Síntoma, Edipo y Castración: Claves del Psicoanálisis Freudiano

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¿Qué es el síntoma en el psicoanálisis?

¿Qué es el síntoma? Es un símbolo mnémico que sustituye a la representación alojada en el inconsciente y contiene un significado.

En un primer momento, Freud postuló que el síntoma era debido a un trauma padecido en la infancia. Hasta aquí, las histéricas sufrían de “reminiscencias”, recuerdos del trauma infantil. Con el síntoma, las pacientes evocaban el suceso traumático y, en tratamiento, la “abreacción” (descarga) del recuerdo hacía desaparecer el síntoma. El síntoma sustituye el recuerdo.

El síntoma somático no siempre es producido por la neurosis, sino que puede ser utilizado por ella (facilitaciones somáticas). Existe sobredeterminación de los síntomas.

Más tarde, el procedimiento terapéutico le permitiría conocer que son las fantasías de seducción las que están tras los síntomas, y esto lo conduce al Complejo de Edipo y a los deseos sexuales prohibidos.

El Complejo de Edipo transcurre durante la organización fálica.

Organización Fálica y el Complejo de Edipo

¿Qué caracteriza a la organización fálica? La organización fálica tiene al falo en su centro, sostiene la teoría de la universalidad del pene y la actividad erótica es la masturbación.

¿Y al Complejo de Edipo? Nos muestra las vicisitudes de las relaciones con los objetos primarios. Con él se instaura la tríada y se sale de las relaciones diádicas. Los niños aman a la madre y odian al padre, y las niñas aman al padre y odian a la madre. Puede ser negativo o positivo.

El Complejo de Castración

¿Y al Complejo de Castración? En el varón, cuando comprueba la ausencia de pene en las niñas, se instala el Complejo de Castración y se resignifica la Amenaza de Castración. La amenaza adquiere sentido cuando el niño piensa que “las niñas no tienen pene porque lo perdieron” y aparece así la angustia de castración. Esta angustia hace que los niños renuncien a los deseos edípicos. Se trata de una renuncia apoyada en un interés narcisista, elige conservar su pene.

En las niñas, la comprobación de la falta produce una desilusión con su madre y un acercamiento al padre. Cambia su objeto de amor. Se acerca al padre con el deseo de obtener de él aquello que no tiene y accede al Edipo.

El complejo de Castración en los varones provoca la salida del Edipo y en las niñas la entrada al mismo.

Las vicisitudes de las relaciones con los padres son propias del Edipo y no de la organización fálica. Ambos se superponen y constituyen el fenómeno central del vivenciar infantil.

Hacia el final de los 5 años, el Complejo de Edipo y la organización fálica finalizan y se establece una represión primaria, es decir, todo ese vivenciar infantil pasa a formar parte del inconsciente. Se constituye el superyó, con las identificaciones, y se inicia el período de latencia. Más tarde se accede a la organización genital.

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