Rousseau: Filosofía, Libertad y la Crítica al Progreso Ilustrado
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Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) fue un influyente filósofo suizo de la Edad Moderna, específicamente del siglo XVIII, aunque su obra se gestó en el XVII y tuvo gran impacto en el XVIII. Se mostró muy crítico con la Ilustración francesa y su idea de progreso, siendo a la vez un ferviente defensor de la caída de los absolutismos monárquicos, lo cual ejerció una notable influencia en la Revolución Francesa de 1789. Es ampliamente considerado un precursor clave del Romanticismo del siglo XIX.
Rousseau fue un prolífico pensador, escritor y músico, llegando a componer óperas. Su vasta obra literaria incluye títulos fundamentales como Emilio, o De la educación. Aunque su figura es inseparable de la política, ámbito que consideraba esencial, Rousseau dedicó gran parte de su reflexión a la desigualdad. A pesar de sus múltiples escritos sobre el tema, nunca llegó a completar un tratado político que lo satisficiera plenamente. Intentó desarrollar una obra magna, pero desechó muchas de sus partes. Esta obra, finalmente conocida como El contrato social, fue concebida inicialmente bajo el título de Instituciones políticas.
La Antropología de Rousseau: Crítica a la Civilización y Defensa del Hombre Natural
El punto de partida de la antropología de Rousseau se fundamenta en una profunda crítica de la civilización. A diferencia de los filósofos ilustrados franceses, quienes interpretaban el desarrollo civilizatorio como un progreso inherente, Rousseau lo veía con escepticismo. Paralelamente a esta crítica, su pensamiento constituía una vigorosa reivindicación del hombre natural, una figura idealizada que, según él, poseía una bondad intrínseca corrompida por la sociedad.
La Fe Ilustrada en el Progreso: Un Contraste Fundamental
Una de las características distintivas de los ilustrados franceses era su inquebrantable fe en el progreso. Confiaban plenamente en que el triunfo de la razón sobre los prejuicios, las supersticiones y el dogmatismo conduciría a un extraordinario desarrollo de las ciencias y las artes. Este avance, a su vez, permitiría un mayor conocimiento y dominio de la naturaleza, poniéndola al servicio del ser humano. Además, creían que el uso de la razón nos ayudaría a construir proyectos de vida más felices y justos.
Rousseau: El Primer Gran Crítico del Progreso Ilustrado
Rousseau emerge como el primer crítico destacado de esta concepción optimista del progreso. Frente a los ilustrados, argumenta con vehemencia que las ciencias y las artes no solo no han mejorado al hombre, sino que, paradójicamente, han contribuido a corromperlo. Según Rousseau, estas han propiciado la creación de sociedades artificiales en las que la desigualdad y todos los males asociados a ella dominan. Por ello, en su obra cumbre, El contrato social, Rousseau sentencia: «El hombre nace libre, pero por todas partes se encuentra encadenado».
Libertad y Sociedad: La Transformación del Individuo
La idea central de Rousseau es la imperiosa necesidad de preservar la libertad. Sin embargo, distingue claramente entre la libertad del individuo en un estado de naturaleza (vivir solo) y la libertad en el contexto de la vida en sociedad. La libertad en el estado social es cualitativamente diferente, ya que está intrínsecamente ligada a la ley. Al transformar la libertad natural en libertad política, el ser humano experimenta una liberación: pasa de una vida sometida al instinto a una regida por leyes racionales y consensuadas. El objetivo de Rousseau es lograr que, mediante estas leyes, los individuos puedan convivir de manera libre y pacífica con los demás.
La Voluntad General y la Fuerza Ejecutiva
Para la organización de la comunidad política, Rousseau distingue dos elementos fundamentales:
- La voluntad: Representada por la asamblea o el cuerpo legislativo, que expresa la voluntad general del pueblo.
- La fuerza: Encarnada por el gobierno, cuya función es ejecutar y aplicar la voluntad general.
En toda comunidad política, la existencia y el equilibrio de estas dos causas son indispensables para garantizar la libertad y la justicia.