Semana Trágica de Barcelona 1909: Causas, Desarrollo y Consecuencias
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La Semana Trágica de Barcelona (1909)
Contexto histórico y social
Barcelona, corazón de la industrialización española a principios del siglo XX, experimentó un auge en la movilización obrera. En 1907, se fundó Solidaridad Obrera, una organización anarquista que surgió como respuesta a la burguesa y nacionalista Solidaritat Catalana.
En este contexto, emergió una nueva fuerza política: el Partido Republicano Radical, liderado por Alejandro Lerroux. Lerroux, un gran orador, presentaba un discurso españolista, anticlerical y aparentemente revolucionario. Sin embargo, en la práctica, no promovía un cambio social auténtico. Su mensaje contundente y actitud crítica le granjearon el apoyo de las clases medias y, sobre todo, de los trabajadores, lo que debilitó al movimiento obrero barcelonés.
La Ley de Jurisdicciones de 1906 intensificó el anticlericalismo y el antimilitarismo en la ciudad. Además, la política autoritaria del gobierno de Antonio Maura no contribuía a calmar los ánimos.
El detonante: La Guerra de Marruecos
La Guerra de Marruecos fue el factor determinante que desencadenó la Semana Trágica. Los ataques de los habitantes del Rif contra trabajadores españoles de una compañía minera provocaron la movilización de reservistas. Las protestas obreras no se hicieron esperar en Barcelona.
La movilización contra la guerra comenzó el 18 de julio en el puerto de Barcelona, durante el embarque de tropas hacia Marruecos. Los primeros enfrentamientos militares en Marruecos culminaron con el Desastre del Barranco del Lobo (1909), que dejó más de 1.200 bajas españolas.
El estallido de la revuelta
El 26 de julio estalló la huelga general en Barcelona, convocada por Solidaridad Obrera y la UGT. Esta huelga general derivó en una revuelta popular que desbordó a los propios convocantes.
Los incidentes en las calles se multiplicaron: se levantaron barricadas, se quemaron conventos y se produjeron enfrentamientos con el Ejército. El gobierno respondió declarando el estado de guerra y enviando refuerzos para reprimir los sucesos violentos, que fueron controlados una semana después.
Consecuencias de la Semana Trágica
La Semana Trágica tuvo un coste humano brutal: un centenar de muertos, heridos y destrucciones. La represión fue muy dura y culminó con el juicio sin garantías y la ejecución de Francisco Ferrer i Guardia, pedagogo anarquista y fundador de la Escuela Moderna. Este proyecto de escuela libertaria practicaba la coeducación de sexos, la supresión de la religión, las enseñanzas humanistas y las excursiones, lo que suponía una competencia para las escuelas católicas.
La Semana Trágica marcó el final del programa reformista de Maura. El anarquismo, por su parte, creó finalmente un sindicato, la CNT, y el PSOE consiguió que Pablo Iglesias fuese elegido diputado (ambos en 1910). El liberal José Canalejas llevó a cabo el último intento regeneracionista dentro del sistema de la Restauración. Su acción reformista incluyó el servicio militar obligatorio en tiempos de guerra, la Ley del Candado y la Ley de Mancomunidades (que finalmente se vio frustrada en el Senado). Su mandato terminó abruptamente con su asesinato a manos de un anarquista en 1912.