Santo tomas se opone al averroismo que defiende la doble verdad y la mentira

 RAZÓN Y FE

Sto. Tomás se opone al averroísmo, que defiende la doble verdad, y al agustinismo, que tiende a borrar las fronteras entre razón y fe. Es cierto que la verdad es una, pero no es menos cierto que la razón tiene su propio ámbito de aplicación, autónomo, al igual que ocurre con la fe. Y cada una en su dominio es soberana. Establece, pues, una distinción clara entre razón y fe, entre filosofía (dominio de la razón) y teología (dominio de la fe) tanto en virtud de su método, como por su objeto de estudio y su ámbito de aplicación. Pero, aunque diferentes, hay una zona de intersección entre ambas, pueden colaborar mutuamente y coincidir en muchos aspectos. En última instancia tanto la razón como la fe tienen su origen en Dios, por lo que no debería existir contradicción entre ellas. En caso de divergencia debe prevalecer la fe, que procede directamente de Dios; lo que implica una cierta subordinación de la razón a la fe.

Razón y fe constituyen ámbitos diferentes e independientes. La razón se mueve en el orden natural, recurriendo a sus propias fuerzas para llegar a la verdad; la fe opera en el terreno de lo sobrenatural y se ocupa de las verdades reveladas por Dios. Difieren en el objeto de estudio: la razón parte de las realidades sensibles y de lo que nos muestran los sentidos; la fe, desde la aceptación de la revelación divina, que resulta inaccesible a nuestros sentidos. Varía también el criterio de certeza: para la razón es la evidencia, para la fe la autoridad de Dios o de sus representantes.

Razón y fe pueden colaborar de varias formas:

La fe colabora con la razón:

- Aporta verdades que la razón podría alcanzar por sí misma, pero sólo tras largos estudios y para personas de gran inteligencia. A través de la fe resultan accesibles para todos.

- Funciona como norma negativa: señalando y aclarando errores en los que pueda incurrir la razón. Si llega a conclusiones opuestas a la revelación debe rechazarlas como erróneas.

- Establece los límites a los que puede llegar la razón. Los dogmas incomprensibles para el hombre demuestran que la razón tiene unos límites que no puede superar.

La razón colabora con la fe:

       - Demuestra los preambula fidei, los presupuestos necesarios para la fe; p. ej., la existencia de Dios. De nada sirve afirmar que hay una revelación si no se admite que existe Dios.

        - Argumenta en defensa de la fe: aclarando los misterios y refutando objeciones.

     - Demuestra la posibilidad de verdades que no resultan racionalmente explicables para el hombre. Más que proposiciones irracionales son verdades suprarracionales.

1. METAFÍSICA TOMISTA

Sigue en líneas generales el pensamiento de Aristóteles. El concepto de ser es el más universal, pues se puede atribuir a todas las cosas de cualquier manera que sean. Se trata de un concepto análogo, ya que el ser se dice de muchas maneras; hay muchas maneras de ser. Se pueden establecer varias determinaciones del ser, la mayoría de las cuales coinciden con las fijadas por Aristóteles. Estas distinciones del ser le sirven al filósofo dominico para llegar a una explicación sistemática y ordenada de la estructura de la realidad, especialmente para subrayar la radical diferencia entre Dios y el resto de los seres.

• Distinción entre potencia y acto: los seres naturales están constituidos por potencia y acto, lo que explica sus cambios y transformaciones. Un ser que fuera acto puro sería eternamente idéntico a sí mismo, es decir, inmutable. Este sería el caso de Dios.
• Distinción entre materia y forma (principio indeterminado y determinante): es característica de los seres corpóreos. Entre los seres creados hay algunos que son incorpóreos, crecen de materia; es el caso de los ángeles, que son pura forma. Los seres corpóreos están constituidos de materia y forma, y es la materia el principio de individuación, lo que permite diferenciar a un individuo particular del resto de los individuos de la misma clase o especie.
• Distinción entre sustancia (lo que es en sí) y accidentes (lo que es en otro): los seres del mundo se constituyen como sustancias cuando la esencia se combina con la existencia. Aquí se plantea una nueva distinción de gran importancia para el tomismo.
• Distinción entre esencia y existencia: es la aportación más destacada de Tomás de Aquino, aunque tiene algún precedente en los pensadores árabes como Alfarabi y Avicena. Esta distinción es fruto de una profunda reflexión sobre el concepto de creación, que establece una radical separación entre Dios y las criaturas. Dios tiene en sí mismo la razón suficiente de su existencia, mientras que el resto de los seres no; por lo tanto, es menester plantearse el porqué de la existencia de las cosas.

        Es preciso distinguir entre lo que las cosas son -esencia- y el hecho de que existan o no -existencia-. La esencia es lo que define al ser, sus características distintivas (p. ej., definimos al hombre como “animal racional”). La existencia se refiere al hecho de existir, a la presencia real y efectiva de un ser en un momento dado. En principio la esencia no implica la existencia. El hecho de poseer una esencia no significa que algo exista realmente.

        Sin embargo hay un ser cuya existencia sí forma parte de su esencia: Dios. La esencia de Dios implica su existencia; se trata de un ser necesario, en el cual se identifican el ser y el existir. Los demás seres son contingentes: existen pero podrían no existir. Ahora bien, si la esencia de las criaturas no explica su existencia, tendrán que recibir esa existencia de algo ajeno a ellas. Tienen la existencia por participación, porque alguien se la comunica: Dios. Es Dios la causa de la existencia de los seres creados; los crea al poner la esencia con la existencia: los “compone”.

      La relación entre esencia y existencia permite a santo Tomás expresar la diferencia fundamental entre Dios y sus criaturas; mostrar el carácter contingente de las cosas del mundo, que tienen existencia después de no haberla tenido y pueden perderla posteriormente, y poner de manifiesta que Dios es el creador de todo lo existente.