La Segunda República Española: de la proclamación a la Guerra Civil
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En un contexto de dificultad y, tras unas elecciones municipales, se declara la II República el 14 de abril de 1931. Se establece un Gobierno provisional que llevará a cabo una serie de reformas en el ámbito del Ejército, subordinándolo al poder civil; en el rural, para acabar con el injusto reparto de la tierra; en el educativo, con la creación de escuelas y la formación de profesores; en el eclesiástico, para separar la Iglesia y el Estado; en el tema de Cataluña y las autonomías…
En junio de 1931 se convocan unas elecciones generales, en las que triunfa la izquierda y el centro, que refrendaron dichas reformas y elaboraron una Constitución aprobada en diciembre de 1931.
Según esta, España era una república democrática, progresista, descentralizada y laica, estableciendo la separación entre la Iglesia y el Estado, las autonomías, el sufragio universal, la renuncia a la guerra…
Finalmente, a causa de los conflictos sociales, la crisis económica mundial y la impotencia del gobierno, dimite el presidente y paralelamente, la derecha se reorganiza: el Partido Radical, presidido por Lerroux; la CEDA, dirigida por Gil Robles; la Renovación Española, constituida por monárquicos; y la Falange Española, fundada por Primo de Rivera.
Elecciones de 1933 y la Revolución de Octubre
En noviembre de 1933, se convocan elecciones, en las que se da el triunfo de la derecha y el centro, frenando las reformas anteriores y amnistiando a los sublevados de la Sanjurjada, un golpe de estado fallido en contra de la reforma militar anterior.
En octubre de 1934, la abstención anarquista, la inclusión de tres cedistas en el gobierno, la política represiva del Gobierno, el malestar social y los totalitarismos europeos conllevaron a la convocatoria de una huelga general revolucionaria con desigual incidencia. En Cataluña y en Asturias tuvo gran éxito, pero fueron sometidos a una brutal represión, se cancelaron la Generalitat y el Estatuto, y 30.000 obreros asturianos fueron encarcelados.
A partir de esto, se dio la derechización del gobierno y, tras la dimisión del presidente, se volvieron a convocar elecciones generales en febrero de 1936.
El Frente Popular y la antesala de la Guerra Civil
La izquierda se coaligó en el Frente Popular, cuyo programa estamos comentando, que agrupaba a la izquierda republicana y a los partidos obreros, y que se extendió a Cataluña con el Front d’Esquerres. La derecha se reorganizó formando una gran coalición de la CEDA y el Bloque Nacional. Las elecciones fueron ganadas por el Frente Popular, evidenciando la polarización del país. Se retomaron las reformas implantadas por el Gobierno Provisional, continuadas por el Bienio reformista y frenadas por la derecha; salvo la nacionalización de la banca y el campo, y el control obrero, y, además, amnistiaron a los condenados de octubre de 1934, pero pronto retornó la inestabilidad social con las ocupaciones de tierras, los incendios de iglesias, la violencia, huelgas…
Además, el triunfo de la izquierda aceleró los preparativos de una conspiración militar derechista. El 12 de julio de 1936, el izquierdista teniente Castillo fue asesinado, y como consecuencia, también asesinaron al derechista José Calvo Sotelo. Finalmente, el 17 de julio en África y el 18 de julio en la Península se lleva a cabo un golpe de estado, derivando en la Guerra Civil Española.
Importancia
Este texto no solo refleja el inicio de la última fase de la república, sino el fondo del problema de España, dividida en tres grandes grupos: las derechas fascistas (la CEDA, la Falange…); los reformistas preocupados por la reforma política e ideológica, y los que demandan un cambio social profundo.
Además, nos hace ver la importancia que tuvo la formación del Frente Popular para alcanzar el triunfo electoral de las izquierdas en las elecciones de febrero de 1936, cuyo programa político, se caracterizaba por ser moderado y pretendía reanudar las reformas del primer bienio, dejando a un lado las demandas revolucionarias.
Sin embargo, fue muy corto en el tiempo debido a que la conspiración militar ya estaba en marcha y, el 17 de julio en África y el 18 en la península se alzaron los nacionales, iniciándose la guerra civil que supuso el fin de la II República y dio paso a la dictadura del general Francisco Franco.