San Agustín, el alma y la introspección
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2. Principales obras.-
Autobiográficas: “De la vida feliz”, “Las confesiones”.-Filosóficas: “La inmortalidad del alma”, “El libre albedrío”.-Apologéticas: “La utilidad de la fe”, “La ciuºdad de Dios”.-Dogmáticas: “Ochenta y tres cuestiones diversas”, “La Trinidad”.-Pastorales: “La mentira”, “La continencia”.-Exegéticas: “Comentario literal al Génesis”, “La doctrina cristiana”.-Polémicas: “Contra los judíos”, “Contra Juliano”.
3.Lineas principales
1. Razón y fe
Para San Agustín, razón y fe colaboran conjuntamente en el esclarecimiento de la única verdad posible por el hombre:
El cristianismo.-Intellige ut credas. Significa que es imprescindible comprender racionalmente para alcanzar una fe sólida y autentica. La verdadera fe del cristianismo no debe limitarse a la fe ciega del ignorante.-Crede ut intelligas. Significa que es preciso creer previamente para después entender adecuadamente; es indispensable tener fe para que la razón encuentre la verdad.
La fe cristiana es compatible con el conocimiento racional; tiene que apoyarse en la filosofía ya que la sabiduría es la aspiración más alta de la condición humana. Las reflexiones filosóficas estarán de acuerdo con los contenidos doctrinales de la fe. San Agustín se propondrá en su obra alcanzar la inteligencia de lo que las Sagradas Escrituras realmente nos enseñan. Esta doble dirección desde la fe a la razón y de la razón a la fe, explica la unidad sin fisuras de ambas. Esto supone dos ideas complementarias:-La aceptación de la fe cristiana es el camino recto para desvelar y comprender el cristianismo.-La comprensión racional de la doctrina cristiana es la forma más elevada y autentica de la fe.
2. El hombre y el alma
Las más nobles criaturas creadas por Dios son los ángeles. A continuación, el hombre, que no es muy inferior en perfección a los ángeles, pero mientras el ángel es espíritu puro, el hombre es cuerpo y alma. San Agustín adapta la versión platónica del hombre y dice que el alma es espiritual, simple e inmortal que va unida al cuerpo mortal del cual es principio vital; no cree que el alma esté unida al cuerpo de forma antinatural y como un castigo. Piensa que Dios no crea el mal, sino que el cuerpo es un obstáculo para la salvación a consecuencia del pecado original. La salvación del alma consistirá en apartarse de los efectos moralmente perniciosos del pecado original sobre el cuerpo. El hombre es semejante a Dios por el alma, que lleva a cabo sus funciones mediante:-
La memoria
Permite que la vida interior se nos haga presente y con el tiempo vaya configurando nuestra personalidad. -
El entendimiento
Nos permite conocer la verdad; hay razón inferior (ciencia) y la razón superior (Sabiduría).-
La voluntad
Impulsa al alma hacia el amor como valor supremo del hombre y superior al conocimiento racional.
San Agustín verá en la unidad del alma y en la división del de sus facultades el reflejo místico de la Trinidad divina en el hombre: la memoria al Padre; la inteligencia al Hijo y la voluntad al Espíritu Santo. El problema del origen del alma negó la teoría platónica por ser contraria al dogma cristiano y dudó sobre el problema entre 2 teorías:-
El traducianismo
El alma engendrada por los padres al igual que el cuerpo y pasa de los hombres a los hijos. Explica la situación del como un ser caído a causa del pecado original. Esta teoría tiene que superar una objeción: si el alma es indivisible y simple, ¿Cómo puede transmitirse de padres a hijos? Es imposible que los padres transmitan a sus hijos una parte de su alma puesto que por naturaleza es simple. -
El creacionismo
El ama es engendrada por Dios en el acto mismo que es engendrado un nuevo ser humano. San Agustín veía una dificultad teológica derivada del pecado original, ya que comporta que Dios crea almas en pecado.
El destino final del alma es el encuentro con Dios tras la muerte del cuerpo. El alma no puede salvarse por sus propios méritos; San Agustín hace intervenir el concepto de gracia como un don vivificador que Dios otorga a cambio de la fe, mediante ésta, el alma es impulsada a la uníón definitiva con Dios. El alma tiene un papel decisivo; nos acerca de un modo intenso a su constitución: la interioridad o autoconocimiento interior, es decir, la capacidad del ser humano de entrar en sí mismo.
3. El problema del conocimiento
. El logro del conocimiento pleno y absoluto consiste en una dialéctica ascendente que consta de varias etapas:-
Refutación el escepticismo
El alma supera la duda sobre la posibilidad de conocer la verdad y encuentra a través de sus principios y convicciones la garantía de su propia certeza.-
Conocimiento sensible
Los objetos percibidos por el mundo externo no son un conocimiento fiable debido a su inestabilidad. Los sentidos corporales son imperfectos y engañosos. -
Conocimiento racional inferior
Se refiere a las cosas del mundo y aspira a verdades generales o universales.-
Conocimiento racional superior
Es el conocimiento inteligible, fuente de toda sabiduría. Trata sobre las verdades absolutas a las que puede aspirar el hombre; pueden ser lógicas, éticas, estéticas, antropológicas y teológicas.
