San Agustín de Hipona: Vida, Obra y Legado en la Iglesia Primitiva
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San Agustín de Hipona: Vida y Conversión
Primeros Años y Formación
San Agustín nació en Tagaste (actual Souk Ahras, Argelia) en el año 354. Hijo de Patricio, un pagano, y Mónica, una devota cristiana. Heredó de su padre un carácter apasionado y de su madre, la sensibilidad y la inteligencia. Dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia, estudió gramática y retórica en Madaura y Cartago. En su búsqueda de la verdad, pasó por varias escuelas de filosofía, pero no encontró respuestas satisfactorias. Cuestionó problemas del cristianismo como el problema del mal, la libertad y la calidad literaria de la Biblia, sin abandonar la tradición cristiana de su madre.
Juventud y Conversión
Vivió con una mujer con la que tuvo a su hijo Adeodato (que significa "dado por Dios" en latín). Terminó separándose de ella. Agustín habla de su juventud con amargura y se avergüenza de su comportamiento. A los 32 años, comenzó una nueva etapa: el encuentro con el obispo Ambrosio en Milán le hizo revisar sus convicciones. Empezó a asistir como catecúmeno a las celebraciones de Ambrosio y quedó admirado de su predicación y de su paternal sabiduría. En el año 387, a la edad de 33 años, recibió el bautismo junto a su hijo. Poco después, a los 15 años, su hijo murió.
Sacerdocio y Episcopado
Regresó a África con su madre, pero ella murió en el camino. Cuando llegó a Tagaste, vendió todas sus posesiones y repartió el dinero entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una propiedad para llevar una vida monacal. La fama de Agustín se extendió rápidamente. En el año 391, viajó a Hipona, donde fue ordenado sacerdote y fundó un monasterio en el que vivió con amigos. En el año 396, fue consagrado obispo de Hipona. Se dedicó a la acción pastoral, ejerciendo como obispo durante 34 años.
Obra Literaria y Contexto Histórico
Escritos Principales
Vivió en una época de agitación política y teológica. Los bárbaros acosaban a Roma, llegando a saquearla en el año 410, y el cisma y la herejía amenazaban a la Iglesia. Hacia el año 398, escribió *Las Confesiones*. Dos años después, *La Trinidad*, y en el año 413, comenzó *La Ciudad de Dios*.
Últimos Años
Sus últimos años fueron difíciles. El Imperio Romano de Occidente estaba en decadencia y los vándalos invadieron el norte de África. Agustín murió en el año 430. Fue un incansable buscador de la felicidad y la verdad, y en esta búsqueda encontró a Jesucristo.
Problemas de las Herejías en la Iglesia Primitiva
Las herejías eran interpretaciones erróneas de la doctrina cristiana que cuestionaban algunos aspectos de la figura y la personalidad de Cristo. Estas interpretaciones enfrentaron a la propia comunidad cristiana. Para solucionar estos conflictos, se apelaba a la autoridad reconocida de algunos obispos o se reunían en concilios.
La Nueva Situación de la Iglesia
Protegido por los emperadores con ayudas económicas y legales, el cristianismo se hizo muy presente en las estructuras de la sociedad:
- El calendario se hizo cristiano: el domingo se convirtió en el día de descanso y se celebraban fiestas importantes.
- Se modificaron leyes contrarias a la moral cristiana: se prohibieron las luchas de gladiadores y el infanticidio, se suprimió la pena de muerte por crucifixión, se liberalizó la condición de esclavo y se favoreció la vida familiar.
Esta situación de privilegio comportó nuevos problemas para la Iglesia. El poder civil y político la protegía, elevándola a rango de religión oficial, y eso provocó el gran peligro de la contaminación de ese poder político y la falta de libertad.
La Edad de Oro de los Padres de la Iglesia
Figuras Destacadas en Oriente
- San Atanasio de Alejandría
- San Basilio de Cesarea
- San Juan Crisóstomo en Antioquía
Figuras Destacadas en Occidente
- San Jerónimo, estudioso de la Biblia
- San Ambrosio de Milán
- San Agustín de Hipona
Estructura Jerárquica de la Iglesia
El Primado de Pedro
Entre todos los apóstoles, el Señor hizo de Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella y lo instituyó pastor de todo el rebaño. Comparte con los apóstoles el poder de atar y desatar, es decir, tomar decisiones necesarias para el bien de la Iglesia. La expresión "Primado de Pedro" significa precisamente que Pedro es el primero de los apóstoles.
El Papa y los Obispos
El Papa es el responsable máximo de la Iglesia y preside el colegio de los obispos. Sus funciones principales son:
- Mantener la unidad de todos los cristianos del mundo.
- Animar y sostener a los obispos en su tarea.
Los sucesores de los apóstoles, los obispos, asumen las responsabilidades de:
- Enseñar y transmitir el mensaje del Evangelio.
- Presidir las celebraciones litúrgicas, en especial la Eucaristía.
- Encargarse del gobierno de la comunidad, atendiendo a sus problemas.
Sacerdotes y Diáconos
El sacerdote actúa en nombre de su obispo y desarrolla en el ámbito de la comunidad cristiana las mismas funciones que el obispo representa en toda la diócesis. Los diáconos ayudan a los sacerdotes en su labor.