El Sexenio Democrático: Reinado de Amadeo I y la I República Española

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 8,07 KB

SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868 – 1874): Reinado de Amadeo I y la I República

INTRODUCCIÓN:

Esta etapa de la Historia de España se inicia con el triunfo de la “Revolución Gloriosa”, cuyas causas son múltiples y complejas: crisis moral, donde el sistema parlamentario aparece viciado; crisis económica, por la crisis financiera europea de 1866, el freno de la industria catalana, quiebran los bancos de Madrid y Barcelona, el sector ferroviario entra en crisis por lo que aumenta el paro; y una crisis política debida a las prácticas autoritarias de los dirigentes del partido moderado, en quienes se apoyaba Isabel II. Con la muerte de O’Donnell en 1867 la Unión Liberal liderada por Serrano se acerca más a los progresistas, ambos grupos, junto a los republicanos, firman el Pacto de Ostende para derrocar a la reina y al partido moderado, descabezado tras la muerte de Narváez. La sublevación estalla en Cádiz en 1868 bajo el mando del almirante Topete y de acuerdo con los generales Prim, Serrano y Olano al grito de “Viva España con honra”. Los sublevados vencen a las tropas gubernamentales en el puente de Alcolea y marchan sobre Madrid, la Reina, que se encontraba en San Sebastián, se exilia en Francia. Iniciada como un pronunciamiento, acaba por convertirse en una revolución popular, que exige la supresión de las quintas, el sufragio universal y la abolición de los impuestos al consumo.

DESARROLLO:

Gobierno provisional y Regencia de Serrano (1868 – 1871)

El poder político es compartido por multitud de Juntas Provinciales y Locales, dirigidas por la Junta Revolucionaria de Madrid, que encarga a Serrano la formación de un gobierno provisional. Estalla una sublevación en Cuba al “grito de Yara”. Se convocan elecciones a Cortes con sufragio universal masculino para mayores de 25 años, que adquieren una composición centrista que reniega de Isabel II pero defiende la monarquía. Las Cortes autorizan al general Serrano a formar un gobierno definitivo y aprueban la Constitución de 1869, la primera democrática de España acompañada de un amplio abanico de derechos y libertades civiles. Serrano es nombrado regente y al frente del gobierno se pone Prim.

Este gobierno encarga la política económica a Laureano Figuerola, poniendo en práctica una política librecambista con la revisión de los aranceles y la reforma del sistema monetario (estableciendo la peseta como nueva unidad monetaria y otorgando el derecho exclusivo de emitir moneda al Banco de España).

Se llevó a cabo una intensa labor legislativa para desarrollar los principios constitucionales: nuevo Código Penal, Ley Orgánica del Poder Judicial, Ley de Enjuiciamiento Criminal o la Ley del Matrimonio Civil (muy contestada por la Iglesia, ya irritada por la libertad de cultos de la Constitución).

Monarquía democrática: reinado de Amadeo I (1871 – 1873)

El regente se encarga de buscar un nuevo monarca, la elección recae en Amadeo de Saboya, apoyado principalmente por el progresista Prim. Precisamente, el día en que el rey llega a la capital, Prim es asesinado.

Amadeo se encontró un amplio rechazo: carlistas, activos en el País Vasco y Navarra, alfonsinos, partidarios de la vuelta de los Borbones con Alfonso XII, hijo de Isabel II, y republicanos, que pedían reformas más radicales. Los dos años que duró su reinado estuvo dominado por la enorme inestabilidad política, con disensiones cada vez más pronunciadas entre los partidos que habían apoyado la revolución.

Impotente ante la situación, Amadeo I abdica en 1873. Sin otra alternativa, era impensable buscar a otro monarca, las Cortes proclamaron la República en febrero de 1873.

La Primera República

Por primera vez se intenta organizar la estructura del Estado de forma democrática, es decir, de abajo hacia arriba, según la voluntad expresa de los españoles. Es nombrado presidente Estanislao Figueras en medio de una situación caótica, con las exigencias de unos y el rechazo de otros.

La instauración de la I República fue fruto del compromiso entre monárquicos y republicanos para suplir el vacío de poder que había en ese momento; en realidad, las ideas republicanas tenían escaso apoyo social y contaban, sin embargo, con las instituciones más poderosas del país (alta burguesía, jerarquía eclesiástica, altos mandos del ejército). Los escasos republicanos pertenecían a las clases medias burguesas, mientras que campesinos y bastantes obreros optaron por el incipiente anarquismo. Esto derivó en una enorme inestabilidad política, en menos de un año se sucedieron cuatro presidentes.

En mayo de 1873 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino de los mayores de 21 años, donde salió triunfante la idea de Estado federal. En esta línea, se proclama la República federal y se trabaja en el proyecto de una nueva Constitución. Figueras dimite inesperadamente y le sucede Pi y Margall, cuyo gobierno emprende una serie de medidas bastante radicales: supresión de los impuestos de consumos, eliminación de las quintas, total escisión de la Iglesia y el Estado, reglamentación del trabajo infantil y abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico. Algunas de estas medidas tuvieron se volvieron contra el Ejecutivo, agravando el déficit de la Hacienda y debilitando a la República frente a los carlistas.

El Proyecto de Constitución de 1873 contemplaba la Nación española estructurada en 17 Estados (incluidos Cuba y Puerto Rico), cada uno capaz de elaborar una Constitución propia siempre y cuando se ajustara a la nacional.

El programa reformista se llevó a cabo en un contexto terriblemente adverso, con tres frentes abiertos: una nueva guerra carlista (llegaron a establecer gobierno en Estella), las sublevaciones cantonales (la más importante en Cartagena) y la Guerra Larga en Cuba contra la insurrección anticolonial. A todo esto hay que sumar las conspiraciones alfonsinas.

Ante la situación, Pi y Margall dimite y es elegido presidente Nicolás Salmerón, de carácter más conservador. Éste concede plenos poderes al ejército para restablecer el orden, acabando con los focos de sublevación. Se restableció la pena de muerte, pero cuando se le pidió que firmara dos condenas para líderes cantonalistas, Salmerón dimitió.

Fue sucedido por un último presidente, Emilio Castelar que aplicó su lema: orden, autoridad y gobierno, de forma que se suprimieron las garantías constitucionales, se recortaron las libertades, se restablecieron las quintas y se disolvió el grupo de Voluntarios de la República. Todo ellos dirigió sobre él la oposición de la izquierda. Temeroso ante la posibilidad que grupos de izquierdas recuperasen el poder, el general Pavía entró en el hemiciclo para forzar a las Cortes a que se disolvieran.

República del año 1874: camino a la Restauración.

Tras el golpe de Pavía, el régimen mantuvo el nombre de república, aunque en la práctica era una dictadura dirigida por Serrano. En realidad, este régimen fue un simple paso previo a la Restauración de la monarquía borbónica que planeaban los alfonsinos liderados por Cánovas. Se hizo material con el golpe militar del general Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874.

CONCLUSIÓN:

El Sexenio revolucionario o democrático fue una importante etapa en la consolidación del régimen liberal, parlamentario y democrático en España; poniendo en práctica nuevos sistemas políticos (república y monarquía democrática) en un contexto nacional e internacional muy desfavorable (guerra carlista, insurrección en Cuba), que llevará a la inestabilidad durante estos seis años. Sin embargo, estas experiencias, junto a la Constitución de 1869 y el Proyecto de 1873, contribuirán a la consecución de aspectos importantes política y socialmente como el sufragio universal, la libertad de cultos, derecho de asociación y reunión o el modelo federal en España.

Entradas relacionadas: