El Simbolismo en el Arte: Reacción Postimpresionista y Búsqueda Espiritual
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La Reacción Antiimpresionista en el Arte: El Surgimiento del Simbolismo
El optimismo y la confianza ciega en el progreso que habían dominado el siglo XIX entre la clase dominante, la burguesía, con el formidable desarrollo científico, tecnológico e industrial, entraron en crisis en torno a 1880. Este cambio repercutió de forma muy especial en el terreno de la cultura. El resultado fue una revisión completa de los valores dominantes y un cuestionamiento de su reflejo en el mundo de la literatura y de las artes con su dinámica innovadora.
Contexto y Ruptura Artística
Así, escritores y artistas reaccionaron contra los presupuestos literarios y plásticos defendidos hasta ese momento y encarnados por el binomio Naturalismo-Impresionismo. Se produjo entonces una defensa de la espiritualidad que tomó cuerpo en el arte con el nombre de Simbolismo. Una pintura simbólica es la que, entre otras cosas, tiene contenido o mensaje, por lo que no es 'pura' en el sentido de basarse exclusivamente en sus valores plásticos, como pretendían los impresionistas.
Principios del Simbolismo
El Simbolismo volvió, por tanto, sobre la relación tradicional entre literatura y artes plásticas, pero además quiso que su mensaje fuese espiritual y trascendente, evocador de unos mundos diferentes al actual; un mundo que no podía conocerse y controlarse con la sola razón y ciencia. Rechazaban la imitación de nuestra percepción de la realidad, es decir, estaban en contra del Realismo e Impresionismo que mostraban escenas de vida cotidiana. Como decía Moreau: “Yo solo creo en lo que no veo". Importante fue la influencia de La interpretación de los sueños de Freud, publicado en 1899.
Una Oleada de Irracionalismo y Subjetividad
Esta reacción dio paso a una renovación de valores y creencias que se consideraban ya caducas, como la religión, y al interés por lo misterioso y lo esotérico. Se produjo, en suma, una oleada de irracionalismo, a la vez que, perdida la confianza de la colectividad social, se cultivaba el mundo interior, subjetivo, el individualismo y el aristocratismo. Fue una auténtica cruzada contra la vulgaridad, representada por la odiosa cultura de masas y su feroz igualitarismo, su culto al dinero y su desprecio al arte. El clima de pesimismo y decadentismo llevó a muchos al suicidio (físico o moral), la locura o la bebida.
El Simbolismo en la Pintura: El Grupo de Pont-Aven
En la pintura, el Simbolismo tuvo sus máximos exponentes en el llamado Grupo de Pont-Aven, localidad francesa a la que se retiraron varios pintores capitaneados por Gauguin. Pretendían, dentro de un clima de fraternidad, devolver a la pintura sus valores espirituales y sus temas trascendentes. Para ello, apostaron por la recuperación del contorno de las figuras, disuelto por los impresionistas, evocando con ello el viejo estilo de las vidrieras de las catedrales, además de volver a los colores puros y planos. También se les conoce como Nabis (profeta) por la profesión de fe que hicieron.