El segundo sexo: Reflexiones sobre la condición femenina
Enviado por Chuletator online y clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 6,12 KB
¿Qué es una mujer?
Algunas preguntas pueden hacer temblar los cimientos de significado que parecían sólidamente anclados. Este es el caso de la pregunta que inicia la reflexión en El segundo sexo: “¿Qué es una mujer?”.
Este punto de vista relaciona el ser mujer a cierta cualidad denominada “feminidad”, la cual las mujeres manifiestan en mayor o menor medida. Para Beauvoir, la “feminidad” no es una cualidad que caracterice a las mujeres de manera natural, ella entiende la feminidad como un mito forjado a lo largo del tiempo. Tradicionalmente se ha asociado “ser mujer” a realizar funciones vinculadas al cuidado de los demás, a la sensibilidad, a la irracionalidad, a la frivolidad, a la debilidad y a la necesidad de protección. Esta concepción tradicional asignaba a los varones la autonomía, la capacidad de ejercer el poder, la valentía, la seriedad y el rigor. Sin embargo, no se trata de características o comportamientos naturales sino que son el resultado del adiestramiento en sociedad desde la infancia y el aprendizaje.
Así pues, por primera vez la pregunta “¿Qué es una mujer?” ha sido planteada y sitúa la duda filosófica sobre un concepto que parecía natural y constituido. La afirmación de que la feminidad, que se atribuye y se exige a las mujeres, es el resultado de la socialización diferenciada de niñas y niños. Además, afecta negativamente a las mujeres, situándolas en una posición de inferioridad y dependencia. Todas ellas advierten del carácter “artificial”, construido culturalmente, de lo femenino y denuncian la exclusión de las mujeres del ámbito de lo público y del poder. De esta forma, el proyecto de Beauvoir, que se suscitó a partir de una pregunta personal, se convirtió en un extenso estudio acerca de la condición femenina.
Estructura del ensayo
Este ensayo está estructurado en dos volúmenes, donde se desarrollan cada una de las fases del método regresivo-progresivo de su filosofía. La primera fase, analítica y regresiva; la segunda, sintética y progresiva. La primera perspectiva tiene como objetivo esclarecer cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. El punto de partida es la constatación de la falta de simetría entre feminidad y masculinidad. Lo masculino se ha identificado con lo humano y lo femenino se ha constituido como “carencia” de determinadas cualidades respecto a lo masculino. De este modo, Beauvoir se plantea por qué la mujer se determina y se diferencia respecto al hombre y no a la inversa, por qué el varón es tradicionalmente considerado el Sujeto y ella no. ¿Por qué no se plantearon en términos de reciprocidad?, ¿cómo es posible que haya triunfado un punto de vista que anula la mitad de la humanidad?, ¿De dónde viene a la mujer esta sumisión? Es una mirada regresiva porque trata de entender la opresión de las mujeres volviendo la vista al pasado para ver las circunstancias y que esta situación injusta se gestase.
Es una mirada analítica porque descompone el fenómeno universalmente extendido de la opresión de las mujeres en diferentes aspectos, para que se muestre en su complejidad. La fase regresiva se desarrolla en el primer volumen de El segundo sexo. Este volumen tiene tres partes: “Destino”, en el que considera críticamente tres discursos que consideran que ”ser mujer” constituye un destino, un modo de ser predeterminado por factores fisiológicos, psicológicos o económicos y que no deja espacio para el desarrollo de la libertad. En la segunda parte, “Historia”, efectúa una tarea “regresiva” que saca a la luz las causas que se encuentran en el origen de la situación de inferioridad de las mujeres retrocediendo hasta los tiempos primitivos. En la tercera parte, “Mitos”, se dedica al análisis del papel que han desempeñado los mitos, elaborados por varones, en un modo de organización social que oprime a las mujeres, el “patriarcado”.
Sin embargo, la investigación resulta incompleta si no se estudia el fenómeno de la opresión de las mujeres desde el punto de vista de las propias mujeres. Por ello, el segundo volumen de El segundo sexo, “La experiencia vivida”, adopta la perspectiva de la “interioridad”. Se desarrolla en él la segunda fase del método. Si antes las mujeres constituían un objeto de estudio, ahora aparecen como sujetos con vivencias concretas. Se muestra cómo han vivido las mujeres su situación, cómo la asumen como sujetos (aspecto sintético: el sujeto integra en su acción los elementos diferentes de la situación), superándola (aspecto progresivo). Es decir, cómo modifican mediante su acción los condicionamientos biológicos y culturales que constituyen cada situación. Al mismo tiempo, se pretende analizar las posibilidades que tienen de modificar su situación.
El segundo volumen
El segundo volumen consta de cuatro partes y la Conclusión. La primer parte, “Formación”, se centra en la diferenciada socialización que comporta nacer varón o hembra, en la cuestión del aprendizaje de la condición de mujer desde la infancia. La segunda parte, “Situación”, recorre facetas distintas de la experiencia de las mujeres: matrimonio, maternidad, vejez... En la tercera, “Justificaciones”, da cuenta de algunos mecanismos que emplean algunas mujeres para realizarse individualmente en la sociedad desigual y señala tres casos típicos: la narcisista, la enamorada y la mística. La última parte, “Hacia la liberación”, considera los cambios que se requieren para que se haga realidad la liberación de la mujer.
En resumen, el método regresivo-progresivo que Beauvoir aplica en El segundo sexo consta de dos fases complementarias que se desarrollan en los dos volúmenes que constituyen la obra. El esquema de la investigación es una situación humana que se investiga en primer lugar como “exterioridad”, como objeto de saber y, en segundo lugar como “interioridad”, en cuanto el sujeto asume los elementos diferentes que constituyen su situación y los trasciende. Es el método de investigación del Existencialismo.