Sociedad y Pensamiento en la España del Siglo XVI: Cultura, Mentalidad e Inquisición
La Cultura en el Siglo XVI
El ambiente cultural del siglo XVI en España presentó una bipolarización entre las influencias europeizantes, procedentes sobre todo del Renacimiento italiano, y una reacción tendente a la creación de una cultura propiamente española, claramente diferenciada del resto del continente.
Apertura Cultural con Carlos I
El reinado de Carlos I se caracterizó por la apertura cultural de España a las corrientes europeas más renovadoras, como el humanismo erasmiano. Destacaron figuras como:
- Juan Luis Vives
- Los Hermanos Valdés
- Francisco de Vitoria
Este mismo aperturismo se observó en el mundo de las ciencias, donde sobresalió la figura del médico Miguel Servet.
El Giro Conservador de Felipe II
El reinado de Felipe II estuvo marcado culturalmente por el triunfo del espíritu de la Contrarreforma, lo que supuso un giro hacia el catolicismo más ortodoxo y un consecuente aislamiento cultural de España. Ejemplos claros de este conservadurismo dominante fueron:
- La prohibición de estudiar en universidades extranjeras.
- La prohibición de importación de libros.
- La confección de largas listas de libros prohibidos por la Inquisición.
La Mentalidad del Siglo XVI
Otro factor crucial para comprender este periodo es su mentalidad, muy bien reflejada en la literatura de la época. En ella, el honor, la hidalguía, una religiosidad supersticiosa e intolerante, y el desprecio por los trabajos manuales eran la tónica dominante.
Religiosidad y Sociedad
La religión lo dominaba todo, pero era más una religiosidad externa o cultural que interna o ética. Era una religiosidad de masas, manifestada en procesiones y grandes ceremonias, donde importaba más la apariencia que la esencia.
Ser judaizante o sospechoso de herejía se consideraba un peligro social. En muchas instituciones se impuso el estatuto de la «limpieza de sangre» para poder pertenecer a ellas. Se realizaba una investigación exhaustiva para comprobar que entre los antepasados no había nadie de origen judío o sospechoso de herejía. Quienes podían demostrar ambas condiciones podían presumir de ser «cristianos viejos», lo que confería un gran honor social.
Honor y Hidalguía
El honor y la honra, entendidos como el comportamiento ajustado a las reglas morales, la dignidad personal y el respeto exigible, eran aspectos de gran preocupación en la sociedad. El máximo honor era obtener la hidalguía. Entre las condiciones que incapacitaban para su obtención estaba la realización de cualquier trabajo manual, considerado vil y deshonroso. Ser hidalgo significaba ser considerado caballero y pertenecer al estamento privilegiado de la nobleza, aunque fuera en su escalón más bajo.
La Inquisición Española
En 1478 se creó la Santa Inquisición, un tribunal religioso que actuaba tanto en Aragón como en Castilla. Su misión era velar por la pureza de la religión católica, persiguiendo y juzgando a los herejes que se alejaban de los dogmas de la Iglesia, en especial a los judíos conversos.
Procedimientos y Consecuencias
El procedimiento seguido por los inquisidores era particularmente duro. Las pesquisas eran secretas, los acusados desconocían la identidad de los acusadores, y los declarados culpables no solo pasaban a manos de la justicia ordinaria, sino que ellos y sus descendientes podían quedar inhabilitados para el ejercicio de ciertos cargos y honores. Este sistema se prestaba a la acusación injustificada y a los ajustes de cuentas personales, pues cualquiera podía acusar a su vecino de haber incurrido en prácticas judaizantes o heréticas.
Impacto Social y Endurecimiento
La actuación secretista de la Inquisición fue decisiva, ya que fomentó un profundo miedo en la sociedad. El ambiente inquisitorial alcanzó su punto culminante en los años centrales del siglo XVI. El descubrimiento y supresión de dos focos protestantes minoritarios en Sevilla y Valladolid inició un periodo de extraordinario endurecimiento. Entre otras medidas, se estableció la prohibición de importar libros extranjeros y la prohibición a los españoles de estudiar o enseñar en universidades extranjeras.