitación roja con su locura y terror, y la mujer victoriana confinada en la esfera doméstica, que se mueve “backwards and forwards” como un animal enjaulado.

El Fuego como Símbolo de Pasión y Destrucción

Teniendo en cuenta la simbolización del fuego: Bertha es una mujer pasional y ardiente, en contraste con una Jane fría que no muestra sus sentimientos más profundos hacia Rochester. Un ejemplo de esta simbolización ocurre cuando Bertha intenta quemar la cama de Rochester y Jane logra apagar el fuego, salvándole la vida. Es igualmente simbólico que Bertha consiga provocar un incendio devastador en la mansión y muera durante el mismo, como si sus propios “pecados” fueran la causa de su muerte, o de la salvación de Jane, según la perspectiva con la que se mire.

Crisis de Identidad y el Espejo de Bertha

Otro momento significativo es cuando Bertha aparece con un vestido de novia blanco, similar al de Jane, se mira en el espejo con el velo de Jane y lo rompe. Este episodio remite a la escena de la habitación roja: “For the second time, only the second time, I became unconscious of terror.” Jane no se reconoce en el espejo y, al ver el rostro fantasmal de Bertha, se desmaya. La primera crisis de identidad de Jane comienza precisamente cuando la encierran en la habitación roja, donde se ve en el espejo y exclama: “the strange little figure…”, sin reconocerse a sí misma.

Conclusión: Jane y Bertha, un Contraste Definitorio

En conclusión, la personalidad y la identidad de Jane se definen por su oposición al personaje de Bertha, su doble oscuro. Bertha es descrita en la historia como un ser de piel oscura, un animal salvaje, un vampiro, un fantasma, una loca, un ser irracional que chilla y se deja llevar por los instintos. En contraste, Jane es una mujer de piel clara, racional, de comportamiento civilizado, que no se deja influenciar por las pasiones y que, en este sentido, representa a la típica mujer victoriana.

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