El Romanticismo y Neoclasicismo: Características, Teatro y Prosa Literaria

Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,39 KB

Características del Romanticismo y Neoclasicismo

En el Romanticismo (R) cambia el concepto de autor: ya no se trata de alguien que imita la realidad produciendo una realidad verosímil como en el Neoclasicismo (N), sino de una persona que crea su realidad en un momento especial de inspiración.

Para los N, la literatura ha de ser útil; el mejor género que se adecúa es la prosa ensayística. Para los R, en cambio, la literatura es la expresión del propio yo; la lírica es el género que mejor se adecúa.

Los R muestran formas dinámicas, abiertas y distorsionadas. A diferencia de los N, que exhiben formas armónicas, equilibradas y que siguen el canon.

En el R se rompe la normativa y defienden la libertad contra cualquier límite. En el N guardaban con rigor las normas clásicas y griegas.

Los R buscan impresionar y emocionar estéticamente. Los N, en cambio, tienen una finalidad didáctica.

Por último, los R admiran los clásicos primitivos griegos (Homero) y a los barrocos (Lope, Calderón, Dante, Shakespeare), pero los N admiran a los clásicos y sus preceptivas.

El Teatro Romántico

El drama romántico expresa el conflicto existencial de la época: el choque entre los ideales y la realidad, entre el individuo y la sociedad. El tema central es un amor apasionado.

Las relaciones entre los amantes son muy conflictivas: suelen acabar en tragedia. Los románticos defienden los sentimientos como norma de conducta por encima de las leyes y de las convenciones sociales.

La defensa del adulterio o el suicidio por amor provocaron grandes polémicas con los neoclásicos, quienes acusaron a este teatro de inmoral y de corruptor de la juventud.

Se sitúa en un marco histórico casi siempre medieval. No se trata de rigor histórico, sino de situar en él los conflictos del presente.

La escenografía adquiere gran importancia. Se observa una mejora de las condiciones materiales de los teatros y de los aspectos técnicos: mejora de vestuario, los decorados, efectos de luz y sonido, y locales expresamente construidos. La finalidad es conmover.

En ocasiones se mezclaban el verso o la prosa, pero finalmente triunfó el verso. En España no pudieron estrenarse dramas románticos hasta la muerte de Fernando VII.

Temas y Manifestaciones del Romanticismo

La Naturaleza en el Romanticismo

La naturaleza es el reflejo de los sentimientos del autor, por ello gusta de una “naturaleza abrupta”; naturaleza en ruinas, como recuerdo nostálgico del pasado; lo “sepulcral y terrorífico”, como respuesta a su angustia por la muerte; paisajes recónditos o jardines abandonados, como marco para su soledad; las tormentas, la noche, la luna, cumbres borrascosas, selvas exóticas, cordilleras impracticables, océanos tenebrosos…

Idealismo y Libertad

El héroe romántico no respeta las convenciones sociales y el artista rechaza las reglas estéticas. Hay un ansia de libertad. El idealismo se entrega a una causa que da sentido a su vida. Esto provoca la valoración del heroísmo: por eso se identifica con héroes que han desafiado las normas.

Tradición, Leyenda e Historia: Los Nacionalismos

El Romanticismo exalta la tradición y la historia, por ello se vuelve hacia los temas históricos y legendarios. Encuentra el amor ideal y los ideales que su sociedad no le ofrece en épocas medievales, orientales y mitologías germánicas y anglosajonas.

Las tradiciones son aportadas por los pueblos, por ello los románticos se interesan por lo popular: cultura, lengua, costumbres, cantares, leyendas… En conclusión: el folclore y la exaltación de la tradición se manifiestan en el terreno político en el auge de los nacionalismos.

La Prosa Romántica: El Costumbrismo

Son breves cuadros o escenas en los que se describen los usos y costumbres populares y los tipos humanos más representativos, destacando lo castizo y pintoresco. Su mayor importancia reside en ser el vehículo de las ideas de Larra y el de preparar el camino a la novela realista.

Ramón de Mesonero Romanos describió las costumbres y el ambiente madrileños en sus Escenas matritenses. Estébanez Calderón, en sus Escenas andaluzas. Larra también escribió artículos de costumbres, pero con una intención crítica inexistente en los autores anteriores.

Entradas relacionadas: