Salud Laboral: Identificación y Prevención de Riesgos en el Trabajo

El Trabajo y la Salud: Factores de Riesgo Laborales

Los factores de riesgo laboral y las medidas preventivas que actúan frente a ellos.

Los factores de riesgo laboral son las condiciones que existen en el trabajo que, si no son eliminadas, tendrán como consecuencia daños para la salud de las personas trabajadoras.

Gestión de Riesgos Laborales

¿Qué hacemos con los riesgos que no puedan ser eliminados?

El primer paso es evitar los riesgos en el trabajo. La forma más eficiente de hacerlo es eliminarlos. Pero no todos se pueden eliminar, por lo que es necesario "evaluar los riesgos que no se pueden evitar" y establecer medidas preventivas para eliminar o minimizar su impacto sobre la salud.

A este proceso se le conoce como gestión del riesgo, y necesita clasificar los factores de riesgo en función de las condiciones de las que se derivan:

Factores de Riesgo Derivados de las Condiciones de Seguridad

¿Cuáles son?

Lugares de trabajo: son los espacios a los que se debe acceder o en los que se permanece por trabajo.

Pueden presentar riesgo por falta de orden y limpieza, presencia de aberturas, huecos, desniveles, zanjas, uso de escaleras o plataformas.

Equipos de trabajo: son cualquier maquinaria, herramienta, instalación, etc., necesaria para el desempeño del trabajo.

Pueden presentar riesgo por mal estado, falta de mantenimiento o de idoneidad del equipo para la tarea que se va a desempeñar, ausencia de protecciones o falta de formación en el uso del equipo.

Riesgo eléctrico: es la posibilidad de que la corriente eléctrica circule por el cuerpo humano.

Puede generar riesgos por contacto directo (con la parte sometida a tensión, como un enchufe o un cable) o indirecto (por acceso a elementos que accidentalmente tienen tensión, como el agarre de una herramienta eléctrica).

Incendio o explosión: se trata de la posibilidad de que se produzca un fuego en el lugar de trabajo. Para que se produzca el fuego deben entrar en contacto 3 elementos: un material combustible, un comburente (normalmente oxígeno) y una fuente de calor o energía de activación.

En caso de incendio, este se presenta cuando se combinan los 3 elementos anteriores y además se produce una reacción en cadena provocada por la autoinflamación de los gases desprendidos por el combustible, que a su vez generan aumento de calor. Al calentarse, se vuelven a inflamar, repitiéndose el proceso sucesivamente. Si además hay un rápido aumento de la presión, puede producirse una explosión.