Somatotipos y Desarrollo de los Sistemas Corporales Humanos

Los tipos corporales (Somatotipos)

Podemos establecer una clasificación de los tipos corporales en base a tres componentes principales:

• Endomorfia: Hace referencia al predominio de las formas redondeadas y del desarrollo visceral.
• Mesomorfia: Se refiere al predominio de la estructura muscular y ósea. Son sujetos relativamente fuertes y de complexión atlética.
• Ectomorfia: Destaca el predominio de un desarrollo muscular débil y una mayor fragilidad estructural. Son sujetos de extremidades largas y delgadas.

En relación con el debate herencia-medio, parece existir un consenso científico en aceptar el carácter predominantemente heredado de la tipología corporal, la cual se manifiesta ya desde edades tempranas.

El crecimiento de los diferentes sistemas corporales

Sistema nervioso

El sistema nervioso muestra un crecimiento y una maduración rapidísimos. Es muy probable que a partir del séptimo mes de vida fetal no haya formación de nuevas células nerviosas; sin embargo, parece que existe una secuencia predeterminada en el desarrollo de los haces y núcleos nerviosos. A los 9 meses postnatales, el cerebro muestra un peso equivalente al 50 % del cerebro de un adulto, alcanzando a los 2 años el 75 % de su peso final. Aunque el tamaño del cerebro al nacer está cercano al del adulto, su funcionamiento es aún rudimentario, existiendo una asincronía entre estructura y función.

Sistema esquelético

Los huesos se originan como un sistema cartilaginoso blando que progresivamente se va osificando y endureciendo. El proceso de osificación empieza en el periodo prenatal, entre el segundo y cuarto mes, y continúa hasta la adolescencia en determinados huesos. Generalmente, las chicas terminan su crecimiento óseo antes que los chicos, aproximadamente entre los 18 y 20 años. Los problemas de crecimiento óseo suceden, en muchos casos, por un inadecuado aporte de nutrientes en la sangre, lo que altera el proceso y puede dañar las células.

Hitos del crecimiento óseo

• Las costillas se osifican rápidamente.
• Los pies lo hacen antes que las manos.
• Las rodillas poseen las epífisis de osificación más tardías.
• La pelvis se encuentra completamente osificada hacia los 20 años.
• Los cuerpos vertebrales completan su osificación a los 25 años.
• La clavícula en los hombres y el pubis en la mujer (26-27 años) son de los últimos puntos en osificarse.

Tejido adiposo (graso)

El espesor de la grasa subcutánea aumenta de manera constante desde el nacimiento hasta alcanzar su máximo hacia el noveno mes. Posteriormente, disminuye progresivamente hasta el sexto u octavo año de vida, momento en que vuelve a aumentar. El aumento de la grasa localizada en el tronco se prolonga hasta la madurez en ambos sexos. En muchos niños se observa un brote preadolescente de grasa. Existen diferencias sexuales notables en relación con el desarrollo del tejido graso: las niñas manifiestan un mayor incremento que se acentúa al llegar la pubertad, acumulando grasa principalmente en las caderas, mientras que en los chicos se localiza preferentemente en el abdomen.

Tejido muscular

El desarrollo del tejido muscular sigue un patrón diferente: su crecimiento es más lento durante la infancia, pero se acelera notablemente durante la adolescencia. Este aumento de la masa muscular es significativamente más pronunciado en los chicos que en las chicas.