Estos conocimientos absolutos no pueden ser sacados por el hombre de las sensaciones ya que es un ser mutable e imperfecto. La única posibilidad de llegar a tales conocimientos es la intervención de Dios en el alma; la verdad absoluta procede solo de Dios. San Agustín sitúa las ideas absolutas y las esencias inmutables en la mente de Dios, ya que no pueden tener su origen en el alma humana.
Teoría de la iluminación
Es el método que permite al alma conocer las ideas absolutas. El conocimiento sensible es una visión corporal y el conocimiento racional es una visión intelectual. En la búsqueda interior del alma, el hombre descubre las verdades absolutas que nos permiten comprender el mundo sensible; estas verdades proceden de Dios, quien las ha puesto en el alma y nos permite contemplarlas por una divina iluminación de la razón superior de nuestro entendimiento.El conocimiento intelectual de las verdades eternas exige la iluminación del alma por Dios para alcanzar unos conocimientos que sobrepasan las facultades del hombre. La presencia de verdades absolutas en el alma se explica como un autotrascendimiento del alma por participación de Dios en el ascenso del hombre al conocimiento de la verdad. La teoría de la iluminación está inspirada en: la idea de bien platónica como el sol que ilumina el mundo inteligible o la claridad que irradia lo Uno sobre el mundo material (Plotino). Ambas teorías eran compatibles con el dogma cristiano que identifica a Cristo con la luz que ilumina al hombre en el mundo.
4. Dios, la creación, el tiempo
Concibe a Dios como la verdad y como el fundamento de toda realidad; Dios es la absoluta plenitud epistemológica y ontológica. La razón puede demostrar la existencia de Dios mediante: -
Argumento histórico
Todos los pueblos han creído en la existencia de un Ser Supremo.-
Argumento psicológico
Dios descubre con absoluta evidencia a Dios en su alma.-
Argumento cosmológico
El orden interno del universo es la prueba palpable de la existencia de su creador.-
Argumento epistemológico
Solo es posible explicar las ideas permanentes y eternas en mi alma, ser finito y contingente, si las ha puesto allí un ser infinito que permite conocerlas mediante la iluminación de mi inteligencia.
Dios es el único ser ontológicamente pleno ya que puede existir por sí mismo, y los demás reciben la existencia de Él; es el creador de todo a partir de la nada. Es el logos, la razón de todo lo creado ya que están presentes en su mente desde la eternidad las ideas que utiliza como modelos perfectos para crear los seres del Universo. Es ajeno a la idea del tiempo; el tiempo no forma parte de la naturaleza divina, sino que lo creo con el resto de los seres. El futuro de lo creado ha sido previsto y puede ser conocido por la razón divina en forma de razones seminales; éstas son puestas por Dios en la creación y se van desarrollando. Son las semillas de todas las cosas futuras y se realizan mediante la actividad incesante de los seres creados. La consecuencia antropológica es el tema trágico de la divina predestinación, ya que el hombre nace para ser salvado o condenado por un decreto de Dios.
5. La felicidad, la libertad y el mal
El fin último de la vida es la consecución de la felicidad; no es asequible en la existencia terrena, porque solo se alcanza en la otra vida con la posesión del Sumo Bien. Tal posesión se realiza mediante la “visión beatífica” de Dios que solo alcanzan los bienaventurados. El camino de la felicidad coincide con el de la salvación; consiste en la práctica de la virtud, que Agustín identifica con la rebelión del cuerpo contra el alma de la cual proceden la concupiscencia y la ignorancia. La virtud reside en la primacía del alma sobre el cuerpo y constituye el único camino de perfección que nos acerca a Dios; manifiesta un doble sentido: -Como amor a Dios sin limitaciones, en el cual se inspira y del cual surge el amor constante y desinteresado a nuestros semejantes.-Como conocimiento de la razón por trascender lo sensible y acercarse a lo inteligible en un itinerario espiritual que va de la percepción a la ciencia y de ésta a la filosofía.
No es posible alcanzar la virtud ética en su doble significado sin la ayuda sobrenatural de la gracia divina que Dios otorga gratuitamente a cambio de una fe auténtica. La idea cristiana es ajena al pensamiento griego por:-La cultura griega no es individualista, no tiene sentido el concepto de la libertad personal. La auténtica realización personal es realizarse en el marco colectivo, social y cultural de la polis.-En el pensamiento griego la ética es intelectualista, que identifica el mal moral con la ignorancia de la virtud y sus consecuencias. Optar por una conducta rechazable no es la elección libre del mal que hace la voluntad, sino el error que la razón comete por desconocimiento de la acción.
Para Agustín, el ser humano es ante todo persona, ser individual que se siente libre para aceptar o no aceptar la fe cristiana. La dramática libertad moral se mueve entre dos polos contrarios:-La degradación de la condición humana que lo inclina a la concupiscencia y a la ignorancia.-El impulso regenerador de la gracia divina que lo dirige hacia el bien y la verdad. Si se acepta la existencia del mal, es preciso aceptar que Dios ha creado el mal. Negar la realidad del mal es la solución que opta Agustín; sigue la doctrina de Plotino, por lo que el mal es la ausencia del bien, un no ser. Ab. El malo existe como entidad positiva, dado que es carencia de ser, no podemos hacer responsable a Dios de su existencia ya que Dios es del ser y no ha creado el no ser.