Romanticismo: Origen, Características y Legado en la Literatura y el Arte
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Introducción: El Romanticismo como Reacción Cultural
El ser humano concibe la literatura de manera diferente según el concepto que tenga de la realidad. Esto explica que, a principios del siglo XIX, comenzara a manifestarse una nueva forma de sensibilidad que se opuso al pensamiento racionalista y normativo del Neoclasicismo. La razón fue destituida por la imaginación, dando paso a la libertad creativa. Para los neoclásicos, lo primordial fue la razón; admitían que la vida y la sociedad eran imperfectas, pero dentro de ellas el hombre debía alcanzar su perfección moral guiado por la lógica.
El Espíritu Romántico: Sensibilidad y Rebeldía
La Imaginación y la Sensibilidad como Eje
La imaginación y la sensibilidad personales adquirieron gran importancia. La imaginación permitió al romántico evadirse de la realidad y tender hacia un mundo de ensueños, ideal e indeterminado. El Romanticismo fue un especial estado del alma de hombres jóvenes; incluso, su destino fue no superar la juventud de los románticos. Fueron hombres sensibles, capaces de conmoverse ante la naturaleza y el arte, poseedores de un ardiente y apasionado corazón que vibró con el amor. Guiados por la imaginación y la sensibilidad, en lugar de la equilibrada razón, se sintieron impulsados hacia las más nobles causas humanas, por ejemplo, el patriotismo, la independencia, la libertad y la justicia.
El Perfil y la Rebeldía del Romántico
Los románticos se diferenciaron de los neoclásicos hasta en el aspecto físico: de contextura delgada, barba, flotante cabellera, rostro pálido y ojos lánguidos. Por otra parte, padres y maridos representaron una tiranía contra la cual era necesario rebelarse.
Características Fundamentales del Romanticismo
El Romanticismo presenta las siguientes características:
- La idea de libertad: El Romanticismo es una reacción en contra del Neoclasicismo. El dominio de la razón sobre la fantasía es reemplazado por la libertad creativa.
- La exaltación del yo individual: Propugnó una exagerada valoración de la propia personalidad. Para el hombre romántico, el ideal de vida es el que permite la expresión de la personalidad de cada individuo, característica que se une al espíritu de rebeldía.
- El espíritu de rebeldía: Las ansias de libertad se traducen en un espíritu de rebeldía, que se observa en numerosos personajes literarios, todos ellos aventureros y rebeldes.
- Subjetivismo y melancolía: El romántico es libre y, desde esa perspectiva personal, debe enfrentar al mundo.
- Sentimiento de soledad: El choque entre realidad exterior y realidad soñada lleva al hombre romántico a una lucha constante dentro de sí mismo.
- Proyección del sentimiento en el paisaje: Para el artista romántico, el paisaje es una proyección de su estado anímico, es decir, un reflejo de su espíritu.
- Lo sentimental: El romántico relega a un segundo plano la sujeción a normas y permite la manifestación de una interioridad, en forma libre, atendiendo a su propia voz interior.
- Valoración de lo nacional y popular: Tal como el hombre romántico necesita afirmar su yo, las naciones precisan destacar los valores propios que las diferencien de otras comunidades humanas y las identifiquen.
- Exaltación de la imaginación: El artista romántico pretende lograr que también el receptor se refugie en otro mundo.
Manifestaciones Literarias del Romanticismo
El Romanticismo es la claudicación de las ideas neoclásicas, fenómeno que se manifestó, por ejemplo, en la ruptura de las tres unidades del teatro. Durante el Romanticismo, los géneros más cultivados fueron la lírica, el drama, la novela sentimental e histórica, los relatos de viajes y la leyenda.
El Romanticismo en España: Un Encuentro con la Psicología Nacional
En España no se opuso resistencia al movimiento romántico, aun cuando el Neoclasicismo estaba muy arraigado. Las características libertarias, individualistas y de evasión hacia un mundo de sueños tenían mucho que ver con la psicología del español. La novedad de esta tendencia residía en su atractivo para proponer al artista la expresión de su subjetividad, permitiéndole extraer de su interior una profunda reflexión sobre sí mismo. El hombre romántico se volcó hacia su fuero interno para manifestar todo lo que encerraba, incluso lo más complejo, dejando de lado cualquier norma o precepto en pos de este objetivo.