El Sistema Político de la Restauración Borbónica (1874-1902): Cánovas y la Constitución de 1876

La Restauración Borbónica (1874-1902): Cánovas del Castillo y el Turno de Partidos

La Restauración se inicia mediante un pronunciamiento militar. El verdadero artífice fue Cánovas del Castillo, quien había preparado la vuelta a España y al trono de Alfonso XII. Guiado por Cánovas, Alfonso XII firma en diciembre de 1874 el Manifiesto de Sandhurst, donde se exponen sus ideales políticos y su propósito conciliador.

Contexto y Estabilidad del Reinado de Alfonso XII (1875-1885)

La inestabilidad del Sexenio Democrático provocó un acusado viraje de la burguesía y de amplios sectores de la población hacia posiciones monárquicas y conservadoras que garantizaran el orden. Aunque los monárquicos estaban divididos, Cánovas consiguió presentar a Alfonso XII, atrayendo incluso a los contrarios al absolutismo.

El reinado de Alfonso XII (1875-1885) se caracterizó por la estabilidad del país después del agitado período anterior. Durante este tiempo, se lograron dos hitos fundamentales:

• Fin de la Tercera Guerra Carlista: Esto supuso la supresión de los fueros e instituciones vascas, aunque conservaron la autonomía fiscal. Con esta derrota, el carlismo entró en una fase de decadencia.
• Fin de la Guerra de Cuba: Se acabó con el conflicto mediante la Paz de Zanjón (1878), que reconocía algunas mejoras, pero no concedía el estatus de provincia española a la isla. Esto solo sería un aplazamiento hasta la Guerra de la Independencia cubana (1895-1898).

Durante todo el reinado de Alfonso XII, la figura clave y director del sistema fue Cánovas del Castillo.

Las Bases del Sistema Canovista

Cánovas era un político pragmático que buscaba construir un sistema político estable y duradero. Para él, existían dos instituciones básicas que formaban parte de la constitución histórica de España: la Monarquía y las Cortes. A partir de este pilar, el sistema se basaba en tres elementos esenciales:

1. La Constitución de 1876.
2. La Monarquía (Alfonso XII).
3. El Turno de Partidos (Bipartidismo).

La Constitución de 1876: Fundamento de la Restauración

La Constitución de 1876 fue de carácter moderado, presentándose como una síntesis entre las posturas moderadas y progresistas. Su gran virtud radicaba en su elasticidad, es decir, su articulado era poco preciso, lo que permitía que se adaptara a gobiernos de muy distinto signo político, que podían variar las leyes ordinarias sin necesidad de modificar el texto constitucional.

Características Clave de la Carta Magna

Basada en la Constitución de 1845, sus principales características eran:

• Soberanía Compartida: Se establecía entre el Rey y las Cortes.
• Poder Real Amplio: Se concedían grandes poderes al Rey, quien mantenía el poder ejecutivo, nombraba y separaba libremente a los ministros, sancionaba y promulgaba leyes, y convocaba, disolvía y suspendía las Cortes.
• Cortes Bicamerales: Compuestas por un Senado (elitista y conservador) y un Congreso, para el que no se definía el tipo de sufragio (dejando abierta la posibilidad de sufragio censitario o universal, regulado por leyes ordinarias).
• Declaración de Derechos: Era semejante a la de 1869, pero se limitaba a reconocerlos con carácter general, dejando la regulación concreta a las leyes ordinarias, lo que permitía su restricción.
• Religión Oficial: El catolicismo se establecía como religión oficial del Estado. Se prohibían las manifestaciones públicas de cualquier otra religión, aunque se reconocía la libertad individual de culto.