Síndrome de West y Retraso Mental: Evaluación y Apoyos Educativos

Síndrome de West

El Síndrome de West es una epilepsia generalizada sintomática o criptogénica, clasificación de ILAE de 1989, caracterizada por su inicio en el periodo lactante menor, habitualmente entre los 6 y 12 meses de vida. Se identifica por una tríada característica: crisis (espasmos), un electroencefalograma típico (hipsarritmia) y un deterioro del desarrollo psicomotor.

Causas

• Complicaciones en el embarazo. Isquemia prenatal o perinatal.
• Desórdenes intrauterinos, especialmente infecciones como toxoplasmosis, rubeola y citomegalovirus.
• Disgenesias (desarrollo cerebral defectuoso).
• Eventos perinatales como hipoxia y postnatales como meningitis neonatal.

Diagnóstico

El diagnóstico debe reunir la tríada característica:

• Espasmos masivos infantiles.
• Retardo o deterioro del desarrollo psicomotor y/o mental.
• Alteraciones electroencefalográficas.

Evaluación Diagnóstica según Decreto 170

La evaluación diagnóstica debe ser integral e interdisciplinaria, considerando el ámbito educativo, información y antecedentes de profesores, familia y estudiante. Se deben seguir las orientaciones técnico-pedagógicas del Ministerio, considerando la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF).

Información Requerida

1. Tipo y grado de déficit y su carácter evolutivo.
2. Funcionamiento del estudiante, incluyendo funciones físicas y actividades que puede desarrollar.
3. Factores ambientales y personales.

Retraso Mental: Definición y Evolución del Concepto

En 1992, la Asociación Americana sobre Retraso Mental (AARM) propuso una definición que cambió el paradigma, enfocándose en la interacción persona-contexto (Verdugo, 1994). Se dejó de ver el retraso mental como un rasgo individual para entenderlo como un estado de funcionamiento.

En 2002, la AAMR (Luckasson y cols.) revisó la definición: Retraso mental es una discapacidad caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa, manifestadas en habilidades prácticas, sociales y conceptuales, antes de los 18 años.

Modelo Tripartito de la Inteligencia

Se propone un modelo tripartito (Greenspan) que va más allá del CI, incluyendo habilidades sociales y prácticas para la integración comunitaria. Se evalúa la inteligencia conceptual, práctica y social.

Premisas Esenciales

1. Las limitaciones se consideran en el contexto de ambientes comunitarios típicos.
2. La evaluación debe considerar la diversidad cultural, lingüística, sensorial, motora y comportamental.
3. Las limitaciones coexisten con capacidades.
4. Se busca desarrollar un perfil de apoyos necesarios.
5. Con apoyos personalizados, el funcionamiento de la persona con retraso mental puede mejorar.

Áreas de Apoyo

1. Desarrollo humano
2. Enseñanza y educación
3. Vida en el hogar
4. Vida en la comunidad
5. Empleo
6. Salud y seguridad
7. Conductual
8. Social
9. Protección y defensa

Decreto 87/90: Concepto de Retardo Mental

El Decreto 87/90 define el Retardo Mental como un funcionamiento intelectual general significativamente bajo el promedio, con un déficit concurrente de la conducta adaptativa durante el desarrollo.

Clasificación A.A.M.D. (1983)

• Retardo Mental Leve: 50-55 a 70 CI
• Retardo Mental Moderado: 35-40 a 50-55 CI
• Retardo Mental Severo: 20-25 a 35-40 CI
• Retardo Mental Profundo: Bajo 20 a 25 CI

Informes Profesionales para Efectos Educativos

Informe Médico

• Anamnesis
• Apreciación clínica (pediátrica, neurológica, psiquiátrica)
• Posibles etiologías
• Orientaciones

Informe Psicológico

• Anamnesis
• Evaluación de capacidad intelectual y conducta adaptativa
• Análisis descriptivo de la personalidad
• Orientaciones pedagógicas y familiares

Informe Pedagógico

• Análisis de antecedentes de otros profesionales
• Evaluación de áreas de aprendizaje (social, artística, vocacional)
• Orientaciones para la planificación del proceso enseñanza-aprendizaje y/o plan educativo individual