El Segundo Reich y el Imperio Austrohúngaro: Poder, Reformas y Tensiones en la Europa del Siglo XIX

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El Segundo Reich Alemán: Estructura y Poder

El Imperio Alemán, conocido como el Segundo Reich, fue liderado por el Káiser Guillermo I. En teoría, se configuraba como un estado federal liberal, aunque con un marcado carácter autoritario en su gobierno. Según la Constitución de 1871, el Imperio era una monarquía constitucional con una estructura federal. El poder legislativo residía en un parlamento bicameral: una Cámara Alta, compuesta por representantes de cada estado, y una Cámara Baja, con diputados elegidos por sufragio universal. Es importante destacar que el Káiser no podía disolver el parlamento.

Alemania se consolidó como una monarquía constitucional de fuerte carácter autoritario, dominada principalmente por partidos políticos conservadores. A pesar de este dominio conservador, el Partido Socialdemócrata experimentó un notable crecimiento a partir de 1875, impulsado por el apoyo de la clase obrera.

La Era Bismarck: Política Social y Exterior

Política Social Intervencionista

Otto von Bismarck, figura central de la política alemana, implementó una política social intervencionista. Esto se materializó en las conocidas Leyes Sociales de Bismarck, iniciadas en 1883, que establecieron un pionero sistema de garantías sociales para los obreros, incluyendo:

  • Seguro de enfermedad (1883)
  • Seguro de accidente (1884)
  • Pensiones de jubilación (1885)

Política Exterior: La Realpolitik

En el ámbito de la política exterior, Bismarck desarrolló un sistema de política internacional conocido como Realpolitik. Su objetivo principal era asegurar la preponderancia de Alemania en Europa y, al mismo tiempo, aislar a Francia. Esto se logró a través de una compleja red de acuerdos, tratados y alianzas con diversas potencias europeas.

La Era de Guillermo II: La Weltpolitik

Con la ascensión de Guillermo II al trono en 1888, la política exterior alemana experimentó un giro significativo. El nuevo Káiser llevó a cabo una ambiciosa política expansionista conocida como Weltpolitik (Política Mundial). Su objetivo era transformar a Alemania en una potencia de primer orden mundial, lo que implicaba la construcción de un vasto imperio colonial. Esta agresiva postura llevó al Reino Unido a buscar apoyo en Francia, alterando el equilibrio de poder europeo.

A la larga, la Weltpolitik de Guillermo II provocó la ruptura del complejo sistema de alianzas establecido por Bismarck, sentando las bases para futuras tensiones. Un punto clave de esta política fue la decisión de Guillermo II de construir una flota naval superior a la británica. En respuesta, el Reino Unido no solo reforzó su propia flota, sino que también llevó a cabo intensas acciones diplomáticas para aislar a Alemania, contribuyendo a la polarización de Europa.

El Imperio Austrohúngaro: Tradición y Desafíos Internos

El Imperio Austrohúngaro, bajo el largo reinado de Francisco José I (1848-1916), se caracterizó por su conservadurismo y un uso a menudo absolutista del poder.

A diferencia de otras potencias europeas, el Imperio no experimentó plenamente la Revolución Industrial y tecnológica. Sin embargo, su cultura sí vivió un periodo dorado, destacando en ámbitos como la literatura, el arte y el pensamiento.

Su mayor problema interno fue la Revolución Húngara de 1848, que fue sofocada con la ayuda de Rusia. La persistencia de las tensiones llevó a que en 1867 fuera necesario introducir profundas reformas, dando lugar a la formación de la Monarquía Dual. Bajo este nuevo sistema, Austria y Hungría pasaron a tener parlamentos distintos, pero compartían el mismo monarca, ejército y las políticas económica y exterior. A pesar de esta dualidad, Austria mantuvo una posición de hegemonía dentro de la unión.

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