Roquedo y Formas de Relieve en la Península Ibérica: Zonas Silícea, Caliza y Arcillosa
Enviado por Chuletator online y clasificado en Geografía
Escrito el en español con un tamaño de 6,44 KB
El Roquedo y los Tipos de Relieve en la Península Ibérica
La evolución geológica determina la existencia en la Península Ibérica de tres áreas principales con diferentes tipos de roquedo. En cada área, la erosión diferencial crea distintos tipos de relieve.
El Área Silícea
Está integrada por rocas antiguas de la Era Precámbrica y Primaria (aproximadamente 4000-225 millones de años). Se localiza predominantemente en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. También se encuentra en áreas donde quedan restos de macizos antiguos erosionados. La roca predominante es el granito, una roca ígnea plutónica muy resistente pero que se altera de diferentes formas, creando diversos tipos de relieve granítico:
Modelado sobre Granito
- En unos casos, el granito se altera químicamente en profundidad por la acción del agua, especialmente en climas húmedos, formando el sapo o arena granítica.
- El granito también se altera a partir de su diaclasado o fractura.
- En alta montaña, la gelifracción (acción hielo-deshielo) crea crestas agudas y canchales (acumulaciones de fragmentos de roca al pie de las vertientes).
- En zonas menos elevadas, si las fracturas son paralelas a la superficie, se forman domos por exfoliación. Si las fracturas son perpendiculares, se originan berrocales (acumulaciones de bolas graníticas) o barrancos si la erosión fluvial es intensa.
Relieve Apalachense
En esta área silícea también se desarrolla un relieve particular por erosión diferencial: el relieve apalachense. Este se forma sobre un antiguo relieve montañoso herciniano que fue arrasado y aplanado por la erosión y que, posteriormente, experimentó un nuevo levantamiento y fracturación. La erosión actúa de forma diferencial sobre las rocas de distinta dureza, creando un relieve caracterizado por la alternancia de crestas (formadas por las rocas más resistentes, como cuarcitas) y valles (excavados en los materiales más blandos, como pizarras). Este relieve se localiza en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, en los Montes de Toledo y en Sierra Morena.
El Área Caliza
Está formada por rocas sedimentarias (principalmente calizas) de la Era Secundaria (Mesozoico), que fueron plegadas durante la orogenia alpina en la Era Terciaria. Se localiza formando una especie de 'Z' invertida en el territorio peninsular: Prepirineo, Montes Vascos, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la Cordillera Costero-Catalana y la Cordillera Subbética. La roca predominante es la caliza, una roca dura pero soluble en agua, que da lugar a un característico relieve cárstico.
Formas del Relieve Cárstico
Las formas más comunes del modelado cárstico son:
- Lapiaz o lenares: Surcos y acanaladuras, separados por tabiques más o menos agudos, formados por la disolución superficial de la caliza por las aguas de escorrentía. Se forman sobre las vertientes o sobre superficies llanas.
- Gargantas u hoces: Valles estrechos y profundos, excavados por los ríos en las zonas de roca caliza.
- Poljés: Grandes depresiones cerradas de fondo horizontal, generalmente recorridas total o parcialmente por corrientes de agua que desaparecen en sumideros.
- Dolinas o torcas: Cavidades de forma circular u ovalada formadas en lugares donde el agua se estanca y se infiltra, disolviendo la roca.
- Cuevas: Se forman al filtrarse el agua por las fisuras de la roca caliza y circular subterráneamente, disolviendo la roca y creando galerías. Pueden contener espeleotemas como estalactitas y estalagmitas.
- Simas: Aberturas estrechas y verticales que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
Relieve Jurásico
El relieve diferencial típico de esta área, especialmente donde las estructuras plegadas son regulares, es el relieve jurásico. Se forma en cordilleras jóvenes constituidas por la alternancia de pliegues anticlinales (con forma de 'A') y sinclinales (con forma de 'U'). La erosión fluvial comienza a actuar sobre los anticlinales, creando valles. Con el tiempo, si la erosión perfora el estrato duro superior de los anticlinales y alcanza materiales más blandos en su núcleo, estos se vacían y se convierten en valles (valle anticlinal). Mientras tanto, los antiguos valles sinclinales, al estar formados por rocas más resistentes en su parte superior, pueden quedar levantados y en resalte, formando un sinclinal colgado. De este modo, el relieve original se ha invertido (relieve invertido). Este tipo de relieve se encuentra en el Sistema Ibérico, la parte oriental de la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y las Cordilleras Béticas.
El Área Arcillosa
Está constituida por rocas sedimentarias muy blandas (arcillas, margas, yesos) depositadas durante las Eras Terciaria y Cuaternaria. Se localiza principalmente en las cuencas sedimentarias de la Submeseta Norte y Submeseta Sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, en áreas hundidas intramontañosas y en las llanuras costeras mediterráneas. La roca predominante es la arcilla, que es impermeable y muy poco resistente a la erosión. Da lugar a un relieve predominantemente horizontal (campiñas). Su rápida erosión cuando falta la cubierta vegetal genera dos tipos de relieve característicos:
[El texto original se interrumpe aquí, sin describir los dos tipos de relieve arcilloso, como cárcavas y badlands.]