Del Rubicón a Actium: La Caída de la República Romana y el Segundo Triunvirato

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El Conflicto entre César y el Senado: El Cruce del Rubicón

El miedo a un César victorioso y con un ejército potente provocó la unión de Pompeyo y los Optimates, que controlaban el Senado. La intención del Senado era que César finalizase su mandato para enjuiciarle y acabar con su carrera (y probablemente con su vida).

Pero César se negaba a licenciar a sus tropas. A comienzos del 49 a.C., el Senado declaró a César enemigo público, autorizando su eliminación física. Como respuesta, César cruzó el río Rubicón (límite que marcaba el pomerium y, por tanto, la prohibición de entrar en Italia armado —la ampliación del pomerium se realizó, curiosamente, en época silana—), invadiendo Italia con su ejército. Este acto suponía la declaración de una nueva guerra civil y marcaba el inicio del fin de la República Romana.

El Segundo Triunvirato y la Lucha por el Poder

La muerte de César produjo confusión y una lucha desaforada por el poder. Los personajes más importantes entre los antiguos aliados de César eran Marco Antonio y Marco Emilio Lépido.

Poco después del asesinato, se presentó un factor inesperado con el regreso a Roma de Cayo Octavio, a quien César había adoptado y nombrado heredero. Era nieto de la hermana de Julio César y contaba con apenas 19 años.

Formación y Proscripciones

Al comienzo, Octavio se vio obligado a aliarse con los Optimates y luchar junto a ellos contra Marco Antonio. Sin embargo, pronto los líderes cesaristas unieron sus fuerzas contra el Senado y los asesinos de César. Marco Antonio, Octavio y Lépido constituyeron un (ahora sí) triunvirato formal y procedieron a eliminar a sus oponentes políticos mediante nuevas proscripciones. Más de 300 senadores (entre ellos Cicerón) y 2000 caballeros (equites) encontraron la muerte.

Reparto del Poder y Conflictos

En el 42 a.C., Octavio y Antonio derrotaron a Bruto y Casio, los líderes del complot contra César, en la Batalla de Filipos. Tras la victoria, se llevó a cabo la distribución del imperio:

  • Octavio obtuvo Italia y la mayor parte de las provincias occidentales.
  • Antonio recibió un mandato contra los Partos en Oriente.
  • Lépido fue relegado a África.

El viejo modelo de reparto de espacios de poder se repetía. En Oriente, Antonio llevó a cabo una campaña contra los Partos y Armenios y, en Alejandría, contrajo matrimonio con Cleopatra, proclamando a Cesarión (hijo de Cleopatra y supuestamente de César) como hijo y heredero legítimo de Julio César.

La Guerra Final: Actium

Mientras tanto, Octavio dedicó sus esfuerzos a consolidar su posición en Italia. Inició una intensa campaña propagandística contra Antonio, explotando su relación con la reina egipcia y azuzando el nacionalismo romano, acusándolo de aspirar a la "monarquía" oriental y de traicionar los intereses romanos.

En el 32 a.C. se desató la guerra definitiva. Octavio la presentó como una “cruzada” nacional itálica contra Antonio y Cleopatra. La campaña culminó con la decisiva victoria naval de Octavio en la Batalla de Actium (31 a.C.). Antonio y Cleopatra escaparon a Alejandría, donde ambos se suicidaron poco después.

Esa fecha marca el fin de la República Romana y el inicio de una nueva forma de gobierno y administración de los dominios de Roma, en la que Octavio, más tarde conocido como Augusto, se convertirá en el primer emperador, un auténtico “monarca”.

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