El Sexenio Democrático: La Constitución de 1869 y la Búsqueda de un Rey

Los Inicios del Sexenio Democrático y sus Desafíos

Surgían dos problemas que condicionarían toda la dinámica del Sexenio: por un lado, el choque frontal entre el gobierno provisional y la Iglesia, a raíz de los decretos de impulsión y el referido a la extinción de conventos y casas religiosas; por otro lado, los primeros embriones de insurrección en Cuba.

Las Cortes Constituyentes

El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes. Los grupos políticos hicieron campaña haciendo uso de la prensa libre y de la propaganda de sus programas. Aparecieron divergencias entre ellos, y el principal motivo fue la elección entre la monarquía o la república como forma de gobierno. Los demócratas se dividieron en dos sectores: los cimbrios y los republicanos.

El resultado electoral dio la victoria a los partidos firmantes del Pacto de Ostende, coaligados en el gobierno provisional. El 11 de febrero de 1869 tuvo lugar la apertura simbólica de las Cortes, que se constituyeron bajo la presidencia de Nicolás María Rivero. El principal cometido de las Cortes era la elaboración de una Constitución.

La Constitución de 1869

La nueva Constitución estableció un amplio régimen de derechos y libertades, como los de manifestación, reunión, asociación y libertad de enseñanza. Proclamaba la soberanía nacional y una estricta división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.

Características Principales

• Forma de Estado: El nuevo Estado se definía como una monarquía democrática.
• Sufragio: Se estableció el sufragio universal masculino directo para todos los mayores de 25 años.
• Poder Legislativo: Las Cortes eran bicamerales (Congreso y Senado), y el Senado era elegido mediante representantes.

Contexto Político y Reacciones

Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes establecieron una regencia que recayó en el general Serrano, mientras que Prim era designado jefe del gobierno. Sin embargo, la situación era compleja:

• Los republicanos mostraban su descontento con la nueva situación monárquica.
• Los carlistas volvían a la actividad insurreccional.
• La principal tarea era encontrar un monarca para la Corona española.

El gobierno fue recibido con simpatía por parte de los países europeos, ya que ponía fin a la larga etapa de inestabilidad política de Isabel II y porque los nuevos dirigentes parecían más adecuados para emprender las reformas económicas necesarias a fin de garantizar las inversiones y negocios extranjeros. En la cuestión de la forma de gobierno, la solución estuvo en el hallazgo del nuevo concepto de monarquía democrática. Esta inclinación no fue unánime en la asamblea, porque muchos diputados defendieron la fórmula de la república con dos modalidades posibles: federal y unitaria.

La Regencia de Serrano y el Gobierno de Prim

Había una nueva Constitución, pero España era una monarquía sin rey. Las Cortes establecieron una regencia que recayó en Serrano, mientras Prim era designado jefe del gobierno. Su tarea no era fácil, pues los republicanos mostraban su descontento con la nueva situación, los carlistas volvían a la actividad insurreccional y, además, había que encontrar un monarca para la Corona española.