La Segunda Guerra Mundial: El punto de inflexión y la escalada de agresiones

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El punto de inflexión: la batalla de Stalingrado

El punto de inflexión fue la batalla de Stalingrado, que se desarrolló entre el verano de 1942 y el invierno de 1943 a orillas del Volga. La suerte de esta ciudad, que llevaba el nombre de su rival, se convirtió en una obsesión para Hitler. En febrero de 1943, en medio de un durísimo invierno, el ejército alemán se vio obligado a capitular frente a los soviéticos.

La rápida evacuación del Cáucaso por los alemanes impidió una derrota mayor, pero su última ofensiva en Rusia, en el verano de 1943, supuso la victoria soviética en la batalla del Kursk. Desde entonces, los alemanes adoptaron una actitud defensiva, que no evitó su retirada. Empezaba el avance soviético hacia las fronteras del Reich.

La invasión de la Unión Soviética

La decisión de Hitler en junio de 1941 de invadir la Unión Soviética a pesar del pacto de no agresión fue un grave error táctico. Convencido de la inminencia de la rendición británica, Hitler creyó que la URSS se derrumbaría al primer asalto. Esperaba así hacerse con las reservas de cereales de Ucrania y los pozos de petróleo del mar Caspio.

Los soviéticos retrocedieron, mientras los alemanes avanzaban hasta las inmediaciones de Moscú y cercaban Leningrado; pero el Tercer Reich había extendido los frentes más allá de sus capacidades logísticas. Al igual que ocurriera durante la invasión napoleónica, la meteorología se alió con los rusos. La brutalidad de la ocupación alemana, que consideraba a los eslavos “infrahombres”, impidió a los nazis aprovechar el descontento de muchos soviéticos contra la dictadura estalinista. La violencia nazi fue especialmente cruel por parte de las tropas de las SS, el cuerpo de élite militarizado del partido.

El frente africano

La entrada de Italia en la guerra en la primavera de 1940 abrió un frente africano. Los británicos no tuvieron dificultades para apoderarse de Abisinia, que había sido conquistada por Mussolini en 1935.

Pero el mayor problema se produjo cuando el Afrikakorps, una fuerza militar alemana al mando del prestigioso militar Erwin Rommel, acudió en auxilio de los italianos en Libia. Las tropas del Eje penetraron en Egipto y pusieron en peligro el canal de Suez, la ruta británica hacia la India, y estuvieron a punto de alcanzar los pozos de petróleo de Oriente Próximo, uno de sus objetivos estratégicos prioritarios. La suerte de Egipto, y quizá del Imperio, se libró en la batalla de El Alamein, que acabó con la victoria británica.

La escalada de agresiones

La década de los treinta estuvo marcada por una escalada de agresividad de las potencias fascistas, unidas en un pacto Antikomintern, firmado en 1936 por Alemania y Japón, cuyo presunto objetivo era aislar a la URSS y al comunismo, pero que en realidad perseguía aumentar el “espacio vital” de Japón, Italia y Alemania. El mayor fracaso de la Sociedad de Naciones radicó en su incapacidad para coordinar la acción en defensa de los agredidos.

Japón

Japón comenzó su expansión en 1931 invadiendo Manchuria, donde instaló al año siguiente el estado satélite de Manchukuo. Se podría considerar la invasión japonesa de China en 1937 el origen de la Segunda Guerra Mundial.

El Tercer Reich

había extendido los frentes más allá de sus capacidades logísticas.Al igual que ocurriera durante la invasión napoleónica, la meteorología se alió con los rusos. La brutalidad de la ocupación alemana, que consideraba a los eslavos “infrahombres”, impidió a los nazis aprovechar el descontento de muchos soviéticos contra la dictadura estalinista. La violencia nazi fue especialmente cruel por parte de las tropas de las SS, el cuerpo de élite militarizado del partido. La entrada de Italia en la guerra en la primavera de 1940 abrió un frente africano. Losbritánicosno tuvieron dificultades para apoderarse deAbisinia, que había sido conquistada por Mussolini en 1935.

Pero el mayor problema se produjo cuando el Afrikakorps, una fuerza militar alemana al mando del prestigioso militar Erwin Rommel, acudió en auxilio de los italianos en Libia. Las tropas del Eje penetraron en Egipto y pusieron en peligro el canal de Suez, la ruta británica hacia la India, y estuvieron a punto de alcanzar los pozos de petróleo de Oriente Próximo, uno de sus objetivos estratégicos prioritarios. La suerte de Egipto, y quizá del Imperio, se libró en la batalla de El Alamein, que acabó con la victoria británica.

La década de los treinta estuvo marcada por una escalada de agresividad de las potencias fascistas, unidas en un pacto Antikomintern, firmado en 1936 por Alemania y Japón, cuyo presunto objetivo era aislar a la URSS y al comunismo, pero que en realidad perseguía aumentar el “espacio vital” de Japón, Italia y Alemania. El mayor fracaso de la Sociedad de Naciones radicó en su incapacidad para coordinar la acción en defensa de los agredidos.

Japón comenzó su expansión en 1931 invadiendo Manchuria, donde instaló al año siguiente el estado satélite de Manchukuo. Se podría considerar la invasión japonesa de China en 1937 el origen de la Segunda Guerra Mundial. En 1935, el Tercer Reich restableció el servicio militar obligatorio, prohibido por el Tratado de Versalles. En 1936 enterró el espíritu de Locarno con laremilitarización de Renania.A partir de 1938,se anexionó Austria y la región de losSudetes, en Checoslovaquia. En 1939 ocupó la ciudad báltica deMemel y reclamó el corredor deDánzig, en Polonia.

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