San Agustín y Santo Tomás: Filosofía Cristiana Medieval y su Influencia
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San Agustín (354-430): Filosofía y Fe en la Antigüedad Tardía
San Agustín (354-430), africano de la provincia imperial de Numidia, hijo de madre cristiana y padre pagano, inicialmente no tuvo un conocimiento religioso cristiano. Su educación, en un marco tradicional pagano, lo llevó en 373 a la lectura de la obra de Cicerón, que lo convirtió a la filosofía, que se ofrecía como sabiduría integral. Su paso por el maniqueísmo (una concepción de la realidad que interpreta el universo como el resultado de la lucha de dos fuerzas antagónicas: bien y mal) se debió a que las escrituras cristianas le parecían rudas y primitivas. En 373, al contactar con los maniqueos, creía poder encontrar en ellos una explicación más satisfactoria del origen del mal.
En el contexto histórico, el siglo III se caracterizó por la primera defensa de la nueva religión por los apologetas cristianos y la aparición de sectas gnósticas. En el siglo IV, múltiples discusiones llevaron a la conclusión de que la verdad es lo que dice Cristo, pero además puede ser comprendida racionalmente, con el único objeto de reformar la fe en la verdad encarnada en Cristo. San Agustín formuló dos dogmas: el trinitario y el cristológico. El Edicto de Milán, promulgado por Constantino, puso fin a la persecución de la religión cristiana, y el emperador Teodosio decretó penas civiles contra los herejes, venciendo el cristianismo y empezando una nueva época para el pensamiento.
Para San Agustín, la filosofía no puede ser sino cristiana; esta es la aspiración a la sabiduría, y esta no es sino Dios. La filosofía pasa a identificarse con la religión cristiana. San Agustín dice: "Cree para entender", pero para el entendimiento racional de la fe, se cree y se entiende para creer. San Agustín tiene una concepción platónica del alma y su relación con el cuerpo, pero no acepta la reminiscencia platónica, aunque da por cierto que son verdades innatas. Dios es el ser sin más, es inmutable y eternamente idéntico. La libre creación divina es instantánea y total, pero la creación visible no es eterna, sino creada en el tiempo. Toda creación por Dios es buena; el mal no proviene de Dios, este no es, sino privación del ser, no ser, y en propiedad no existe. Dios no es responsable del mal físico o natural; el mal moral es el causado por el hombre en su comportamiento injusto y depravado con sus semejantes, y es falta de Adán. Dios creó al hombre con libertad de elección humana, por tanto, no es responsable del mal moral.
Influencia del Pensamiento Agustiniano
El pensamiento de San Agustín tuvo una enorme influencia en la historia, como la del cristianismo. La concepción lineal y progresiva del tiempo y de la historia como un proceso dirigido a un fin y una meta marcará el destino de Occidente. Tendrá influencia en Lutero. Presenta influencia de Plotino, que le demostró la existencia de una entidad inteligible incorpórea y de la bondad del mundo; esta era la premisa para una explicación del mal que refutara el maniqueísmo. También influyó el neoplatonismo, con el que coincidió en la visión de Dios como inteligencia que contiene las ideas ejemplares o arquetipos del mundo visible.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274): Razón y Fe en la Escolástica
Santo Tomás de Aquino (1225) nació en el castillo de Roccasecca, hijo del conde de Aquino. Ingresó en la orden de los dominicos en el convento de Nápoles, estudió en el convento de Nápoles e ingresó en la facultad de teología de París, donde se convirtió en discípulo de Alberto Magno. Hizo una serie de viajes y murió en uno de ellos cuando fue convocado por el Papa.
Contexto Histórico: Las Universidades y la Escolástica
La universidad nace con el fin de regular la enseñanza, controlar la calidad de la enseñanza y otorgar títulos reconocidos. Este es el lugar de producción de saber, de investigación y de discusión. Pudo cumplir su función al ser una estructura corporativa libre frente al poder político y eclesiástico. Contaba con cuatro facultades: artes, teología, derecho y medicina. La escolástica es la filosofía medieval impartida en las primeras universidades europeas, que explica las ideas de Aristóteles tal y como aparecen expuestas en la Suma Teológica de Santo Tomás. Se pasó de la *lectio* a la *disputatio* (discusión en torno a un argumento o problema, *quaestio*). La *quaestio* configurando su forma habitual del discurso escolástico. Las Sumas Teológicas de Tomás asumieron esta forma de exposición. La formación del *artis* o filósofo duraba 10 años, y el grado de *magister* en teología se obtenía al cabo de 15 años.
Para los filósofos medievales, Aristóteles fue el filósofo por antonomasia, y el corpus aristotélico sustituyó rápidamente a Platón. Aristóteles llegaba a Occidente en conjunto con la ciencia árabe y dentro de una interpretación neoplatónica fortalecida por Avicena. Así, este primer aristotelismo expresa doctrinas de ascenso neoplatónico, generación eterna del mundo, creación necesaria por parte de Dios e intelecto único. La penetración de Averroes con sus comentarios a la obra de Aristóteles tenía el objeto de liberarla de las erróneas interpretaciones neoplatónicas, especialmente presentes en el avicenismo. La concepción de religión, teología y filosofía como tres niveles jerarquizados hacía que solo el filósofo fuera propiamente hombre; el filósofo se unía a las inteligencias separadas e incluso a la causa primera. Por otra parte, el conocimiento filosófico debía permanecer recluido.
La Distinción entre Filosofía y Teología
Para Tomás, existe distinción entre filosofía y teología, entre razón y fe. Hay verdades que son reveladas y solo pueden accederse mediante la fe, y otras son naturales y se pueden comprender con la razón. Los artículos de fe son inaccesibles a la razón, y por eso la teología los estudia. La razón investiga causas naturales y parte de axiomas. Tomás invalida la teoría de la doble verdad, que son inadmisibles en la escolástica. La demostración de San Anselmo no es válida porque parte de la esencia de Dios, y para que sea evidente para nosotros, debemos conocer la esencia en sí del sujeto. Para que una demostración sea válida, tiene que ser *a posteriori*.